domingo, 31 de julio de 2011

DIÁC. JORGE NOVOA: SANTA TERESITA DE LISIEUX Y SUS DESEOS

Un itinerario es un recorrido, una ruta, un camino, en el que están siempre presentes una serie de mojones, de realidades más marcadas, que son núcleos en torno a los cuales la vida cristiana se despliega. Teresa en el itinerario de su vocación, presenta tres núcleos centrales que todo lo concentran; los deseos, la búsqueda y el hallazgo. Cada uno de ellos puede reaparecer en el siguiente; en la búsqueda hay deseos, en el hallazgo siempre hay nuevas búsquedas, por lo cual es necesario comprender que están íntimamente vinculados y compenetrados.

Teresa de Lisieux es un universo, sus escritos presentan los temas medulares de la fe que son los lugares de su existencia. Estas líneas que compartimos, son una ventana que permite ver el alma colosal de una santa, acercarse por la ventana tiene sus dificultades, si tratamos de permanecer fuera, pero la casa que contemplamos no nos es totalmente desconocida. La mirada puede transportarnos al interior de la vida de Teresa, pero también puede conducirnos al interior de nuestra vida, ojalá que al acercarnos a la ventana para ver por ella a Teresa, nos animemos también a vivir como ella.

¿Por qué has puesto estos deseos en mi corazón?. Así, surge incesantemente la pregunta que Teresa de Lisueux dirige a Dios, al contarnos su vocación. Teresa quiere ser soldado, sacerdote, mártir y doctor, todas estas vocaciones la atrapan pues descubre en ellas, una entrega radical, un modo de cumplir en su propia vida la frase de su maestro, "habiéndolos amado hasta el extremo". Así como Jesús amó a sus discípulos, hasta el extremo, ella lo ama a Él y quiere servirlo sin reservas en la Iglesia. Vive nutriéndose de ese amor que va hasta los límites de la existencia, hasta ese espacio, en donde solamente se puede permanecer por amor.

Pero, ¿cómo realizar existencialmente, en ésta vida cotidiana, un ideal así? Quiere ser tantas cosas, y todas ellas aparecen como imposibles para la pequeñez de Teresa, si estos deseos son irrealizables, ella no comprende los movimientos de su alma, que anhela ardientemente entregarse por Cristo. No los comprende, porque sabe que tienen su origen en Dios y si Él, pide algo, ello se debe a que dará la gracia necesaria para llevarlo adelante.

"¡Jesús, Jesús! Si fuese a escribir todos mis deseos, tendrías que prestarme tu Libro de la Vida"

Ha sido invitada por Jesús a subir hacia las "cumbres del Amor" pero, Teresa se descubre pequeña para las grandes cumbres, ella es tan sólo un pajarito frágil, allí, solo llegan las águilas (los grandes santos y santas de la Iglesia), pero hay algo que Dios ha puesto en su pequeñez que la asemeja a las águilas; son los deseos de su corazón y la agudeza de su mirada.

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