miércoles, 30 de abril de 2008

DOS GRANDES DEL SIGLO XX


De pintor indiferente a defensor de la fe católica (Lic. Néstor Martínez)


Había preparado todo para pintar su primer cuadro, la ausencia de algunos elementos para ejecutar la obra, lo dejaron con algún tiempo libre, tomo entonces la Biblia, cosa que ya había hecho en otras ocasiones, pues le apasionaban las batallas del Antiguo Testamento.......Olvidó definitivamente la paleta y el pincel, y no volvió a cerrar la Biblia. Lic. Néstor Martínez agradecido admirador de santo Tomás de Aquino, G. K Chesterton y C.S Lewis entre otros, docente en la Facultad de Teología y en el Universidad de Montevideo..Escuchá el apasionante relato de su camino de conversión... http://www.badongo.com/file/9244658

Confesiones un programa radial que se emite por Radio María en Uruguay, los miércoles a las 22.30 hs...

martes, 29 de abril de 2008

ELEGÍA EN UN CEMENTERIO CAMPESTRE. (G.K.CHESTERTON)

Los hombres que trabajaron para Inglaterra
Tienen sus tumbas en casa
Y las abejas y los pájaros de Inglaterra
Pueden revolotear alrededor de la cruz.

Pero los que lucharon por Inglaterra
Siguiendo una estrella que cae,
¡Ay, ay por Inglaterra!
Tienen sus tumbas lejos.

Y aquellos que gobiernan a Inglaterra,
En imponente cónclave reunidos,
¡Ay, ay por Inglaterra!
No tienen tumbas todavía.

lunes, 28 de abril de 2008

Un laico católico se pronuncia ante la nueva arremetida del P. Alfonso Llano, S.J

Un laico católico se pronuncia ante la nueva arremetida del P. Alfonso Llano, S.J.
28 de abril de 2008

P. Gabriel Ignacio Rodríguez Tamayo, S.J.Prepósito Provincial Compañía de Jesús
Bogotá – COLOMBIA
Reciba un cordial saludo y mis deseos por que sus actividades pastorales marchen adecuadamente. Como católico que hace parte del cuerpo de la Iglesia de Cristo, me permito recurrir a usted para poder entender algunas de las acciones que de manera amplia y pública viene llevando a cabo el Padre Alfonso Llano con ocasión del lanzamiento de su libro "Confesión de Fe Crítica". En su columna del 21 de abril de 2008 en el periódico El Tiempo el Padre Llano deja entrever sus propios pensamientos respecto a dogmas básicos y fundamentales del credo católico:
Se refiere a la virginidad de María afirmando que "Más de 10 pasajes del Nuevo Testamento nos hablan explícitamente de los hermanos y hermanas de Jesús. Sólo que los comentaristas católicos, para salvar la supuesta virginidad corpórea de María, ponían notas al margen diciendo que se trataba de "primos hermanos. El católico adulto ya no está para semejantes engaños infantiles." Y yo me permito preguntar: ¿esas ideas están en unión con lo promulgado por los Papas Martín I y Pablo IV, respecto a la Virginidad de María? ¿El Católico "adulto" que nos quiere vender el Padre Llano, está de acuerdo con los numerales 496, 497, 498, 499 y 500 del Catecismo oficial de la Iglesia Católica? Si es así, le quiero solicitar una explicación al respecto.
De otra parte, habla en estos términos de la Resurrección de Cristo: "Jesús no salió del sepulcro ni subió físicamente a los cielos. Ningún resucitado recupera la vida biológica que llevó en vida mortal. Sencillamente muere y pasa al juicio misericordioso de Dios. Resurrección y ascensión son dos metáforas o imágenes de su exaltación y paso a Dios. Jesús no subió espacialmente al cielo ni se encuentra físicamente en las alturas." La palabra exacta que reza nuestro Credo de los Apóstoles, desde los primeros siglos de la Iglesia es: Al tercer día resucitó de entre los muertos. De nuevo le pregunto: ¿cómo encaja el argumento del P. Llano en que Jesús fue verdadero hombre y verdadero Dios?
La Iglesia de Cristo no se acabará por equívocos pequeños o grandes en cuanto a la difusión de sus dogmas, pues ha sido fundada por el Espíritu Santo. Sin embargo, me permito pedirle a usted, como cabeza de la Compañía de Jesús en nuestro país, que de manera pública aclare suficientemente las palabras del P. Llano, las cuales, según lo que escribió en el periódico de mayor tiraje de Colombia, están abiertamente en contra de nuestra Fe Católica.
Haciendo una revisión de la vida de San Ignacio de Loyola, encontramos que fue en peregrinación a la Virgen de Monserrat y que posteriormente se consagró a la Virgen, como se puede leer en la página de internet de los jesuitas en Colombia. Utilizando el lenguaje del Padre Llano, ¿debemos decir que el Fundador de los Jesuitas, de cuya provincia usted es responsable en Colombia, tenía una Fe de carbonero?
Padre Provincial: ¿vender un libro justifica rechazar que Jesucristo resucitó?¿Vender un libro justifica rechazar el corazón de nuestra fe? "si Jesucristo no resucitó, vana es nuestra fe". ¿Vender un libro justifica vanalizar la fe? La relevancia de ser un columnista de El Tiempo o protagonizar algún evento en la Feria del Libro, justifica rechazar la razón de ser de nuestra Fe e irrespetar la unción que recibió el Padre Llano cuando fue Ordenado Sacerdote?
Quedo pendiente de su respuesta a estos cuestionamientos suscitados con las acciones del Padre Alfonso Llano Escobar, quien le debe obediencia a usted, actual director de los Jesuitas en la Provincia de Colombia, puesto que las ideas del Padre Llano, como persona pública que cada vez se esfuerza por serlo mas, pueden llegar a confundir a muchos católicos.
Cordialmente,
Saulo Medina Ferrer
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No sólo suscribo esta opinión de Saulo, expresada en su blog, sino que yo mismo he escrito en el mío al respecto. Es hora de hacer ver a las autoridades de la Iglesia que no pueden poner cualquier opinión como si fuera una luz para el rebaño que le costó su Sangre al Hijo de Dios. Muchos de los que pertenecemos con alegre convicción a la Iglesia Católica tenemos buen conocimiento de la ciencia y la teconología, y de la filosofía y la teología, y no queremos que la preciosa doctrina que viene desde los Apóstoles sea desfigurada en nombre de un cientificismo mandado a recoger.
Todos son invitados a escribirle al P. Gabriel Ignacio. Es importante que el Provincial se dé cuenta que estamos fastidiados y que no nos sentimos representados ni guiados por opiniones que no resisten análisis, incluso si se ponen de moda. La moda, también la moda teológica, puede ser analizada y criticada, así que no proponemos una negación de la teología ni un retorno a la fe del carbonero sino que proponemos: MEJOR TEOLOGÍA, una teología que no se deje deslumbrar por la ciencia y el pensamiento modernos sino que sepa presentarles a ellos el evangelio de Jesucristo.
El documento de Saulo puede bajarse como archivo de Word aquí, sea para imprimir el texto o para firmarlo con el propio nombre. Al provincial de los jesuitas puede escribírsele a esta dirección:
Administración ProvincialCarrera 23 # 39-69Bogotá, D.C.Teléfono (57) (1) 368 14 66Fax (57) (1) 368 08 27provincial@jesuitas.org.cogirt@jesuitas.org.co
Fr. Nelson M.amigos@fraynelson.comPd.: No falte oración por la conversión de todos. Pero que tampoco falten nuestras voces levantadas para defender la fe que costó a Cristo su Cruz

lunes, 21 de abril de 2008

Cardenal Alfonso López Trujillo (IN MEMORIAM)

NOTICIAS GLOBALES, Año XI. Número 767, 15/08. Gacetilla nº 890. Buenos Aires, 20 abril 2008
IN MEMORIAM
En la tarde de ayer entregó su alma a Dios el Cardenal Alfonso López Trujillo, quizás el discípulo más fiel Juan Pablo II y de Benedicto XVI en el anuncio del Evangelio de la Vida.
Al trabajo del Cardenal López Trujillo en estos casi 18 años al frente del Pontificio Consejo para la Familia, sin duda le debemos las múltiples y variadas iniciativas en defensa y promoción de la vida y la familia que hoy se desarrollan por todo el mundo.

Desde que se hizo cargo de la Presidencia de ese Pontificio Consejo en 1990 comenzó a promover una gran movilización provida y profamilia. Las reuniones y congresos que impulsó a lo largo y a lo ancho de todo el mundo, como por ejemplo, los Congresos de Movimientos Pro Vida y de Legisladores y Políticos, inspiraron iniciativas y estimularon -sacudiendo la pasividad de muchos- numerosísimos trabajos.
Recuerdo que en 1992 nos convocó a un grupo de sacerdotes de varios países de América en Monterrey (México), su objetivo era que, contando con la ayuda de Dios, tratáramos de que en las estructuras eclesiales se impulsara una verdadera pastoral para promover el valor de la vida humana y la familia, en todos los ámbitos de la sociedad, sin “endulzar” la verdad ni intentar imposibles componendas.

Tenía la certeza que para promover y defender los derechos de la persona y los derechos de la familia no bastaba la acción pastoral “hacia adentro” sino que había que influir -formando, presionando y denunciando- en el ámbito político.
Sin ahorrarse incomprensiones, sinsabores ni heridas, que las consideraba como el riesgo normal de quien combate esta batalla -repitiendo con San Pablo, “pelea el buen combate de la fe”-, no bajó los brazos un solo instante.
"Fue un enorme luchador por la fe, siempre quiso mantener la autenticidad de la verdadera fe y la defendió con palabras y con hechos", dijo esta noche el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Comisión Ecclesia Dei, añadiendo, “defendió los valores cristianos de la vida ante los parlamentos de muchas naciones católicas y no católicas, defendió intrépidamente el derecho a la vida".

Hace unos días, cuando nadie preveía este desenlace, con unos amigos le comentamos que había quienes pensaban que cuando él no estuviera al frente del Pontificio Consejo para la Familia, nosotros dejaríamos de trabajar. “Jamás”, nos respondió, “sigan adelante en cualquier circunstancia, nuestra adhesión es a la Verdad, no a una persona”.
En 2003, internado en un hospital a causa de su deficiencia bronquial, su sufrimiento era evidente, alguno se compadeció. El Cardenal López, cuando pudo hablar le dijo, “no te preocupes son carezze di la Madonna” (caricias de la Virgen). Hoy, Alfonso López Trujillo, seguramente recibió ya, en el Cielo, una gran caricia de la Santísima Virgen.
Juan Claudio Sanahuja

jueves, 10 de abril de 2008

Padre Eliomar Carrara: del ateismo al sacerdocio.

El padre Eliomar Carrara visitó Confesiones, ateo, evolucionista, y positivista en su juventud, hace una larga búsqueda de Dios, luego que su hermano Juan comienza a frecuentar una parroquia. Argumenta una y otra vez, para persuadir a Juan de su nefasta decisión, pero algo ha comenzado a cambiar en la vida de Juan que lo llena de interrogantes. Comienza a frecuentar la parroquia, para tratar de encontrar razones que avalen su postura. Fue ordenado sacerdote por el Papa Juan Pablo II , en su segunda visita al Uruguay. Una búsqueda a pura lógica….no te la pierdas. Ya podés bajar el primer programa, es realmente imperdible http://www.badongo.com/es/file/9063453 . Ya está para escuchar la segunda parte, que te la recomendamoshttp://www.badongo.com/es/file/9505291

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Ficción religiosa?: nadie se burla de Dios (Mons. Héctor Aguer)


En la 32ª Feria del Libro de Buenos Aires se exhibió una oferta abundantísima de obras que representan los arrabales de la religión: adivinación, magia, esoterismo, supersticiones varias, y tuvo gran éxito de ventas el género “ficción religiosa”, que en romance criollo habría que nombrar, más bien, macaneo, es decir, embuste y desatino. Estos especímenes podrían servir al honesto entretenimiento de los lectores, si no se los quisiera hacer pasar por la verdad. ¡Qué notable!, la materia y víctima de estas ficciones es siempre el catolicismo. Las obras de este tipo despiden infaltablemente un tufillo gnóstico y pretenden descubrir secretos que la Iglesia habría ocultado con engaños; como si se dijera: esta “historia” revela lo que los curas hasta ahora nos han impedido conocer. No son ficciones inocentes; la intención anticatólica resulta manifiesta.

De “El código Da Vinci”, de Dan Brown, se vendieron en el mundo alrededor de 40 millones de ejemplares, y al film que se estrenará dentro de pocos días podrán verlo unos 800 millones de personas. En la Feria ha sido uno de los libros más solicitados. En la trama de esta novela se mezclan como en un cóctel datos históricos tergiversados sin pudor con invenciones absurdas. El autor declara que todas las descripciones de obras de arte, arquitectura, documentos y ritos son verdaderos; pero en realidad, el conjunto es una composición ingeniosa de muchísimos errores en cuestiones históricas y religiosas en la interpretación de fenómenos culturales y artísticos. Los críticos, y no pocos, los han señalado oportunamente.

¿Cuál es el argumento? Jesús no es Dios, sino un hombre que formó pareja con María Magdalena y tuvo una hija con ella; de esta descendencia procede el fabuloso secreto del Santo Grial. Jesús, que fue el primer feminista, le habría confiado la Iglesia a su mujer, ellos representaban la dualidad masculino-femenina y sus primeros seguidores adoraban al principio femenino sacralizado. Tal sería el tenor original del cristianismo. La Iglesia Católica es un invento del emperador Constantino, que en el Concilio de Nicea del año 325 hizo divinizar a Jesús; ella desencadenó una cruenta persecución contra los adoradores de lo femenino, que trataron de conservar clandestinamente su creencia. El priorato de Sión protege a la descendencia de Cristo y transmite aquel cristianismo gnóstico a través de códigos, como los que Leonardo Da Vinci habría dejado en sus pinturas. En la actualidad es el Opus Dei el encargado de impedir, maquiavélicamente, que los héroes de la novela saquen a luz el secreto y no vacila en llegar al crimen para lograrlo.

Con el caso de este “best-seller” se vincula un acontecimiento ocurrido precisamente en los días previos a la Semana Santa: se anunció clamorosamente en Washington la publicación del Evangelio de Judas. El papiro en lengua copta había sido hallado en el valle del Nilo en la década de 1970, pero era conocido en su versión griega desde la más remota antigüedad. Ahora se lo presenta sospechosamente como una novedad que permitirá reinterpretar la pasión de Cristo, su significado y consecuencias.

En los siglos II y IV se escribieron numerosos evangelios apócrifos, varios de ellos atribuídos, según el recurso literario de la pseudoepigrafía, a personalidades autorizadas: Pedro, Felipe, Santiago, Bartolomé, Nicodemo. Algunas de estas obras contienen amplificaciones edificantes de la vida de Jesús y de su Madre; otras manifiestan desviaciones gnósticas que desnaturalizan la fe cristiana. El así llamado Evangelio de Judas procede de la secta de los “cainitas”, que reivindicaban a las figuras negativas de la Biblia: Caín, al que veneraban junto a la Serpiente de la tentación original, Cam, los Sodomitas, Esaú y finalmente Judas; con estas referencias justificaban sus obscenidades y delitos. San Ireneo, obispo de Lyon, lo identificó hace más de 1800 años: “Dicen que Judas conocía todas estas cosas y justamente porque él solo conocía toda la verdad más que los otros, ejecutó el misterio de la traición; presentan estas invenciones bajo el nombre de Evangelio de Judas”.

La National Geographic Magazine embolsará sin duda millones de dólares al auspiciar la traducción y publicación del papiro; ha conseguido ya llamar la atención lanzando el anuncio en la proximidad de la Pascua. El operativo es un buen negocio, pero incluye también un elemento ideológico: inducir a la duda sobre la verdad de los cuatro Evangelios canónicos y sobre la tradición de la Iglesia. ¡Los lectores podrán ahora desengañarse y acceder al secreto cuyo conocimiento se les impedía alcanzar! El “descubrimiento” del Evangelio de Judas es otra pieza de un montaje universal contra la fe católica, que cuenta con una eficacia propagandística arrolladora.

La inclinación de tantos lectores por el género “ficción religiosa” es un fenómeno ambiguo. Por un lado revela una saludable inquietud de búsqueda de sentido, de trascendencia, en definitiva, de Dios. Pero también curiosidad malsana y debilidad ante la antigua solicitación del gnosticismo, que atrae con los cantos de sirena que invitan a la posesión de un saber oculto, al margen de la regla de la fe. Mucha gente, que manifiesta indiferencia o rechazo ante los dogmas del cristianismo, acepta acríticamente aquellas ficciones deformes. Se cumple una vez más lo que predijo San Pablo: “llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas”. El mismo apóstol advertía a los gálatas: “No se engañen: nadie se burla de Dios”.


+ Héctor Aguer
Arzobispo de La Plata

viernes, 4 de abril de 2008

¿Benedicto XVI vs. Juan Pablo II?

Lejos estaría el Papa Benedicto de suponer que una de sus respuestas espontáneas, en estilo coloquial, a las diez preguntas formuladas en el curso de su encuentro anual con los párrocos de Roma al inicio de la cuaresma, y que duró en total una hora y cuarenta minutos, despertaría un torbellino mediático de repercusión internacional. La ocasión la brindó la pregunta de un sacerdote relativa a realidades poco predicadas, como son el juicio final, el infierno y el paraíso. El Papa en su respuesta aprovechó para hablar de las realidades últimas del hombre: muerte, juicio, purgatorio, infierno o gloria. Las palabras exactas han sido reproducidas por Sandro Magister, periodista de L’Espresso, y luego divulgadas por la agencia informativa Zenit en su boletín del 11 de febrero.

Para quien busca entender la mentalidad del periodismo entendido como venta oportunista de noticias, con alto voltaje emocional, éste es un caso privilegiado. ¿Por qué tanto revuelo?

La chispa logró encenderla el comentarista del diario La Repubblica, según el cual el Papa en su respuesta entraba en contradicción con la doctrina de su antecesor, quien en una de las catequesis del año 1999 dedicadas a las “postrimerías”, al hablar del infierno, el miércoles 21 de julio de ese año, lo presentó más como un “estado” que como “lugar” donde el hombre es sometido a tormentos exteriores de todo tipo. Como suele ocurrir, ni la catequesis del Papa Juan Pablo, ni la respuesta ocasional de Benedicto XVI eran citadas en su contexto ni en su integridad.

La aludida catequesis de Juan Pablo II citaba el nº 1033 del Catecismo de la Iglesia Católica (¿y no era acaso el mismísimo cardenal Ratzinger quien presidía su redacción?) donde leemos: “Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados, es lo que se designa con la palabra «infierno» ”. Hablaba de la posibilidad real de incurrir en ese estado, de la eternidad del mismo, y en conformidad con la doctrina del IV concilio de Letrán, afirmaba que en esa situación se encuentran las criaturas espirituales llamadas demonios, que se cerraron al amor de Dios. El mismo Papa aclaraba que, si bien la condenación eterna sigue siendo una posibilidad real, no obstante “no nos es dado conocer, sin especial revelación divina, si los seres humanos, y cuáles, han quedado implicados efectivamente en ella”.

De esta doctrina se hizo luego una lectura muy sesgada y se la divulgó en forma tergiversada. Se la presentó como novedad absoluta, se retuvo la negación de que el infierno sea un lugar, sino un estado de lejanía respecto de Dios, y de allí la interpretación reductora de que sería una metáfora o un espacio vacío, una hipótesis irreal, conclusión ésta que en nada respetaba el pensamiento del papa polaco.

El año pasado, en marzo de 2007, se había desatado un revuelo parecido al de este mes de febrero del presente año, a partir de otra intervención ocasional de Benedicto XVI sobre el infierno, donde con sobriedad y agudeza reitera la doctrina tradicional de la Iglesia, en una homilía pronunciada en una parroquia romana de la periferia, comentando el evangelio. En ese momento muchos periódicos publicaron frases como éstas del diario español El País: “El papa Benedicto XVI resucita el infierno. Contra lo dicho por Juan Pablo II en 1999, Ratzinger sostiene que «el infierno, del que se habla poco en este tiempo, existe y es eterno» ” (23 de abril de 2007). En ese mismo diario, el mismo día, otro título volvía a la carga, ahora con sarcasmo: “El papa Benedicto entierra el limbo y resucita el infierno”. Ya puede el simple lector comprobar por cuales carriles de objetividad científica circulan las noticias.

Con ocasión del encuentro con el clero romano de este año, los “especialistas” en cuestiones religiosas de numerosos diarios en todo el mundo, los llamados “vaticanistas”, con honrosas excepciones según los medios, a partir del comentario aparecido en La Repubblica iniciaron la onda expansiva repitiendo hasta la saciedad lo que parecía una verdad de evidencia inmediata, a saber, que el Papa Benedicto se había opuesto a la doctrina de su antecesor sobre el mismo tema. La noticia tenía sus variaciones, según la cantidad de condimentos y aderezos. Algunos títulos manifestaban abierta hostilidad (e ignorancia) previa, como es el caso de un diario argentino de gran tiraje que el 8 de febrero repetía en su título los lugares comunes de los más agresivos diarios europeos: “Benedicto XVI: El infierno sí existe … Así volvió a contradecir a su antecesor Juan Pablo II, quien había afirmado que el infierno como lugar no existía, y que sólo es «la situación de quien se aparta de Dios» ”.

¿Qué es lo que dijo exactamente Benedicto XVI en ese encuentro? Conviene leer: “He intentado decir: quizás no sean tantos los que se han destruido de este modo y que son insanables para siempre, quienes no tienen más algún elemento sobre el que pueda apoyarse el amor de Dios, ya que no tienen más en sí mismos un mínimo de capacidad para amar. Esto sería el infierno”.

¿Qué resulta entonces de la lectura directa de las fuentes en comparación con el envase mediático en que se ha vendido la noticia? Se imponen por sí mismas las siguientes conclusiones. Ambos papas admiten la fe sobre la existencia y eternidad del infierno. Uno y otro afirman que en él se encuentran los demonios. Ni Juan Pablo II ni Benedicto XVI se refieren al mismo como un lugar geográfico. Ambos pontífices hablan del infierno como de una posibilidad real para el hombre; no se trata pues de una metáfora o hipótesis irreal.

¿Difieren doctrinalmente en algún punto sobre este tema? El Papa Wojtyla, después de hablar de la posibilidad real de la condenación eterna, afirmaba que no obstante “no nos es dado conocer, sin especial revelación divina, si los seres humanos, y cuáles, han quedado implicados efectivamente en ella”. ¿Contradice el Papa Ratzinger esta afirmación? Vayamos a sus palabras: “He intentado decir: quizás no sean tantos los que se han destruido de este modo y que son insanables para siempre”. A través de este “quizás” ¿no se está manteniendo el Papa en la equidistancia entre un infierno superpoblado y un infierno que con certeza y por principio estaría vacío de seres humanos? ¿No es una manera distinta de afirmar lo mismo, a saber, la posibilidad real de la condenación eterna? Y al mismo tiempo ¿no equivale a renunciar a saber “si los seres humanos, y cuáles, han quedado implicados efectivamente en la condenación eterna”?

Pero vayamos ahora a otra pregunta: ¿puedo yo hablar de motores y mecánica automotriz por el simple hecho de manejar un automóvil? Para mis amigos y conocidos éste sería un buen chiste para distenderse en medio de sus tensiones y fatigas. ¿Qué podría esperar de ellos si me ocupara de estos temas? Mis amigos de gustos clásicos me recordarían una anécdota de Apeles, el máximo pintor griego, cuando quisieron corregirle la plana: “zapatero, a tus zapatos”. Mis amigos más amantes de la poesía gauchesca, me citarían al mayor de sus cultores: “¿qué sabe el chancho ‘e volar, si nunca fue golondrina?” ¿Puede alguien hablar de avances científicos en medicina sin ser médico? Aunque el intento es muy riesgoso y desaconsejable, quizás sería posible si procedo con inmenso respeto y cautela con los términos que uso en relación a lo que ignoro, y me hago asesorar previamente con personas de probada competencia.

Con el título de esta nota he querido imitar deliberadamente el estilo mediático. Es sabido que el pobre periodista que desde sus primeras palabras no logra atraer la atención del público al que se dirige, queda descalificado como tal. Captar la atención, sensibilizar ideas mediante imágenes y vocabulario de impacto emocional, construir o destruir la imagen pública de una figura prestigiosa, parece ser parte esencial del quehacer cotidiano de los comunicadores, sea en el periodismo escrito, radial o televisivo.

No todo es malo en esta lógica. Es muy importante saber presentar, atraer la atención, oponer palabras y crear frases de fácil memorización. Pero ¿qué pasa si hacemos de esto el valor único o supremo del periodismo? Es sencillo, en tal caso no me interesa la comunicación de la verdad, entendida como coincidencia entre la realidad y el juicio que hago sobre ella, sino “vender” una noticia “construida” en función de mis ideas o prejuicios; no deseo ante todo ser objetivo, poniendo al lector u oyente en contacto con la realidad, sino despertar adhesión o rechazo, golpear o engrandecer a alguien. Quien lee, escucha o mira, sin entrenamiento crítico, se comportará entonces con la mentalidad de un hincha de fútbol: ante determinados colores o palabras arderá en entusiasmo o se plegará a la silbatina. Hay comidas cuya baja calidad o insipidez se busca ocultar o “mejorar” con abundante condimento. El aderezo pasa a ocupar el lugar de la sustancia, de lo contrario la comida “no pasa” ni tampoco “se vende”.

Yo recomendaría a nuestros “vaticanistas” que no se improvisen como teólogos. Corren el riesgo de ser “todólogos”, y así la objetividad de lo que presentan va por los pisos. Claro ¡total, la mayoría de los lectores no tiene posibilidad de verificar las afirmaciones, y suele tomar lo escrito en un periódico como palabra sagrada e irrefutable!

Concluyamos, no obstante, con una nota de esperanza, citando a Santa Teresa de Jesús: “En fin fin, la verdad padece más no perece, y ansí espero aun lo habrá de declarar más el Señor”.


+ Antonio Marino
Obispo auxiliar de La Plata


* Mons. Antonio Marino es Doctor en Teología y profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, desde hace treinta años.

martes, 1 de abril de 2008

Carta de Magdi "Cristiano" Allam (foto del mes de abril)

Carta de Magdi Cristiano Allam
Dirigida al Director Il Corriere de la Sera
Domingo 23 de marzo 2008

Querido Director: lo que voy a contarte se refiere a una elección mía, de fe religiosa y de vida personal, que no quiere de ninguna manera involucrar al Corriere della Sera, del cual me honro de formar parte desde 2003, como uno de sus Vice directores. Te escribo, por tanto, como protagonista del hecho, como ciudadano privado.

Ayer de noche me he convertido a la religión cristiana católica, renunciando a mi anterior fe islámica. De esta manera, finalmente ha visto la luz, por gracia divina, el fruto sano y maduro de una larga gestación vivida en el sufrimiento y en la alegría, entre la profunda e íntima reflexión, y su consciente y manifiesta exteriorización. Estoy especialmente agradecido a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, que me ha conferido los sacramentos de la iniciación cristiana, Bautismo, Confirmación y Eucaristía, en la Basílica de San Pedro, en el transcurso de la solemne celebración de la Vigilia Pascual. Y he asumido el nombre cristiano más sencillo y explícito: “Cristiano”.
Desde ayer me llamo “Magdi Cristiano Allam”.

Para mí ha sido el día más hermoso de mi vida. Conseguir el don de la fe cristiana el día de la Resurrección de Cristo, de manos del Santo Padre es, para un creyente, un privilegio inigualable y un bien inestimable. Teniendo casi 56 años, es un hecho histórico, excepcional e inolvidable, que señala un cambio radical y definitivo respecto al pasado. El milagro de la resurrección de Cristo ha reverberado en mi alma, librándola de las tinieblas de una predicación donde el odio y la intolerancia con los “diferentes”, condenados acríticamente como “enemigos”, prevalecen sobre el amor y el respeto del “prójimo” que es siempre y en todas partes “persona”. Mi mente se ha liberado del oscurantismo de una ideología que legitima la mentira y la disimulación, la muerte violenta que induce al homicidio y al suicidio, la ciega sumisión y la tiranía, y he podido adherirme a la auténtica religión de la Verdad, de la Vida y de la Libertad. En mi primera Pascua como cristiano, no sólo he descubierto a Jesús, sino que he descubierto por primera vez el verdadero y único Dios, que es Dios de la Fe y de la Razón.

EL PUNTO DE LLEGADA
Mi conversión al catolicismo es el punto de llegada de una gradual y profunda meditación interior, de la cual no habría podido sustraerme, puesto que desde hace cinco años estoy obligado a llevar una vida blindada, con vigilancia fija de mi casa y escolta de policías permanente, a causa de las amenazas y de las condenas a muerte de los extremistas y de los terroristas islámicos, tanto de los que residen en Italia como de otros del exterior. He tenido que preguntarme sobre la actitud de quienes han emitido públicamente las fatwe (declaración por la que cualquiera puede matarlo) de los responsables jurídicos islámicos, denunciándome a mí, que era musulmán, como “enemigo del Islam”, “hipócrita cristiano copto que finge ser musulmán para dañar al Islam”, “mentiroso y difamador del Islam”, legitimando así mi condena a muerte. Me he preguntado cómo es posible que alguien como yo, que ha luchado con convicción y hasta el cansancio por un “Islam moderado”, asumiendo la responsabilidad de exponerse en primera persona a las denuncias del extremismo y del terrorismo islámico, haya terminado por ser condenado a muerte en nombre del Islam, basándose en una legitimación del Corán.Por esto he llegado a comprender que, más allá de la contingencia de los fenómenos extremistas y del terrorismo islámico a nivel mundial, la raíz del mal está inscrita en un Islam que es fisiológicamente violento e históricamente conflictivo.Paralelamente, la Providencia me ha hecho encontrar personas católicas practicantes de buena voluntad que, en virtud de su testimonio y de su amistad, han llegado a ser un punto de referencia en el plano de la certeza de la verdad y de la solidez de los valores.


Me refiero en primer lugar a muchos amigos de Comunión y Liberación, con don Julián Carrión a la cabeza. A religiosos como don Gabriel Mangiarotti, Sor Maria Gloria Riva, don Carlo Maurizi y al Padre Yohannis Lahzi Gaid; al descubrimiento de los salesianos, gracias a don Angelo Tengattini y a don Maurizio Verlezza, que culminó en la amistad con el Rector Mayor, don Pascual Chávez Villanueva, y hasta el abrazo con altos prelados de gran humanidad, como el cardenal Tarcisio Bertone, monseñor Luigi Negri, Giancarlo Vecerrica, Gino Romanazzi y, sobre todo, don Bruno Fisichella, que me ha seguido en mi trayectoria espiritual de aceptación de la fe cristiana. Pero, sin duda, el encuentro más extraordinario y significativo en mi decisión de convertirme ha sido el del Papa Benedicto XVI, al que he admirado y defendido como musulmán por su maestría al señalar el ligamen indisoluble entre la fe y la razón, como fundamento de la auténtica religión y de la civilización humana, y al cual adhiero plenamente como cristiano para llenarme de nueva luz en el cumplimiento de la misión que Dios me ha reservado.
LA ELECCION Y LAS AMENAZAS
Querido Director, me has preguntado si no temo por mi vida, sabiendo que la conversión al cristianismo me acarreará una enésima y muy grave condena a muerte por apostasía. Tienes toda la razón. Sé bien a lo que me expongo, pero me enfrento a ello con la cabeza alta, con la espalda derecha y con la solidez interior del que tiene la certeza de la propia fe. Y lo haré aún más después del gesto histórico y valeroso del Papa, quien desde que conoció mi deseo, enseguida aceptó administrarme él mismo los sacramentos de la iniciación cristiana. Su Santidad ha lanzado un mensaje explícito y revolucionario a una Iglesia que hasta ahora ha sido demasiado prudente en la conversión de los musulmanes, absteniéndose de hacer proselitismo en los países de mayoría islámica y callando sobre la realidad de los convertidos en los países cristianos. Por miedo. Por el miedo de no poder ayudar a los convertidos, condenados a muerte por apostasía, y por el miedo de las represalias que podrían tener los cristianos que viven en los países islámicos. Benedicto XVI, con su testimonio, está diciendo que es necesario vencer el miedo y no tener ningún temor de afirmar la verdad sobre Jesús, también a los musulmanes.

BASTA DE VIOLENCIA
Por mi parte, yo digo que ya es hora de poner fin a la arbitrariedad y a la violencia de los musulmanes que no respetan la libertad de elección religiosa. En Italia hay millares de convertidos al Islam que viven serenamente su nueva fe. Pero también hay millares de musulmanes convertidos al cristianismo, que son constreñidos a silenciar su nueva fe por miedo de ser asesinados por los extremistas islámicos que están entre nosotros.
Por una de esas “casualidades” en las que se ve la mano discreta del Señor, mi primer artículo escrito en el Corriere el 3 de setiembre de 2003, se titulaba “Las nuevas catacumbas de los islámicos convertidos”. Era una investigación sobre algunos neo-cristianos que denunciaban en Italia su profunda soledad espiritual y humana, debida a la pasividad de las instituciones del estado, que no protegen su seguridad, y al silencio de la propia Iglesia. Por eso espero que del gesto histórico del Papa y de mi testimonio obtengan el convencimiento de que ha llegado el momento de salir de las tinieblas de las catacumbas y de afirmar públicamente su voluntad de ser plenamente ellos mismos. Si aquí, en Italia, en la cuna del catolicismo, en nuestra casa, no estamos en condiciones de garantizar a todos la plena libertad religiosa, ¿cómo podremos ser creíbles cuando denunciamos la violación de esta libertad en otras partes del mundo? Ruego a Dios que esta Pascua especial lleve a la resurrección espiritual del espíritu a todos los fieles en Cristo que hasta ahora han sido dominados por el miedo.
Magdi Allam

El p. Antonio Bonzani misionero, teólogo y párroco...


Antonio Bonzani nació en Italia, a 6 km de la frontera con Suiza, su pueblo ha recibido la gracia de una protección especial de la santísima Virgen María. En 1494 una persona enojada con la Madre del Señor arrojó una piedra, contra la pintura que se encuentraba en un muro de piedra del pueblo, impactando en la frente de la imagen de la Virgen. Durante 18 días, de esa pintura que recordaba a la Madre del Señor amamantando al niño Dios, broto sangre. Lleva 37 años ordenado como sacerdote, y su vocación misionera lo hizo llegar hasta estas tierras. Antonio es catedrático del tratado de Dios, y también lo es del de Escatología. Una Confesión para prestarle mucha atención…
Ya podés escuchar el archivo de audio.. http://www.badongo.com/es/file/8675338