jueves, 24 de enero de 2008

Benedicto XVI :El valor de la verdad (Sapienza) Diác. Jorge Novoa

Al llegar de las vacaciones me enteré del insuceso vivido por el Papa, en relación con la visita suspendida a la Universidad “Sapienza” de Roma. Ciertamente que el escrito presentado a las autoridades de la Universidad por algunos profesores, más de 60 para mayor exactitud, manifestando su desconcierto por la invitación realizada al Papa, no tiene su origen en las autoridades de la Universidad, pero es de notar, que los profesores que ocupan esos cargos lo hacen con el beneplácito de las autoridades de dicha Institución.

Los estudiantes también han decidido manifestar su disconformidad, probablemente influidos por los profesores, pues anunciaron que harían manifestaciones en la ciudad universitaria desde la llegada del Pontífice. Al ser entrevistado el profesor de genética médica de “Sapienza”, Bruno Dellapiccola afirmaba:
“Debo decir que ésta es una reacción vergonzosa que seguramente no honra a una universidad grande e importante como La Sapienza, de la cual formo parte. Una Universidad que hace unos años p.e. invitó al grupo de los Raelianos que querían hacer la clonación del hombre. Una Universidad que siempre ha estado abierta a los políticos de cualquier tendencia e incluso ha abierto sus puertas a actores, que han sentado cátedra por su popularidad. ¿No se avergüenzan los que firman manifiestos de este tipo que con ello impiden hablar a una persona que goza de respeto a nivel mundial? Es necesario tener respeto por las personas que pueden tener pensamientos distintos, incluso que no puedan ser compartidos. Pero que en todo caso un ateneo grande como la Universidad ha de mostrar hospitalidad a todos, especialmente cuando tenemos la suerte de ser visitados por figuras sobresalientes que vienen a nuestra universidad".


No tengo el placer del asombro como el profesor Dellapiccola, ante las posturas que adoptan los defensores de la “laicidad”, lo que se hace presente en ellas, es la postura estratégica que tienen y que permanece oculta bajo el paraguas del respeto cuando favorece sus posturas ideológicas (laicismo, relativismo, etc). Los profesores, que según el rector son una minoría, respuesta bastante simplista, han hecho este pedido en nombre de la “laicidad y la ciencia”.

Frente a este hecho hay evidentemente algo que anda muy mal, y que nos induce a preguntarnos: ¿Esta prestigiosa Universidad, fundada por el Papa Bonifacio VIII, tiene un grupo de profesores que descalifican al papa Benedicto XVI, por no compartir sus afirmaciones, expresando que su presencia sería nociva para la Institución?
En principio me animo a decir que la afirmación hecha atenta contra la verdad, y que ella, no admite, en la respuesta que debe dar la Institución, posturas negociadoras. Si estos centros están al servicio de la verdad, sería oportuno declarar, que tal afirmación es falsa. ¿Qué imagen se ha sembrado en los corazones de los estudiantes, y cuáles serán las consecuencias para el futuro? ¿Cuál es el concepto de laicidad que proponen con sus argumentos este grupo de profesores? ¿Se anunciaba que los estudiantes realizarían una “semana anticlerical”, parece ser un acto nacido de una mentalidad intolerante? Ante estos interrogantes, es demasiado lights, responder que son una minoría, o que deberían aceptar al Papa como “un hombre de cultura o un profesor independientemente de sus ideas”. Aquí, podríamos preguntar al rector Guarini, si esa es la posición de la Institución? En honor a la verdad se debe enseñar el interés de la Iglesia por las ciencias, no debemos olvidar la presencia de tantos hombres de fe en los distintos campos de saber. Creo que Guarini, para responder como lo hizo, se perdió la oportunidad de quedarse callado.

Ladran sancho…

En medio de esta situación lamentable, hay también una lectura entre líneas que debemos valorar. Benedicto XVI es un hombre de Dios muy sabio, el don que ha recibido, es de mucho valor para el mundo contemporáneo y especialmente para la Iglesia. No es la primera vez, ni será la última, que sus palabras o su presencia provoquen estas reacciones, ellas iluminan poderosamente zonas que en la cultura contemporánea se presentan como bastiones de los paradigmas ateos.

Los científicos ateos o marxista y los amigos de las logias, se enojan porque sus palabras hacen tambalear los “caballitos de batalla”, tantas veces promocionados por los medios de comunicación. En sus listas figuran todo lo que se puede cuestionar, pero nadie debe cuestionar los postulados que ellos defienden, con los que edifican un mundo sin Dios. Estos profesores, que en nombre de la “laicidad y la ciencia” censuran la presencia del Papa, actúan irracionalmente deshonrando el saber y faltando a la verdad.

Es una infamia que ultraja a la comunidad católica, la que ha perpetrado este grupo de profesores y alumnos de “Sapienza”, sería bueno una reparación que permita ver claramente que la Institución disiente con estas afirmaciones, de lo contrario, las declaraciones de Guarini parecen dar crédito a lo que se ha afirmado en la carta.

La verdad tiene una exigencia que muchas veces conlleva el padecimiento, así lo ha manifestado Benedicto XVI en sus enseñanzas y acciones, parece ser que sabían estos profesores que sus condecoraciones no condicionarían las palabras del Papa. Dios bendiga al Papa!!!

Benedicto XVI :El valor de la verdad (Sapienza) Diác. Jorge Novoa

Al llegar de las vacaciones me enteré del insuceso vivido por el Papa, en relación con la visita suspendida a la Universidad “Sapienza” de Roma. Ciertamente que el escrito presentado a las autoridades de la Universidad por algunos profesores, más de 60 para mayor exactitud, manifestando su desconcierto por la invitación realizada al Papa, no tiene su origen en las autoridades de la Universidad, pero es de notar, que los profesores que ocupan esos cargos lo hacen con el beneplácito de las autoridades de dicha Institución.

Los estudiantes también han decidido manifestar su disconformidad, probablemente influidos por los profesores, pues anunciaron que harían manifestaciones en la ciudad universitaria desde la llegada del Pontífice. Al ser entrevistado el profesor de genética médica de “Sapienza”, Bruno Dellapiccola afirmaba:
“Debo decir que ésta es una reacción vergonzosa que seguramente no honra a una universidad grande e importante como La Sapienza, de la cual formo parte. Una Universidad que hace unos años p.e. invitó al grupo de los Raelianos que querían hacer la clonación del hombre. Una Universidad que siempre ha estado abierta a los políticos de cualquier tendencia e incluso ha abierto sus puertas a actores, que han sentado cátedra por su popularidad. ¿No se avergüenzan los que firman manifiestos de este tipo que con ello impiden hablar a una persona que goza de respeto a nivel mundial? Es necesario tener respeto por las personas que pueden tener pensamientos distintos, incluso que no puedan ser compartidos. Pero que en todo caso un ateneo grande como la Universidad ha de mostrar hospitalidad a todos, especialmente cuando tenemos la suerte de ser visitados por figuras sobresalientes que vienen a nuestra universidad".


No tengo el placer del asombro como el profesor Dellapiccola, ante las posturas que adoptan los defensores de la “laicidad”, lo que se hace presente en ellas, es la postura estratégica que tienen y que permanece oculta bajo el paraguas del respeto cuando favorece sus posturas ideológicas (laicismo, relativismo, etc). Los profesores, que según el rector son una minoría, respuesta bastante simplista, han hecho este pedido en nombre de la “laicidad y la ciencia”.

Frente a este hecho hay evidentemente algo que anda muy mal, y que nos induce a preguntarnos: ¿Esta prestigiosa Universidad, fundada por el Papa Bonifacio VIII, tiene un grupo de profesores que descalifican al papa Benedicto XVI, por no compartir sus afirmaciones, expresando que su presencia sería nociva para la Institución?
En principio me animo a decir que la afirmación hecha atenta contra la verdad, y que ella, no admite, en la respuesta que debe dar la Institución, posturas negociadoras. Si estos centros están al servicio de la verdad, sería oportuno declarar, que tal afirmación es falsa. ¿Qué imagen se ha sembrado en los corazones de los estudiantes, y cuáles serán las consecuencias para el futuro? ¿Cuál es el concepto de laicidad que proponen con sus argumentos este grupo de profesores? ¿Se anunciaba que los estudiantes realizarían una “semana anticlerical”, parece ser un acto nacido de una mentalidad intolerante? Ante estos interrogantes, es demasiado lights, responder que son una minoría, o que deberían aceptar al Papa como “un hombre de cultura o un profesor independientemente de sus ideas”. Aquí, podríamos preguntar al rector Guarini, si esa es la posición de la Institución? En honor a la verdad se debe enseñar el interés de la Iglesia por las ciencias, no debemos olvidar la presencia de tantos hombres de fe en los distintos campos de saber. Creo que Guarini, para responder como lo hizo, se perdió la oportunidad de quedarse callado.

Ladran sancho…

En medio de esta situación lamentable, hay también una lectura entre líneas que debemos valorar. Benedicto XVI es un hombre de Dios muy sabio, el don que ha recibido, es de mucho valor para el mundo contemporáneo y especialmente para la Iglesia. No es la primera vez, ni será la última, que sus palabras o su presencia provoquen estas reacciones, ellas iluminan poderosamente zonas que en la cultura contemporánea se presentan como bastiones de los paradigmas ateos.

Los científicos ateos o marxista y los amigos de las logias, se enojan porque sus palabras hacen tambalear los “caballitos de batalla”, tantas veces promocionados por los medios de comunicación. En sus listas figuran todo lo que se puede cuestionar, pero nadie debe cuestionar los postulados que ellos defienden, con los que edifican un mundo sin Dios. Estos profesores, que en nombre de la “laicidad y la ciencia” censuran la presencia del Papa, actúan irracionalmente deshonrando el saber y faltando a la verdad.

Es una infamia que ultraja a la comunidad católica, la que ha perpetrado este grupo de profesores y alumnos de “Sapienza”, sería bueno una reparación que permita ver claramente que la Institución disiente con estas afirmaciones, de lo contrario, las declaraciones de Guarini parecen dar crédito a lo que se ha afirmado en la carta.

La verdad tiene una exigencia que muchas veces conlleva el padecimiento, así lo ha manifestado Benedicto XVI en sus enseñanzas y acciones, parece ser que sabían estos profesores que sus condecoraciones no condicionarían las palabras del Papa. Dios bendiga al Papa!!!

martes, 22 de enero de 2008

Un tiempo de vaciones en familia

Qué reconfortante se torna el tiempo de vacaciones en familia, pudiendo emplearlo en conversar gratuitamente con los distintos miembros de la familia, sin las presiones que ejerce el reloj en lo cotidiano. Compartir gratuitamente el tiempo y reírnos juntos. Qué saludable es reírnos juntos!!! Yo he aprendido con el tiempo a reírme de mí mismo y esto me ha hecho mucho bien. Otra oportunidad que podemos darnos en las vacaciones es la de mirarnos con detenimiento. No solamente con la intención de reparar en los aspectos externos, sino para captar el milagro que resulta ser toda persona humana. Lo irrepetible y único de cada ser humano.

También es un tiempo propicio para que podamos, como familias católicas, orar juntos, si la familia es muy numerosa tal vez esto no sea posible, pero siempre habrá un momento para la oración en familia, de modo que todos sentirán la invitación a ser parte de ese espacio y podrán libremente responder. Nosotros elegimos las 15 hs, la hora de la misericordia era el momento para la oración familiar, y luego de la coronilla rezábamos el santo Rosario.

En estas circunstancias, también hay espacios de silencio y reflexión, personal y familiar, sobre diversos tópicos, el libros que alguno está leyendo, en casa habían cuatro en danza, (Yo Paco, Aparecida, Jesús de Nazaret de Benedicto XVI, y uno que Cristina reclamó permanentemente sobre buenos modales) las noticias de los diarios o las que se dan a conocer en los informativos televisivos.

Los programas veraniegos de la TV que promueven los grandes centros turísticos del país, son mostrados en medio del “glamour” y las fiestas nocturnas excéntricas, con contenidos por lo general bastante “livianos”, como las ropas que siempre llevan. Así calificaba el grupo argentino “les Luthiers” este tipo de propuestas: el que piensa pierde.

Como dicen por aquí: “un botón basta de muestra”. En un Balneario de Uruguay muy promocionado, preparado especialmente para jóvenes, la televisión “por activa y pasiva” dio cuentas de la costumbre adquirida en un boliche nocturno, en el que recibían la bebida para consumir en “pelelas y zapatos”. Parece imposible o de ciencia ficción, y si a esto le agregamos que los que bebían en estos utensilios no eran animales, hasta Julio Verne se quedaría atónito. Y que decir, si esto los medios lo convierten en una noticia muy promocionada …

Las vacaciones permiten encuentros con amigos. Amigos de nuestros hijos, amigos nuestros, amigos que posibilitan muchas veces nuestras propias vacaciones, ciertamente que cultivar la amistad es una “forma de vacacionar” a lo largo del año. El amigo es un oasis refrescante.

Así transcurrieron nuestras vacaciones, como ocurre habitualmente muy esperadas y muy rápidamente vividas. Vacaciones juntos, con todos los cansancios que ello comporta, con todas las tensiones que supone, los ruidos nocturnos o a la hora de la siesta, las plantas rotas por los pelotazos en el jardín y la bici pinchada... pero, reafirmando el sentido de pertenencia a una familia con luces y sombras, a la que quiero y en la que soy querido, a la que también aporto y de la que recibo.

Para nuestra familia, formada por seis integrantes, cinco compartimos las vacaciones, nuestra hija mayor, a punto de recibirse de médico, pudo hacerse una escapada algunos días. Todavía no hay nietos…están en nuestras conversaciones veraniegas y en nuestros sueños cotidianos.