jueves, 30 de abril de 2009

JUAN PABLO II: TRABAJO Y DIGNIDAD DE LA PERSONA

Continuando todavía en la perspectiva del hombre como sujeto del trabajo, nos conviene tocar, al menos sintéticamente, algunos problemas que definen con mayor aproximación la dignidad del trabajo humano, ya que permiten distinguir más plenamente su específico valor moral. Hay que hacer esto, teniendo siempre presente la vocación bíblica a «dominar la tierra»,14 en la que se ha expresado la voluntad del Creador, para que el trabajo ofreciera al hombre la posibilidad de alcanzar el «dominio» que le es propio en el mundo visible.

La intención fundamental y primordial de Dios respecto del hombre, que Él «creó... a su semejanza, a su imagen»,15 no ha sido revocada ni anulada ni siquiera cuando el hombre, después de haber roto la alianza original con Dios, oyó las palabras: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan»,16 Estas palabras se refieren a lafatiga a veces pesada, que desde entonces acompaña al trabajo humano; pero no cambian el hecho de que éste es el camino por el que el hombre realiza el «dominio», que le es propio sobre el mundo visible «sometiendo» la tierra. Esta fatiga es un hecho universalmente conocido, porque es universalmente experimentado. Lo saben los hombres del trabajo manual, realizado a veces en condiciones excepcionalmente pesadas. La saben no sólo los agricultores, que consumen largas jornadas en cultivar la tierra, la cual a veces «produce abrojos y espinas»,17 sino también los mineros en las minas o en las canteras de piedra, los siderúrgicos junto a sus altos hornos, los hombres que trabajan en obras de albañilería y en el sector de la construcción con frecuente peligro de vida o de invalidez. Lo saben a su vez, los hombres vinculados a la mesa de trabajo intelectual; lo saben los científicos; lo saben los hombres sobre quienes pesa la gran responsabilidad de decisiones destinadas a tener una vasta repercusión social. Lo saben los médicos y los enfermeros, que velan día y noche junto a los enfermos. Lo saben las mujeres, que a veces sin un adecuado reconocimiento por parte de la sociedad y de sus mismos familiares, soportan cada día la fatiga y la responsabilidad de la casa y de la educación de los hijos. Lo saben todos los hombres del trabajo y, puesto que es verdad que el trabajo es una vocación universal, lo saben todos los hombres.

No obstante, con toda esta fatiga —y quizás, en un cierto sentido, debido a ella— el trabajo es un bien del hombre. Si este bien comporta el signo de un «bonum arduum», según la terminología de Santo Tomás;18 esto no quita que, en cuanto tal, sea un bien del hombre. Y es no sólo un bien «útil» o «para disfrutar», sino un bien «digno», es decir, que corresponde a la dignidad del hombre, un bien que expresa esta dignidad y la aumenta. Queriendo precisar mejor el significado ético del trabajo, se debe tener presente ante todo esta verdad. El trabajo es un bien del hombre —es un bien de su humanidad—, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido «se hace más hombre».

Si se prescinde de esta consideración no se puede comprender el significado de la virtud de la laboriosidad y más en concreto no se puede comprender por qué la laboriosidad debería ser una virtud: en efecto, la virtud, como actitud moral, es aquello por lo que el hombre llega a ser bueno como hombre.19 Este hecho no cambia para nada nuestra justa preocupación, a fin de que en el trabajo, mediante el cual la materia es ennoblecida, el hombre mismo no sufra mengua en su propia dignidad.20 Es sabido además, que es posible usar de diversos modos el trabajo contra el hombre, que se puede castigar al hombre con el sistema de trabajos forzados en los campos de concentración, que se puede hacer del trabajo un medio de opresión del hombre, que, en fin, se puede explotar de diversos modos el trabajo humano, es decir, al hombre del trabajo. Todo esto da testimonio en favor de la obligación moral de unir la laboriosidad como virtud con el orden social del trabajo, que permitirá al hombre «hacerse más hombre» en el trabajo, y no degradarse a causa del trabajo, perjudicando no sólo sus fuerzas físicas (lo cual, al menos hasta un cierto punto, es inevitable), sino, sobre todo, menoscabando su propia dignidad y subjetividad.


14. Cfr. Gén 1, 28.
15. cfr. Gén 1, 26-27.
16Gén 3, 19.
17Heb 6, 8; cfr. Gén  3, 18.
18. Cfr. Summa Th. , I-II, q. 40, a. 1 c; I-II, q. 34, a. 2, ad 1.
19. Cfr. Summa Th. , I-II, q. 40, a. 1 c; I-II, q. 34, a. 2, ad 1.
20. Cfr. Pío XI, Carta Encíclica Quadragesimo annoAAS 23 (1931) p. 221-222.

FUENTE : LABOREM EXERCENS

CONFERENCIA EPISCOPAL DEL URUGUAY: CONCLUYÓ ASAMBLEA PLENARIA 2009


COMUNICADO DE PRENSA

Documento Pastoral de los Obispos para las comunidades cristianas

PAUTAS PARA EL DISCERNIMIENTO POLÍTICO EN AÑO ELECTORAL

SALUDO DE LOS OBISPOS CON MOTIVO DEL DÍA DE LOS TRABAJADORES
 MISIÓN CONTINENTAL PARA UNA IGLESIA EN ESTADO DE MISIÓN PERMANENTE

http://www.iglesiauruguaya.com/asamblea_obispos.htm

miércoles, 29 de abril de 2009

PARA EL MES DE MARÍA AUXILIADORA

“Cada uno de nosotros tiene la misma misión que la Santísima Virgen, la misma vocación increíble: colocar a Jesucristo en el mundo, hacer que Jesucristo viva en el mundo, hacer que Jesucristo llegue a ser alguien vivo en el mundo.”
 
Enviado por el padre  Vicente Vega Soto sdb

martes, 28 de abril de 2009

BENEDICTO XVI: LA INTERPRETACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA


Señor cardenal, excelencia, queridos miembros de la Pontificia Comisión Bíblica:

Me alegra acogeros una vez más al término de vuestra anual asamblea plenaria. Agradezco al señor cardenal William Levada su discurso de saludo y la concisa exposición del tema que ha sido objeto de atenta reflexión en el curso de vuestra reunión. Os habéis reunido nuevamente para profundizar un argumento muy importante: la inspiración y la verdad de la Biblia. Se trata de un tema que afecta no sólo a la teología, sino a la misma Iglesia, porque la vida y la misión de la Iglesia se fundan necesariamente sobre la Palabra de Dios, la cual es alma de la teología y, al mismo tiempo, inspiradora de toda la existencia cristiana. El tema que habéis afrontado responde, además, a una preocupación que llevo particularmente dentro, ya que la interpretación de la Sagrada Escritura es de importancia capital para la fe cristiana y para la vida de la Iglesia.

Como usted ha ya recordado, señor presidente, en la encíclica Providentissimus Deus el papa León XIII ofrecía a los exegetas católicos un nuevo aliento y nuevas directivas en el tema de la inspiración, verdad y hermenéutica bíblica. Más tarde Pío XII en su encíclica Divino afflante Spiritu recogía y completaba las enseñanzas precedentes, exhortando a los exegetas católicos a llegar a soluciones en pleno acuerdo con la doctrina de la Iglesia, teniendo debidamente en cuenta las positivas aportaciones de los nuevos métodos de interpretación desarrollados en aquellos momentos. El vivo impulso dado por estos dos pontífices a los estudios bíblicos, como usted ha dicho también, ha encontrado plena confirmación y ha sido ulteriormente desarrollado en el Concilio Vaticano II, de modo que toda la Iglesia ha sacado y sigue sacando beneficio. En particular, la Constitución conciliar Dei Verbum ilumina aún hoy la obra de los exegetas católicos e invita a pastores y fieles a alimentarse más asiduamente en la mesa de la Palabra de Dios. El Concilio recuerda, al respecto, ante todo, que Dios es el Autor de la Sagrada Escritura: "Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia" (Dei Verbum, 11). Dado que todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos aseguran que debe considerarse afirmado por el Espíritu Santo, invisible y trascendente Autor, en consecuencia, se debe declarar que "los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación" (ibid., 11).

Del planteamiento correcto del concepto de inspiración divina y verdad de la Sagrada Escritura derivan algunas normas que afectan directamente a su interpretación. La misma constitución Dei Verbum, tras haber afirmado que Dios es el autor de la Biblia, nos recuerda que en la Sagrada Escritura Dios habla al hombre a la manera humana. Y esta sinergia divino-humana es muy importante. Dios habla realmente a los hombres de modo humano. Para una recta interpretación de la Sagrada Escritura es necesario por tanto investigar con atención qué han querido afirmar verdaderamente los hagiógrafos y qué ha querido manifestar Dios a partir de las palabras humanas. "Las palabras de Dios de hecho, expresadas con lenguas humanas, se han hecho similares al lenguaje de los hombres, como ya el Verbo del eterno Padre, habiendo asumido las debilidades de la naturaleza humana, se hizo similar a los hombres" (Dei Verbum,13). Estas indicaciones, muy necesarias para una correcta interpretación de carácter histórico-literario como primera dimensión de toda exégesis, requieren además una unión con las premisas de la doctrina sobre la inspiración y la verdad de la Sagrada Escritura. De hecho, siendo la Escritura inspirada, hay un máximo principio de recta interpretación sin el cual los escritos sagrados quedarían como letra muerta, sólo del pasado: la Sagrada Escritura debe ser "leída e interpretada con la ayuda del mismo Espíritu mediante el cual ha sido escrita" (Dei Verbum, 12).

Al respecto, el Concilio Vaticano II indica tres criterios siempre válidos para una interpretación de la Sagrada Escritura conforme al Espíritu que la ha inspirado. Ante todo es necesario prestar gran atención al contenido y a la unidad de toda la Escritura: sólo en su unidad es Escritura. De hecho, a pesar de lo diferentes que sean los libros que la componen, la Sagrada Escritura es una en virtud de la unidad del diseño de Dios, del que Cristo Jesús es el centro y el corazón (cfr.Lc 24, 25-27; Lc 24, 44-46). En segundo lugar es necesario leer la Escritura en el contexto de la tradición viva de toda la Iglesia. Según un dicho de Orígenes, "Sacra Scriptura principalius est in corde Ecclesiae quam in materialibus instrumentis scripta" es decir, "la Sagrada Escritura está escrita en el corazón de la Iglesia antes que en instrumentos materiales". De hecho la Iglesia lleva en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios y es el Espíritu Santo quien le da la interpretación de ella según su sentido espiritual (cf. Orígenes, Homiliae in Leviticum, 5, 5). Como tercer criterio es necesario prestar atención a la analogía de la fe, es decir, a la cohesión de las verdades de fe individuales entre ellas y con el plano completo de la Revelación y de la plenitud de la economía divina contenida en ella.

La tarea de los investigadores que estudian con diferentes métodos la Sagrada Escritura es la de contribuir, según los mencionados principios, a la comprensión más profunda y a la exposición del sentido de la Sagrada Escritura. El estudio científico de los textos sagrados es importante, pero no es por sí sólo suficiente, pues tendría en cuenta sólo la dimensión humana. Para respetar la coherencia de la fe de la Iglesia el exegeta católico tiene que estar atento a percibir la Palabra de Dios en estos textos, dentro de la misma fe de la Iglesia. Ante la falta de este imprescindible punto de referencia, la investigación exegética quedaría incompleta, perdiendo de vista su finalidad principal, con el peligro de quedar reducida a una letra meramente literaria, en la que el verdadero Autor, Dios, deja de aparecer. Además, la interpretación de las Sagradas Escrituras no puede ser sólo un esfuerzo científico individual, sino que debe confrontarse siempre, ser integrada y autentificada por la tradición viva de la Iglesia. Esta norma es decisiva para precisar la relación correcta y recíproca entre exégesis y magisterio de la Iglesia.

El exegeta católico no se siente sólo miembro de la comunidad científica, sino también y sobre todo miembro de la comunidad de los creyentes de todos los tiempos. En realidad, estos textos no han sido entregados sólo a los investigadores o a la comunidad científica "para satisfacer su curiosidad y o para ofrecerles argumentos de estudio y de investigación" (Divino afflante Spiritu,EB 566). Los textos inspirados por Dios han sido encomendados en primer lugar a la comunidad de los creyentes, a la Iglesia de Cristo, para alimentar la vida de fe y para guiar la vida de caridad. El respeto de esta finalidad condiciona la validez y la eficacia hermenéutica bíblica. La encíclica Providentissimus Deus recordó esta verdad fundamental y observó que, en vez de obstaculizar la investigación científica, el respeto de este dato favorece su auténtico desarrollo. Una hermenéutica de la fe corresponde más a la realidad de este texto que una hermenéutica racionalista, que no conoce a Dios.

Ser fieles a la Iglesia significa, de hecho, enmarcarse en la corriente de la gran Tradición que, bajo la guía del Magisterio, ha reconocido los escritos canónicos como Palabra dirigida por Dios a su pueblo y nunca ha dejado de meditarlos y de descubrir sus inagotables riquezas. El Concilio Vaticano II lo confirmó con gran claridad: "todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Escritura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de conservar y de interpretar la palabra de Dios" (Dei Verbum, 12). Como nos recuerda la mencionada constitución dogmática, existe una inseparable unidad entre Sagrada Escritura y Tradición, pues ambas procede de una misma fuente: "La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma divina fuente, se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin. Ya que la Sagrada Escritura es la palabra de Dios en cuanto se consigna por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo, y la Sagrada Tradición transmite íntegramente a los sucesores de los apóstoles la palabra de Dios, a ellos confiada por Cristo Señor y por el Espíritu Santo para que, con la luz del Espíritu de la verdad la guarden fielmente, la expongan y la difundan con su predicación; de donde se sigue que la Iglesia no deriva solamente de la Sagrada Escritura su certeza acerca de todas las verdades reveladas. Por eso se han de recibir y venerar ambas con un mismo espíritu de amor y reverencia" (Dei Verbum, 9). Como sabemos, esta frase "con un mismo espíritu de amor y reverencia" fue creada por san Basilio, y después fue recogida por el Decreto de Graciano, por la que entró en el Concilio de Trento y después en el Vaticano II. Expresa precisamente esta inter-penetración entre Escritura y Tradición. Sólo el contexto eclesial permite a la Sagrada Escritura ser entendida como auténtica Palabra de Dios, que se convierte en guía, norma y regla para la vida de la Iglesia y en crecimiento espiritual de los creyentes. Esto, como ya he dicho, no impide de ninguna manera una interpretación seria, científica, pero abre además el acceso a las dimensiones ulteriores de Cristo, inaccesibles a un análisis sólo literario, que es incapaz de acoger en sí el sentido global que a través de los siglos ha guiado a la Tradición de todo el Pueblo de Dios.

Queridos miembros de la Comisión Pontificia Bíblica, deseo concluir mi intervención formulando a todos vosotros mi agradecimiento personal y mi aliento. Os doy las gracias cordialmente por el comprometido trabajo que realizáis al servicio de la Palabra de Dios y de la Iglesia, mediante la búsqueda, la enseñanza y la publicación de vuestros estudios. A esto añado mi aliento en el camino que todavía queda por recorrer. En un mundo en el que la investigación científica asume una importancia cada vez mayor en numerosos campos, es indispensable que la ciencia exegética se coloque a un nivel adecuado. Es uno de los aspectos de la enculturación de la fe que forma parte de la misión de la Iglesia, en sintonía con la acogida del misterio de la Encarnación. Queridos hermanos y hermanas: el Señor Jesucristo, Verbo de Dios encarando y divino Maestro que ha abierto el espíritu de sus discípulos a la comprensión de las Escrituras (Cf. Lucas 24, 45), os guíe y apoye en vuestras reflexiones. Que la Virgen María, modelo de docilidad y obediencia a la Palabra de Dios, os enseñe a acoger cada vez mejor la riqueza inagotable de la Sagrada Escritura, no sólo a través de la investigación intelectual, sino también de vuestra vida de creyentes, para que vuestro trabajo y vuestra acción puedan contribuir a que sea cada vez más resplandeciente ante los fieles la luz de la Sagrada Escritura. Al mismo tiempo que os aseguro el apoyo de mi oración en vuestro empeño, os imparto de corazón, como prenda de divinos favores, la bendición apostólica.

domingo, 26 de abril de 2009

ENCUENTRO DE JÓVENES

HACÉ DOBLE CLICK SOBRE LA IMAGEN...

ENCUENTROS CON JESÚS ABRIL 2009

Realizamos nuestro "Encuentros con  Jesús" de abril 2009, centrado en la figura de María Santísma, una vez más el Señor derramó su gracia y misericordia. Cerca de 100 hermanos compartieron el Encuentro. 

Estamos editando la predicación, aparece como sonido de fondo, los chicos de los scouts que tienen sus actividades en el fondo de la Capilla, pero buscaremos solucionarlo...  

EL PRÓXIMO "ENCUENTROS CON JESÚS"  SERÁ EL SÁBADO 23 DE MAYO (4to sábado del mes) DESDE LAS 15.30 HS, EN LA CAPILLA MARÍA REINA DE LA PAZ.. 

TELÉFONO 487 00 69

sábado, 25 de abril de 2009

MEDJUGORJE: MENSAJE 25 DE ABRIL

25 abril

Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de abril de 2009 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina

María Reina de la Paz

''¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a orar por la paz y a testimoniarla en sus familias, a fin de que la paz se convierta en el tesoro más grande en este mundo sin paz. Yo soy su Reina de la Paz y su Madre. Deseo conducirlos por el camino de la paz que solamente proviene de Dios. Por eso, oren, oren, oren. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!''
                             
 Message of April 25, 2009

"Dear children! Today I call you all to pray for peace and to witness it in your families so that peace may become the highest treasure on this peaceless earth. I am your Queen of Peace and your Mother. I desire to lead you on the way of peace, which comes only from God. Therefore, pray, pray, pray. ¡Thank you for having responded to my call!''

Messaggio del 25 aprile 2009
"Cari figli, oggi vi invito tutti a pregare per la pace e a testimoniarla nelle vostre famiglie affinché la pace diventi il più grande tesoro su questa terra senza pace. Io sono la vostra Regina della Pace e la vostra madre. Desidero guidarvi sulla via della pace che viene solo da Dio. Per questo pregate, pregate, pregate. ¡Grazie per aver risposto alla mia chiamata!''

jueves, 23 de abril de 2009

GRACIAS BELÉN DE ESCOBAR

Los retiros son momentos de gracia, el Señor mueve los corazones con generosidad, de esto somos testigos privilegiados. Nuestro periplo comenzó visitando Luján, allí encomendamos a  la Virgen este encuentro. EL padre Fabián fue un guía de lujo, en su primer año de ordenado fue destinado a la Basílica de Luján.

Quiero con Cristina, agradecer a los hermanos que se trasladaron desde muy lejos, en especial a los que viajaron desde Montevideo, o desde Córdoba ( aprox. 800 km). Un agradecimiento para Juan, que por medio de sus cantos nos hizo orar, como decía san Agustín : el que canta ora dos veces. Y a los que nos recibieron con tanta generosidad.Quiero recordar a los jóvenes que participaron con vivo interés celebrando con alegría el sacramento de la reconciliación.

Dios que sembró su semilla buena en ustedes, la haga producir frutos de santidad abundantes.

DIÁCONO JORGE NOVOA: LUGO Y EL ESCÁNDALO DE LOS SENCILLOS


En estos días, la noticia escandalosa del actual presidente Paraguay, Fernando Lugo ha estado en informativos y revistas de  nuestra región de modo permanente. Sabemos que el actual presidente de Paraguay, era obispo de la Iglesia Católica, por lo cual, el escándalo se multiplicó.

Lugo acepto públicamente la relación con la joven que lo demandó, ella, bastante menor al actual mandatario. Es de lamentar todo este insuceso. Y especialmente lo lamento, por las personas sencillas que viven en nuestras comunidades, y que  han recibido el azote de compañeros de trabajo, familiares, y de los medios de comunicación, que siembran dudas y multiplican sospechas.

El reconocimiento  público de la relación, por parte del actual presidente con la joven, y que se emitió por la televisión, realmente no me agradó, no ví compunsión, ni arrepentimiento, cosas esperables en  un hombre de fe. El gesto que reclama la  justicia, debido al reconocimiento público de su paternidad, lamentablemente realizado por la presión de la denuncia, resultó un tanto pobre.

No debemos juzgar a las personas, pero sí sus actos objetivos, y especialmente velar por los sencillos, aquellos que hoy están perturbados por el escándalo. Como un hermano en la fe, le pido a María, para que pueda emprender el camino de la penitencia, al tiempo que imploro para los sencillos la gracia de la perseverancia.. 

miércoles, 22 de abril de 2009

FR. NELSON MEDINA OP: Podemos ya declarar el proyecto Universidad Catolica como ruidoso fracaso?

Barack Obama, el presidente norteamericano más pro-aborto de toda la historia, va a recibir el Doctorado Honorario en Leyes de la Universidad Católica más grande y emblemática de los Estados Unidos, Notre Dame. Obama tendrá a su cargo también el discurso de comienzo de curso: todo sucederá el Domingo 17 de Mayo. Hay unacampaña on-line para quejarse ante el presidente de esa otrora prestigiosa institución católica, que para más dolor y confusión, es un sacerdote, P. Jenkins; sí, el mismo que hace años justificó la presentación de los Monólogos “V” en las mismas instalaciones.

Incluso si se pretende argüír que otros presidentes, incluyendo a George W. Bush, con su propia carga de crímenes o excesos, han hablado en ese mismo foro, ello no aminora el escándola del contra la vida naciente de Obama. En fin, esta es una de esas ocasiones en que entiendo la ira santa de Luis Fernando Pérez. Uno sólo puede preguntarse: ¿es que el P. Jenkins no tiene un superior? ¿Él se manda solo? Su postura en esto y otras cosas va en choque frontal con las declaraciones de los mismos obispos de Estados Unidos. ¿Eso importa algo, o nada?

El acto ridículo que sucederá el 17 de Mayo no es lamentablemente un caso aislado. Mi propia teoría es que las autoridades en nuestra Iglesia deberían retirar sin más fórmula de juicio el adjetivo de “católicas” a la gran mayoría de las instituciones de educación superior, incluyendo varias en que yo mismo he estudiado. Que alguien me explique para qué sirve llamar católica a una universidad colombiana que hace años se ha especializado en demostrar que la resurrección de Cristo no importa y que si se descubrieran los huesos de Cristo, nada debería cambiar. Tampoco esa universidad es un caso aislado; es la norma, más bien, si uno mira el espectro de universidades católicas europeas, salvo algunas pontificias super-vigiladas en Roma.

Mejor dicho: ¿por qué creemos, por qué nos empeñamos en soñar, que sí hemos logrado lo que no hemos logrado? Y lo que no hemos logrado es crear una red real de centros vivos en los que el pensamiento crezca a la vez inspirado por la fe y confrontado por al realidad de la ciencia, el arte y la sociedad. De continuo caemos en extremos. La gran mayoría de las instituciones de educación superior simplemente han sido otras tantas “Notre Dame” y han doblado la rodilla delante de los poderes e ídolos de esta tierra. Otras pocas en cambio, se refugian en la piedad, sin entrar en confrontaciones con los temas más hondos de bioética, por ejemplo, y otras pocas, viven de los réditos de la filosofía clásica y tradicional, en versión fosilizada, y de nuevo incapaz de un diálogo real con los nuevos retos y problemas. Siempre queda un pequeño resto, por supuesto, pero qué pequeño.

¿Ideas? ¿Ejemplos a seguir o a evitar? ¿Testimonios en algún sentido? Quedan abiertos los comentarios.

Fr. Nelson Medina, O.P.

martes, 14 de abril de 2009

RETIRO ESPIRITUAL EN BUENOS AIRES


Ya con un pie en el estribo, quiero pedirles una oración por los frutos espirituales del retiro que iré a compartir en Buenos Aires con mi querido amigo el padre Fabián Barrera. Será del 17 al 19 de abril en Escobar, y la temática elegida se centra en el capítulo XII del libro del Apocalípsis. 

Encomendamos a María este encuentro y el itinerario de cada corazón para el seguimiento de Jesús.

viernes, 10 de abril de 2009

HANS URS VON BALTHASAR: VIGILIA PASCUAL


Las mujeres, que (según Mateo) habían permanecido fieles al pie de la cruz como representantes de la Iglesia que ama, siguen desempeñando este mismo papel en la mañana de Pascua. 

Es ciertamente sorprendente que las mujeres no se arredren ante los terribles acontecimientos que han tenido lugar, ni siquiera piensan en la imposibilidad de realizar su piadoso deseo (¿Quién nos correrá la piedra a la entrada del sepulcro?), sino que persisten imperturbablemente en su propósito de embalsamar el cadáver de Jesús para protegerlo de la descomposición en la medida de lo posible. Esto tiene algo de esa ingenua piedad popular que con un instinto seguro sigue su camino contra todos los impedimentos externos y contra todas las reservas espirituales. 

Y esta piedad de las santas mujeres es recompensada por Dios, pues el mismo Dios elimina los obstáculos – la piedra estaba ya corrida- y cuando las mujeres, al final de su peregrinación sin circunstancias ni reflexiones, penetran en el santuario de la tumba vacía, les proporciona una explicación tranquilizadora ante el hecho maravilloso  que se acaba de producir. Su susto es comprensible, es tradicional en la Escritura siempre que el hombre se encuentra ante una teofanía. El discurso del ángel es de una belleza sublime, sobrenatural: no se podría haber hablado de una manera más amable y al mismo tiempo más pertinente. 

La tranquilidad que se les transmite al principio, permite a las mujeres comprender lo que se les dice. Después el ángel pregunta, pues sabe lo que buscan: a un hombre concreto, Jesús el Nazareno, que murió anteayer. Y a continuación se produce esta sencilla declaración, como si fuera evidente: No está aquí; como si se dijera a un visitante: la persona que buscas no está, ha salido. Hay algo divino en esta sencilla declaración que suena a obviedad: pertenece a la lógica de la cruz el que ésta vaya seguida de la resurrección. Mirad el sitio…, convenceos vosotras mismas de que el que buscáis no está aquí. Y finalmente se transmite la orden de comunicar la noticia a los discípulos, y como prueba de que lo que se dice es verdad, se recurre al testimonio del propio Jesús: Allí lo veréis, como os dijo. En Galilea, en vuestra tierra, donde os encontráis como en casa y donde todo comenzó para vosotros. Se trata de su patria, pero sobre todo también la vuestra, y le encontraréis allí donde se desarrolla vuestra vida cotidiana. 

miércoles, 1 de abril de 2009

TOLERANCIA, TOLERANCIA GRITAN LOS INTOLERANTES


El viaje del Papa Benedicto XVI a tierras africanas ha sido difundido, por algunos medios (caricatura de uno francés) , falseando la realidad. Los temas abordados por el Santo Padre han sido diversos e importantes, ha abordado temáticas religiosas, sociales, económicas, pero los reyes de la tolerancia y de la no discriminación, anclaron sus propuestas en las palabras que éste dirigió con relación al problema del SIDA. Omitieron decir que la Iglesia Católica es la organización a nivel mundial que atiende más enfermos de SIDA, le pertenecen uno de cada cuatro centros vinculados con la atención de este flagelo, asistiendo entre el 25 y el 27 % de los afectados por la enfermedad.

La caricatura que ofende a los católicos es una grosera burla, de los que se rasgan las vestiduras reclamando tolerancia y no discriminación, tampoco manifestaron sus desacuerdos con esta imagen ofensiva y falsa, los que cantan en el coro. Recuerdo el vendabal que se levantó en Europa, cuando aparecieron las caricaturas sobre Mahoma, pero como se trata de una ofensa a la Iglesia Católica, a la que hay que silenciar, más vale mantenerse al margen aunque uno no este de acuerdo.