Los retiros son momentos de gracia, el Señor mueve los corazones con generosidad, de esto somos testigos privilegiados. Nuestro periplo comenzó visitando Luján, allí encomendamos a la Virgen este encuentro. EL padre Fabián fue un guía de lujo, en su primer año de ordenado fue destinado a la Basílica de Luján.
Quiero con Cristina, agradecer a los hermanos que se trasladaron desde muy lejos, en especial a los que viajaron desde Montevideo, o desde Córdoba ( aprox. 800 km). Un agradecimiento para Juan, que por medio de sus cantos nos hizo orar, como decía san Agustín : el que canta ora dos veces. Y a los que nos recibieron con tanta generosidad.Quiero recordar a los jóvenes que participaron con vivo interés celebrando con alegría el sacramento de la reconciliación.
Dios que sembró su semilla buena en ustedes, la haga producir frutos de santidad abundantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario