--Cardenal Cipriani: Una alegría estrenar estos lugares donde las cosas se dicen mejor y más fáciles. Da la impresión que lo que uno dice aquí tiene más fuerza y realidad, realmente felicito a RPP por este maravilloso salto en el mundo de las comunicaciones.
lunes, 31 de enero de 2011
CARDENAL CIPRIANI: CAMPAÑA ELECTORAL, ABORTO Y LEGALIZACIÓN DE DROGAS
--Cardenal Cipriani: Una alegría estrenar estos lugares donde las cosas se dicen mejor y más fáciles. Da la impresión que lo que uno dice aquí tiene más fuerza y realidad, realmente felicito a RPP por este maravilloso salto en el mundo de las comunicaciones.
sábado, 29 de enero de 2011
AGENCIA AICA: CIEN MILLONES DE CRISTIANOS PERSEGUIDOS
HANS URS VON BALTHASAR:IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
Las tres lecturas de la Escritura forman hoy más que nunca una unidad. En el centro aparece el evangelio. En el centro aparece el evangelio con las bienaventuranzas, que solo son comprensibles a partir de la figura y del destino de Jesús. La primera lectura muestra la historia anterior, retomada y llevada a plenitud por Cristo; la segunda lectura muestra la historia posterior en la Iglesia, que está formada por Dios muy enfáticamente según el modelo de Cristo.
Cristo y las bienaventuranzas. La enseñanza de Jesús en el evangelio se dirige expresamente a sus discípulos, es decir: a aquellos que están dispuestos no sólo a oírle sino también a seguirle. La novena bienaventuranza (Mt 5,11-12a) se refiere directamente a ellos. Lo que Jesús expone aquí a modo de programa no es una moral universal, comprensible para todo el mundo, sino la expresión de su misión y destino más personales. Él es el que se ha hecho pobre por nosotros, el que llora por Jerusalén, el no-violento contra el que se desencadena y estrella toda la violencia del mundo, el que tiene hambre y sed de la justicia de Dios. En todas estas situaciones él es el bienaventurado porque encarna perfectamente la salvación querida por Dios para el mundo y la hace posible. Por eso se alegra ya en el mundo en medio de las tribulaciones (Lc 10,21) y se alegrará eternamente como el que ha cumplido su misión y vuelve al Padre. Jesús comienza su predicación con una autopresentación que invita a seguirle.
Los pobres de Yahvé. Los discípulos no hubieran podido entender nada de esto si no hubieran tenido una mínima precomprensión de todo ello. La Antigua Alianza podía expresar de Dios la pobreza y la riqueza: ambas tienen sus ventajas relativas (Pr 30,8). Pero Israel no discurre a la manera estoica (primera lectura): concibe la riqueza como un valor y la pobreza como un contravalor; pero entiende cada vez mejor que el pobre puede tener ventaja de poner su confianza en Dios y esperarlo todo de él, mientras que el rico corre el riesgo de confiar en sus bienes, de oprimir a los pobres en su codicia y (como Ajab) de robarles lo poco que éstos tienen. Ya la ley, pero sobre todo los Profetas condenan esta actitud como contraria a la alianza de Dios; la sabiduría y los últimos Salmos recuerdan la provisionalidad de todos los bienes de este mundo, idea que Jesús reitera drásticamente en la parábola del labrador rico. Pero la Antigua Alianza no conoce todavía la pobreza voluntaria o la renuncia voluntaria a toda violencia,etc. Sólo la misión nueva y particular de Cristo las justifica. El óbolo de la viuda ( a la que Jesús admira) no era una pobreza voluntaria (en el sentido del consejo evangélico),sino amor espontáneo a Dios y al prójimo, vivido a partir de una comprensión radical del primer mandamiento.
La segunda lectura describe exactamente lo que es seguir a Jesús en la propia existencia según las bienaventuranzas. Pablo enumera: lo necio (respecto a la riqueza espiritual de la sabiduría), lo débil (lo que no puede defenderse contra el poder y la prepotencia) la gente baja (que no puede producir nada distinguido ni digno de consideración); en resumen: lo que no es nada, lo que se considera como algo o alguien sin valor en todos los sentidos: todo eso lo ha elegido Dios para asimilarlo a la sabiduría de la cruz de Cristo,en esta fuerza de su debilidad, ha vencido a todos los poderes y autoridades de este mundo. Gloriarse en el Señor (Jr 9,23) significa aquí exactamente gloriarse en la cruz de Cristo (Gal 6,14). Los discípulos que escuchan tendrán que aprender eso lentamente a través de la pasión, la resurrección y el envío del Espíritu.
miércoles, 26 de enero de 2011
BENEDICTO XVI: MENSAJE PARA LA XLV JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUICACIONES
Queridos hermanos y hermanas
Con ocasión de la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, deseo compartir algunas reflexiones, motivadas por un fenómeno característico de nuestro tiempo: la propagación de la comunicación a través de internet. Se extiende cada vez más la opinión de que, así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, por las novedades introducidas en el ciclo productivo y en la vida de los trabajadores, la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy. Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión.
Se presentan a nuestro alcance objetivos hasta ahora impensables, que asombran por las posibilidades de los nuevos medios, y que a la vez exigen con creciente urgencia una seria reflexión sobre el sentido de la comunicación en la era digital. Esto se ve más claramente aún cuando nos confrontamos con las extraordinarias potencialidades de internet y la complejidad de sus aplicaciones. Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera. Si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano.
Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales. Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor de información, y la comunicación ya no se reduce a un intercambio de datos, sino que se desea compartir. Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas. Por otro lado, todo ello tropieza con algunos límites típicos de la comunicación digital: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia.
De modo especial, los jóvenes están viviendo este cambio en la comunicación con todas las aspiraciones, las contradicciones y la creatividad propias de quienes se abren con entusiasmo y curiosidad a las nuevas experiencias de la vida. Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser. La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer “amistades”, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio “perfil” público.
Las nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Ésta es una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos. ¿Quién es mi “prójimo” en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? ¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo “diferente” al que vivimos? ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas? Es importante recordar siempre que el contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida.
También en la era digital, cada uno siente la necesidad de ser una persona auténtica y reflexiva. Además, las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro. Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él. Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza (cf.1 P 3,15).
El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos el estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la “popularidad” o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento.
La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe.
Con todo, deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana. La red está contribuyendo al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, de comprensión común. También en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud (cf. Ef 1, 10). La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35), a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón.
La Verdad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales. Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás. Por el contrario, los creyentes animan a todos a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas. Esta tensión espiritual típicamente humana es precisamente la que fundamenta nuestra sed de verdad y de comunión, que nos empuja a comunicarnos con integridad y honradez.
Invito sobre todo a los jóvenes a hacer buen uso de su presencia en el espacio digital. Les reitero nuestra cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid, cuya preparación debe mucho a las ventajas de las nuevas tecnologías. Para quienes trabajan en la comunicación, pido a Dios, por intercesión de su Patrón, san Francisco de Sales, la capacidad de ejercer su labor conscientemente y con escrupulosa profesionalidad, a la vez que imparto a todos la Bendición Apostólica.
Vaticano, 24 de enero 2011, fiesta de san Francisco de Sales.
sábado, 22 de enero de 2011
LA VOZ DE LOS PADRES PARA EL III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
San Juan Crisóstomo
Los llamó cuando estaban en sus ocupaciones, manifestando que conviene anteponer la obligación de seguir a Jesucristo a todas las ocupaciones. De donde prosigue: arrojando las redes al mar, lo que incumbía al oficio de aquéllos, por lo que sigue: "eran pescadores".
San Agustín
No eligió reyes, o senadores, o filósofos, u oradores, sino que eligió hombres que eran sencillos, pobres e ignorantes pescadores.
Si hubiese sido elegido un docto, acaso hubiese dicho que había sido elegido por sí mismo y que lo había merecido por su sabiduría. Nuestro Señor Jesucristo queriendo humillar las cervices de los soberbios, no buscó un pescador en un orador, sino que, de un pescador sacó uno que había de mandar. San Cipriano fue un gran orador, pero antes estuvo Pedro que era pescador.
HANS URS VON BALTHASAR: III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
La luz comienza a brillar. Nada es precipitado, la luz aparece poco a poco. En el evangelio, Jesús, tras enterarse de que había arrestado al Bautista, al lado del cual estuvo y actuó (según San Juan) en los primeros momentos de su vida pública, se retira primero a Nazaret (Lc 4 y el episodio de Caná) y desde allí baja a Cafarnaún, pues su predicación había enfurecido a la gente de Nazaret. Galilea era considerada por Judea, muy celosa de la ley y de la que esperaba que vendría la salvación, como una región espiritualmente oscura y medio pagana. Pero es precisamente en esa región de los Gentiles (primera lectura)-¿De Nazaret puede salir algo bueno? (Jn 1,46)y no en la ciudad santa, donde brilla una luz grande que acrece la alegría y aumenta el gozo. (También los lugares donde actúan los santos o aparece la Madre de Dios son a menudo rincones ocultos, pueblos o regiones apartadas e insignificantes). El que Jesús sea oriundo de esa región medio judía y medio pagana, y comience su actividad en ella , es como una profecía. Pero en el fondo tanto los judíos como los paganos han habitado hasta ahora en tierra y sombras de muerte. Solo Uno puede de designarse como la luz del mundo y la luz de la Vida (Jn 8,12). El levántate , brilla que se grita a Jerusalén (Is 60 ,1) es escatológico, está dirigido al Mesías, pues lo que entonces volvían a casa clamaban: Esperamos la luz, vienen las tinieblas, claridad y caminamos a oscuras (Is 59,9).
Pero Jesús toma la luz que brilla, no quiere actuar solo; todo hombre, incluso el hombre- Dios, es hombre con otros hombres. Por eso Jesús busca enseguida colaboradores: unos sencillos pescadores a los que promete desde el principio que hará de ellos pescadores de hombres. Ellos le siguen inmediatamente. De momento todavía no los vemos actuar; primero tienen que aprender a contemplar y a comprender lo que hace y dice su maestro; solo después podrán anunciar el mensaje del reino de Dios (del reino de los cielos) y curar a los hombres de sus enfermedades. Ahora son contemplativos, para poder ser enviados muy pronto a realizar activamente los fines que Jesús les ha propuesto (Mc 3,14-15) .
Las misiones que los discípulos reciben enseguida son tanto las mismas para todos como adecuadas para cada uno de ellos. En la comunidad en la que Jesús elige a sus discípulos no hay ni colectivismo ni individualismo. Pablo inculca la unidad en un mismo pensar y sentir dentro de la Iglesia, aunque en otros pasajes (Ro 12,1; 1 Co 12) pone de relieve la particularidad de la tarea de cada cristiano. En la Iglesia quedan totalmente excluídas las divisiones y las discordias, los partidos que se designan según determinados jefes y se oponen mutuamente: “¿está dividido Cristo?”. Los relatos vocacionales muestran que los llamados dejan todo por amor por el único Cristo, también sus opiniones anteriores y , con la mirada puesta en Él, única cabeza, tienen todos un mismo espíritu. Seguir a Cristo significará en definitiva y necesariamente seguir el camino que lleva a la cruz; si en este camino reinan las divisiones y las discordias, la cruz de Cristo pierde su eficacia (1Co 1,17).
miércoles, 19 de enero de 2011
UNA RELIGIOSA FRANCESA CURADA DE PARKINSON
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 14 de enero de 2011 (ZENIT.org).- El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha confirmado este viernes que el milagro reconocido por Benedicto XVI como atribuido a la intercesión de Juan Pablo II es la curación de Parkinson de una religiosa francesa.
DESCUBRIMIENTO DE MARÍA EN EL TIEMPO: QUINTO PERÍODO SIGLOS XVI AL XVIII
viernes, 14 de enero de 2011
jueves, 13 de enero de 2011
NUEVO BLOG DE MONSEÑOR JAIME FUENTES
Desde el Verdún
En este 2011 se cumplen 110 años desde que la Virgen empezó a cuidar a sus hijos uruguayos en el Cerro del Verdún, en Minas. El Obispo diocesano los invita a conocer y a querer más a esta Madre nuestra, y a compartir con Ella y entre nosotros, sus hijos, ilusiones, inquietudes y esperanzas.
Te invitamos a visitar el nuevo blog: http://verdunverdun.blogspot.com/
HANS URS VON BALTHASAR: II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
El testimonio. Del Bautismo de Jesús, se habló en el evangelio del domingo pasado, que es además el primero del tiempo ordinario: Jesús es el siervo preferido de Dios que ha sido ungido con la fuerza del Espíritu Santo que descendió sobre él (Crisma-Cristo- Masías). El evangelio de hoy habla del Bautista como testigo que da testimonio de ese acontecimiento. La figura del Bautista está tan centrada en el testimonio es una noción central (testimonio del Padre, de Moisés, del Bautista, testimonio que los discípulos dan de Jesús, testimonio que Jesús da de sí mismo), ni siquiera menciona la acción bautismal. El Bautista está tan centrado en su misión de dar testimonio del que es mayor que él, que su acto personal ni siquiera es digno de mención: “A él le toca crecer y a mi menguar” (Jn 3,30). Todo su ser y obrara remite al futuro, al ser y al obrar de otro; él sólo es comprensible como una función al servicio de ese otro.
La situación del que da testimonio es extraña. Es muy probable que el Bautista conociera personalmente a Jesús, con el que (según Lucas) estaba emparentado como hombre. Por eso cuando dice. Yo no le conocía, en realidad quiere decir: Yo no sabías que este hijo de un humilde carpintero era el esperado de Israel. El no lo sabe, pero tiene una triple presciencia para su propia misión. En primer lugar sabe que el que viene después de él es el importante, incluso el único importante, pues “existía antes que él”, es decir; procede de la eternidad de Dios. Por esos es consciente también de la provisionalidad de su misión. (Que él que es anterior, ha recibido su misión, ya en el seno materno, del que viene detrás de él, tampoco lo sabe) En segundo lugar conoce el contenido de su misión: dar a conocer a Israel mediante su bautismo de agua, al que viene detrás de él. Con lo que conoce también el contenido de su tarea, aunque no conozca la meta y el cumplimiento de la misma. Y en tercer lugar ha tenido un punto de referencia para percibir el instante en que comienza dicho cumplimiento: cuando el Espíritu Santo en forma de paloma descienda y se pose sobre el elegido. Gracias a estas tres premoniciones puede dar Juan su testimonio total: si el que viene detrás de mí “existía antes que yo”, debe venir de arriba, debe proceder de Dios: “doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios”. Si él ha de bautizar con el Espíritu Santo, entonces “éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Sacar semejantes conclusiones de tales indicios es, junto con la gracia de Dios, la obra suprema del Bautista. Juan retoma la profecía de Isaías: Yo te hago luz de las naciones para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”.
El Bautista es el modelo de testimonio de los cristianos que, de otra manera deben ser también precursores y testigos del que viene detrás de ellos (cfr Lc 10,1) Por eso Pablo los bendice en la segunda lectura. Ellos saben más de Jesús que lo que sabía el Bautista, pero también ellos tienen que conformarse con los indicios que se les dan y que son al mismo tiempo promesas. Al principio también ellos están lejos de conocer a aquel del que dan testimonio como lo conocerán en su día gracias a la ejecución de su tarea: cuanto mejor cumplen su tarea. Cuanto mejor cumplen su tarea, tanto más descollará aquél sobre su pequeña acción como el “semper maior”. Entonces reconocerán su insignificancia y provisionalidad pero al mismo tiempo experimentarán el gozo de haber podido cooperar por la gracia al cumplimiento de la tarea principal del Cristo: “Por eso mi alegría ha llegado a su plenitud” (Jn 3,29)
HORACIO BOJORGE SJ: NOVIAZGO Y AMISTAD MATRIMONIAL
1) El noviazgo. Este es un tema muy importante para la consolidación del matrimonio y la familia. Incluye principalmente tres aspectos a tratar: A) La elección: El noviazgo empieza por la elección ¿cómo se elige? la respuesta a esta pregunta depende de la respuesta a esta otra: ¿cuál es la finalidad del noviazgo?: B) La finalidad o la meta del noviazgo es la amistad matrimonial. C) La educación desde niños.
2) El comienzo del noviazgo es el comienzo de una amistad que apunta a culminar en una amistad matrimonial. Comienza con la mutua elección entre ella y él, como amigos.. Surge entre ellos y une a esos dos jóvenes entre las mil posibilidades que habría de elegir.
3) La meta del noviazgo es la amistad matrimonial. Por lo tanto conviene considerar a)qué es la amistad en general, b) la amistad matrimonial en particular y c) la amistad matrimonial entre bautizados, es decir entre hijos de Dios.
4) En cuanto a la elección misma corresponde tratar a) cuáles son los errores más comunes en nuestra cultura; b) cómo hacer una buena elección. Por fin c) cómo preparar a las nuevas generaciones desde niños para que, llegado el momento, elijan bien. Conviene también considerar d) Cómo suelen ennoviarse actualmente en nuestra cultura. Si es bueno el modo de elegir hoy más corriente. Y cómo habría que hacer la elección. Estos son, pues, los principales puntos que trataremos, aunque no en ese estricto orden.
2. LA AMISTAD MATRIMONIAL
5) Amor y amistad son palabras desfiguradas por esta cultura no cristiana por lo cual es necesario explicarla y definir su sentido verdadero.
6) Qué es amor: Los seres humanos se aman con dos tipos de amor: a) El amor egoísta o posesivo. Es el que que quiere al que ama para su propio bien, aún a costa del bien del otro. A este amor se le llama amor de concupiscencia. Porque es consecuencia de la herida del pecado original que desordenó los deseos. Esos deseos desordenados que no obedecen a la razón se llaman concupiscencias. Las concupiscencias son de dos tipos principales: concupiscencia de la carne (apetitos instintivos físicos, que tiene el hombre de común con los animales: gula, lujuria y por su frustración la ira animal) y concupiscencia de los ojos (apetitos anímicos, los deseos del alma propios del hombre como ser social: vanagloria, codicia, dominación y por su frustración la ira fría, del alma) (Ver 1º Juan 2,16). Este tipo de amor destruye la amistad porque o bien la parte egoísta utiliza al amigo generoso; o bien los dos egoísmos terminan enfrentándose y mostrando que no los unía una verdadera amistad sino un pacto de intereses.
7) b) El amor generoso, oblativo, quiere el bien de aquél a quien ama y el bien para el que ama; aún a costa de sí mismo. Y por eso se llama 'amor de bene-volencia'.
8) Qué es amistad: Amistad es vinculo de amor generoso o benevolente entre dos o más. Para que haya amistad no basta que uno ame al otro. Sólo hay amistad cuando dos o más se aman recíprocamente con amor generoso Es necesaria la reciprocidad: ambos deben amarse con amor generoso. El amor debe ser generoso para que la amistad sea duradera.
9) Aristóteles reconoce que la felicidad humana consiste en la amistad. Y afirma que la virtud es necesaria en los amigos para que su amistad sea duradera y su felicidad no se corrompa. Esto vale para cualquier amistad pero de manera especial para la amistad matrimonial Cuando no hay reciprocidad de la amistad, hablamos de amor no correspondido. El amor no correspondido es un drama.
10) Esto sucede e dos maneras. Una evidente, cuando el desinterés, la frialdad, la indiferencia o la aversión de la parte solicitada es manifiesta. Otra cuando no resulta clara, porque existe en uno un verdadero amor generoso, pero en el otro hay un interés propio, móviles egoístas que ocultan el desinterés por la persona y por el bien del otro.
11) También hay que tener en cuenta: a) que los móviles del ser humano, por estar herida la naturaleza por el pecado original, no siempre son puros, sino que vienen mezclados los móviles buenos y los egoístas. b) que siempre estamos en lucha porque hacemos el mal que no queremos y no hacemos el bien que queremos, deseamos hacer el bien pero no lo logramos (Romanos 7, 15ss). Y c) que, como nadie está confirmado en gracia, es posible que alguien empiece con amor generoso o prevalentemente generoso, pero que luego se deslice al amor egoísta o prevalezcan sus móviles interesados. Por eso insiste tanto Aristóteles en que el ejercicio de la virtud es necesario para preservar la amistad.
12) Si la meta del matrimonio es la amistad y la amistad es que cada uno quiera el bien del otro, y no al otro para sí mismo, eso tiene que ser el noviazgo: comienzo de la amistad, donde, por lo menos a tiempo, se tienen que ir rectificando y sanando los egoísmos que naturalmente hay también en el corazón humano
13) .¿Podrá surgir una amistad verdadera, auténtica, por la cual los dos buscan mutuamente el bien del otro cuando desde el principio lo que hubo fueron fines egoístas, de una parte o de la otra? Humanamente no es posible pero Todo es posible para Dios. Porque no empezamos a vivir santos; la santidad es algo que va llegando. Debe haber también medios de ir purificando los egoísmos y de que lo que prevalezca sea el deseo del bien del otro. Elegir novio o novia a alguien para que remedie una necesidad mía es una elección interesada porque en realidad yo elijo a alguien que me acompañe o que me sirva. Hay una mala inclinación a tratar de apoderarme del otro y no de entregarme a él; al amor posesivo y no al amor generoso.
14) Por ejemplo: Si yo elijo a alguien para que sea remedio de mi soledad, no estoy queriendo el bien del otro, lo estoy usando para satisfacer una necesidad mía. No es verdadero amor una elección para colmar una necesidad afectiva. Y sin embargo es muy común entre jovencitos y jovencitas que al mismo tiempo que anhelen encontrar novio, estén sufriendo de soledad del corazón o de temores de soledad futura. A menudo quieren casarse para no quedarse solteros.
15) Estos móviles interesados no siempre son claramente conscientes. A veces sólo se hacen conscientes con los años. "Padre, el error mío fue que yo busqué casarme para huir de mi casa. Yo me quería ir porque yo no quería estar con mamá. No la soportaba. Y me doy cuenta recién ahora de que entonces me abracé a la primera posibilidad de casarme para huir de mi casa". Este es solamente un ejemplo de tantos motivos que no son del todo rectos, no son del todo puros, que no quieren al otro por su bien sino por el bien propio y que pueden no ser conscientes. Pero eso trae consecuencias después.
16) Otras veces, el afecto hace ciego para tomar en cuenta factores que después, a la larga, en la vida familiar, van a ser motivo de disenso, de desacuerdo y discusión, impedimentos para la paz y la concordia. Pienso en el caso de los matrimonios mixtos: una joven que se enamora de un joven de otra religión. Una muy buena chica católica enamorada de su novio evangélico a punto de casarse, pero ya está teniendo dificultades por su diferencia religiosa, por el matrimonio por dispensa. Es un caso donde uno aún puede pesar las razones antes de comprometerse. Hay que elegir con la cabeza. Si va a elegir un problema, entonces que lo piense antes. Pero a veces el afecto impide pensar a tiempo.
DESCUBRIMIENTO DE MARÍA EN EL TIEMPO: CUARTO PERÍODO 1050-1563
CUARTO PERÍODO: DE LA REFORMA GREGORIANA HASTA EL FINAL DEL CONCILIO DE TRENTO (1050-1563)
Desde san Ambrosio hasta fines del siglo XII los latinos habían permanecido estacionado, mientras los griegos seguían su progreso. Esta situación va a invertirse ahora. Desde el punto de vista de la evolución, que es lo que aquí nos interesa, únicamente Occidente va a aportar alguna novedad, por eso ya desde ahora no tendremos que recurrir a Oriente. De todas formas. parece ser que los autores del comienzo de este periodo parecen han hallado en los bizantinos la parte decisiva de su inspiración.
La fiesta de la “Concepción de la Virgen” aparece en Inglaterra a partir del 1060 aproximadamente (1066-1087), renace hacia 1127-1128, sobre bases más teológicas; luego pasa a Normandía, después a Francia.
La renovación de la teología mariana, gestada durante mucho tiempo, florece poco a poco en la conjunción de los siglos XI y XII con San Anselmo (+1109), y adquiere de súbito considerables proporciones durante la primera mitad del siglo XII en el que florece San Bernardo (+1153). Por todas partes se ve difundirse el título de mediadora, excepcional hasta entonces en Occidente. La asunción y la inmaculada siguen tímidamente su propio ritmo.
Lo que aparece es una nueva perspectiva, prodigiosamente rica, y cuyas posibilidades no han sido agotadas por ocho siglos de reflexión. Hasta el final del siglo XI se limitaban a considerar la función de María en el comienzo de la salvación, en la encarnación; en adelante se estudiará su papel en todo el proceso de la redención. Era considerada como la madre de Cristo y poco se profundizaba su activa compañía en la obra de la Redención.
Santo Tomás de Aquino suministra mejor los elementos para una síntesis por la importancia máxima que da a la doctrina de la maternidad divina, su pensamiento en el tema de la Inmaculada permanece encadenado por la herencia de Agustín que no superará. Duns Escoto (+1308) inicia una corriente que irá lejos, pero sin ofrecernos una síntesis.
viernes, 7 de enero de 2011
DESCUBRIMIENTO DE MARÍA EN EL TIEMPO: TERCER PERÍODO 431-1050
TRECER PERÍODO: DEL CONCILIO DE EFESO A LA REFORMA GREGORIANA (431-1050)
La novedad fundamental que aparece en este período es la floración de las fiesta marianas. Las primeras aparecen en Oriente, poco después del concilio de Éfeso.
A partir de esta fecha no cesan de crecer en número y en solemnidad. Pero no se podría exagerar la importancia de este nuevo hecho: la virgen adquiere su dimensión litúrgica. Cada año y en cada Iglesia donde se celebra la fiesta se pronuncian homilías y se cantan himnos sobre sus misterios, cuya riqueza irá en aumento. Estas homilías y estas piezas litúrgicas constituyen la casi totalidad de los escritos marianos de la época. El entusiasmo que embarga el alma durante estas fiestas crea el clima favorable para la extinción de los últimos vestigios del error, para le desvanecimiento de las últimas dudas y para el hallazgo de los últimos privilegios de María. Es en las homilías bizantinas, sobre todo en los siglos VII y VIII, donde vemos nacer tres puntos de importancia considerable: la santidad original de María su mediación y su asunción.
Entre los latinos el desarrollo de las fiestas marianas se hace más lentamente en una atmósfera calurosa y como a remolque de oriente. Los tres puntos que se desarrollaban en Oriente, quedaban en Occidente como estacionados.
San Juan Damasceno (675-749)
Madre de la gloria [1]
Hoy es introducida en las regiones sublimes y presentada en el
templo celestial la única y santa Virgen, la que con tanto afán
cultivó la virginidad, que llegó a poseerla en el mismo grado que el
fuego más puro. Pues mientras todas las mujeres la pierden al dar
a luz, Ella permaneció virgen antes del parto, en el parto y después
del parto.
Hoy el arca viva y sagrada del Dios viviente, la que llevó en su
seno a su propio Artífice, descansa en el templo del Señor, templo
no edificado por manos humanas. Danza David, abuelo suyo y
antepasado de Dios, y con él forman coro los ángeles, aplauden
los Arcángeles, celebran las Virtudes, exultan los Principados, las
Dominaciones se deleitan, se alegran las Potestades, hacen fiesta
los Tronos, los Querubines cantan laudes y pregonan su gloria los
Serafines. Y no un honor de poca monta, pues glorifican a la
Madre de la gloria.
Hoy la sacratísima paloma, el alma sencilla e inocente
consagrada al Espíritu Santo, salió volando del arca, es decir, del
cuerpo que había engendrado a Dios y le había dado la vida, para
hallar descanso a sus pies; y habiendo llegado al mundo inteligible,
fijó su sede en la tierra de la suprema herencia, aquella tierra que
no está sujeta a ninguna suciedad.
Hoy el Cielo da entrada al Paraíso espiritual del nuevo Adán, en
el que se nos libra de la condena, es plantado el árbol de la vida y
cubierta nuestra desnudez. Ya no estamos carentes de vestidos, ni
privados del resplandor de la imagen divina, ni despojados de la
copiosa gracia del Espíritu. Ya no nos lamentamos de la antigua
desnudez, diciendo: me han quitado mi túnica, ¿cómo podré
ponérmela? (Cant 5, 3). En el primer Paraíso estuvo abierta la
entrada a la serpiente, mientras que nosotros, por haber
ambicionado la falsa divinidad que nos prometía, fuimos
comparados con los jumentos (cfr. Sal 48, 13). Pero el mismo Hijo
Unigénito de Dios, que es Dios consustancial al Padre, se hizo
hombre tomando origen de esta tierra purísima que es la Virgen.
De este modo, siendo yo un puro hombre, he recibido la divinidad;
siendo mortal, fui revestido de inmortalidad y me despojé de la
túnica de piel. Rechazando la corrupción me he revestido de
incorrupción, gracias a la divinización que he recibido.
Hoy la Virgen inmaculada, que no ha conocido ninguna de las
culpas terrenas, sino que se ha alimentado de los pensamientos
celestiales, no ha vuelto a la tierra; como Ella era un cielo viviente,
se encuentra en los tabernáculos celestiales. En efecto, ¿quién
faltaría a la verdad llamándola cielo?; al menos se puede decir,
comprendiendo bien lo que se quiere significar, que es superior a
los cielos por sus incomparables privilegios. Pues quien fabricó y
conserva los cielos, el Artífice de todas las cosas creadas —tanto
de las terrenas como de las celestiales, caigan o no bajo nuestra
mirada—, Aquél que en ningún lugar es contenido, se encarnó y
se hizo niño en Ella sin obra de varón, y la transformó en
hermosísimo tabernáculo de esa única divinidad que abarca todas
las cosas, totalmente recogido en María sin sufrir pasión alguna, y
permaneciendo al mismo tiempo totalmente fuera, pues no puede
ser comprehendido.
Hoy la Virgen, el tesoro de la vida, el abismo de la gracia—no sé
de qué modo expresarlo con mis labios audaces y
temblorosos—nos es escondida por una muerte vivificante. Ella,
que ha engendrado al destructor de la muerte, la ve acercarse sin
temor, si es que está permitido llamar muerte a esta partida
luminosa, llena de vida y santidad. Pues la que ha dado la
verdadera Vida al mundo, ¿cómo puede someterse a la muerte?
Pero Ella ha obedecido la ley impuesta por el Señor1 y, como hija
de Adán, sufre la sentencia pronunciada contra el padre. Su Hijo,
que es la misma Vida, no la ha rehusado, y por tanto es justo que
suceda lo mismo a la Madre del Dios vivo. Mas habiendo dicho
Dios, refiriéndose al primer hombre: no sea que extienda ahora su
mano al árbol de la vida y, comiendo de él, viva para siempre (Gn
3, 22), ¿cómo no habrá de vivir eternamente la que engendró al
que es la Vida sempiterna e inacabable, aquella Vida que no tuvo
inicio ni tendrá fin?
(...) Si el cuerpo santo e incorruptible que Dios, en Ella, había
unido a su persona, ha resucitado del sepulcro al tercer día, es
justo que también su Madre fuese tomada del sepulcro y se
reuniera con su Hijo. Es justo que así como Él había descendido
hacia Ella, Ella fuera elevada a un tabernáculo más alto y más
precioso, al mismo cielo.
Convenía que la que había dado asilo en su seno al Verbo de
Dios, fuera colocada en las divinas moradas de su Hijo; y así como
el Señor dijo que El quería estar en compañía de los que
pertenecían a su Padre, convenía que la Madre habitase en el
palacio de su Hijo, en la morada del Señor, en los atrios de la casa
de nuestro Dios. Pues si allí está la habitación de todos los que
viven en la alegría, ¿en donde habría de encontrarse quien es
Causa de nuestra alegría?
Convenía que el cuerpo de la que había guardado una
virginidad sin mancha en el alumbramiento, fuera también
conservado poco después de la muerte.
Convenía que la que había llevado en su regazo al Creador
hecho niño habitase en los tabernáculos divinos.
Convenía que la Esposa elegido por el Padre, viviese en la
morada del Cielo.
Convenía que la que contempló a su Hijo en la Cruz, y tuvo su
corazón traspasado por el puñal del dolor que no la había herido
en el parto, le contemplase, a El mismo, sentado a la derecha del
Padre.
Convenía, en fin, que la Madre de Dios poseyese todo lo que
poseía el Hijo, y fuese honrada por todas las criaturas.
[1] Homilía en la dormición de la Virgen María, 2,4.