miércoles, 1 de agosto de 2018

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO: LAS GLORIAS DE MARÍA


Queremos compartir algunas enseñanazas que el gran doctor de la Iglesia nos presenta en el capítulo VIII :
"Por eso el demonio se afana en que los pecadores, después de haber perdido la gracia divina, pierdan además la devoción a María."

"¡Cuánto enfurece al demonio ver a un alma que persevera en la devoción a la Madre de Dios! Se lee en la vida del P. Alfonso Alvarez, muy devoto de María, que estando en oración y muy angustiado por las tentaciones impuras con que le acosaba el demonio, éste le dijo: "Deja esa devoción a María y yo dejaré de tentarte".

"Y la misma Virgen dijo a santa Brígida que como un enfermo, afligido y abandonado en su lecho, se siente reconfortado con cualquier palabra de consuelo, así aquellas almas se sienten aliviadas con solo oír su nombre."

"Refiere san Pedro Damiano que una señora llamada Mazoria, ya difunta, se apareció a una comadre y le dijo que en el día de la Asunción ella había sido librada del purgatorio con un número de almas que superaban a la población de Roma. San Dionisio Cartujano afirma que lo mismo sucede en la festividad de la Navidad y de la Resurrección de Jesucristo, diciendo que en esas fiestas, María se presenta en el purgatorio acompañada de legiones de ángeles y que libra de aquellas penas a multitud de almas. Novarino dice que esto sucede igualmente en todas las fiestas solemnes de María."

"Muy conocida es la promesa que María hizo al Papa Juan XXII, al que, apareciéndose le ordenó que hiciera saber a cuantos llevasen el santo escapulario del Carmen que, en el sabado siguiente a su muerte, serían librados del purgatorio. El mismo Papa, como refiere el P. Crasset, lo declaró en la bula que publicó y que luego fue confirmada por Alejandro V, Clemente VII, Pío V, Gregorio XII y Pablo V, el cual, en una bula de 1612 declara: "El pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Santísima Virgen ayudará con su continua intercesión, y con sus méritos y protección especial, después de la muerte, y principalmente en el día de sabado -consagrado por la Iglesia a la misma Virgen María- a las almas de los hermanos de la Cofradía de Santa María del monte Carmelo, que hayan salido de este mundo en gracia, y hayan llevado su escapulario, observando castidad según su estado, y hayan rezado el Oficio Parvo de la Virgen, y si no han podido recitarlo, habiendo observado los ayunos de la Iglesia". Y en el Oficio Solemne de Santa María del Carmen se lee que se ha de creer piadosamente, que la Santísima Virgen consuela con amor de Madre a los cofrades del Carmen en el purgatorio, y con su intercesión los lleva pronto a la patria celestial."

"Santa María Magdalena de Pazzi vio en medio del mar una nave en que iban todos los devotos de María, y ella, como seguro piloto la conducía en derechura al puerto. Con lo cual entendió la santa que, quienes viven bajo la protección de María, aún en medio de todos los peligros de la vida, se libran del naufragio del pecado y de la condenación, porque son guiados por ella al puerto del paraíso.

Entremos en esta nave, cobijados bajo el manto de María, y estemos así seguros de alcanzar el reino bienaventurado como le canta la Iglesia: "En ti moran todos los bienaventurados, Santa Madre de Dios". Todos los que han de participar de los gozos eternos habitan en ti, viviendo bajo tu protección."

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