El 19 de abril, antes de las 7 de la mañana, Federico y Lucía, dos jóvenes muy cercanos a la parroquia Catedral de Minas, subieron al Verdún. El amor que le tienen a la Virgen fue en este caso un amor valiente, porque la verdad es que subir al Cerro a esa hora, cuando el cielo estaba negro, requería bastante valentía.
Arriesgaron y ganaron: Lucía
fue la que sacó la foto. Es una foto cargada de simbolismo. Pienso que refleja
con exactitud el panorama de este tiempo nuestro y, simultáneamente, nuestra
esperanza.
La negrura del cielo asusta a
cualquiera, y su expresión más fuerte, en estos días, se encuentra en
Inglaterra, más en concreto en la ciudad de Liverpool. En un hospital se
encuentra internado el niño de 2 años, Alfie Evans. Alfie nació con una enfermedad
muy rara, que no ha podido ser diagnosticada. Sus manifestaciones son que no
habla, no se expresa, no nada: se
encuentra en un estado semi vegetativo, con un respirador.
Sus padres son muy jóvenes:
Tom tiene 21 años y su esposa, Kate, 20. Hace unos meses, la dirección del
hospital recurrió a la Justicia, pidiendo desenchufar a Alfie, con la oposición
completa de sus padres, aduciendo que sería no solo “inútil”, sino “cruel e inhumano” mantenerlo con
vida. Los padres insistieron en que el niño no sufre… Todo fue inútil: el juez
le dio la razón al hospital.
El papá de Alfie recurrió la sentencia y llegó hasta el
tribunal supremo, que la confirmó con mucho palabrerío: de hecho, lo
sentenciaba a muerte. Tom llegó al Tribunal de derechos humanos de Estrasburgo,
y recibió la misma respuesta. Fue a ver al Papa Francisco, que lo animó y dio
la orden de que hicieran lo posible y lo imposible en el hospital “Bambino
Gesú, de la Santa Sede, para cuidar al niño. Incluso el gobierno italiano, en
una medida sin precedentes, le dio al pequeño Alfie la ciudadanía italiana,
para que pudieran trasladarlo a Roma sin ninguna dificultad, en un avión
equipado. El juez denegó también esto y a Alfie le retiraron el oxígeno el
lunes, con la seguridad de que en 15 minutos se iba a morir.
El caso es que Alfie estuvo respirando solo, durante 6 horas,
con lo cual el hospital no tuvo otra opción que volver a darle agua y oxígeno.
Así están las cosas hasta ahora mismo. ¿Por qué me refería al
horizonte negro y a nuestra esperanza? Porque estamos yendo por un camino
disparatado, en el que los poderes del Estado son los que están decidiendo sobre
la vida de las personas, llegando al extremo de quién puede vivir y quién debe
morir.
¿Cómo superar esto, cuál es la esperanza? No hay otra más que
defender el vivir en la verdad y en libertad: hablar, razonar, explicar que el
ser humano es imagen y semejanza de Dios y nadie tiene derecho a usurpar su
libertad y su autonomía. Explicar las veces que sean necesarias, que son los
padres los primeros responsables de la educación de sus hijos, y no el Estado.
Los padres de Alfie están dando un ejemplo formidable al
mundo entero. Son una luz en la oscuridad, como la Virgen del Verdún en una mañana que se hizo de noche.
1 comentario:
Lo que sucede con Alfie desgarra el corazón. Vengo siguiendo su caso desde hace días y la crueldad y la intransigencia se me hacen incomprensibles. Debemos difundir, rezar mucho y confiar en que finalmente triunfe el Amor.
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