A la opinión pública y a nuestras comunidades:
Ante el trámite que tiene el proyecto de ley de salud sexual y reproductiva en el Parlamento, los Obispos del Uruguay, junto al Arzobispo de Montevideo expresan:
Reiteramos y recordamos nuestra declaración del 12 de noviembre de 2007 “Defendiendo la vida humana ganamos todos”, donde decimos: “Legalizar el aborto no cambia lo malo en bueno. Una vez que se concreta, las cosas terminan mal para todos. Se pierde una vida humana. La madre queda con heridas que no cierran fácilmente. El médico va contra la esencia de su noble profesión. La sociedad pierde una vida al no abrirle sus brazos. La cultura de la vida queda golpeada.”
El valor de la vida humana es un bien para cada uno y para la sociedad. Está por encima de todos los intereses. Ninguna ley honesta puede justificar eliminar un ser indefenso que tiene derecho a la vida y a nacer.
Apreciamos el apoyo y el voto a favor de este valor básico desde diversos sectores de la sociedad.
Llamamos la atención sobre posturas que manipulan y oscurecen la verdad fundamental del derecho a la vida anteponiendo otros intereses o situaciones, sin tomar en cuenta ni la ciencia ni la conciencia ética.
En relación a los fieles católicos que promueven y / o votan una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo en la Iglesia. Mientras no cambie su posición queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística (Código de Derecho Canónico, cánones 1341 y 1398).
“Los uruguayos necesitamos multiplicar señales de amparo a la vida humana en medio de la emigración y el invierno demográfico que comprometen el futuro. El bienestar de nuestro pueblo requiere hijos e hijas que alegren los hogares, colmen las aulas y espacios educativos o de esparcimiento. Estamos a favor del desarrollo integral de la vida humana, que como obispos católicos miramos desde la perspectiva de Jesucristo, que ha venido al mundo para traer vida digna y abundante”.
Florida, 7 de noviembre de 2008
Ante el trámite que tiene el proyecto de ley de salud sexual y reproductiva en el Parlamento, los Obispos del Uruguay, junto al Arzobispo de Montevideo expresan:
Reiteramos y recordamos nuestra declaración del 12 de noviembre de 2007 “Defendiendo la vida humana ganamos todos”, donde decimos: “Legalizar el aborto no cambia lo malo en bueno. Una vez que se concreta, las cosas terminan mal para todos. Se pierde una vida humana. La madre queda con heridas que no cierran fácilmente. El médico va contra la esencia de su noble profesión. La sociedad pierde una vida al no abrirle sus brazos. La cultura de la vida queda golpeada.”
El valor de la vida humana es un bien para cada uno y para la sociedad. Está por encima de todos los intereses. Ninguna ley honesta puede justificar eliminar un ser indefenso que tiene derecho a la vida y a nacer.
Apreciamos el apoyo y el voto a favor de este valor básico desde diversos sectores de la sociedad.
Llamamos la atención sobre posturas que manipulan y oscurecen la verdad fundamental del derecho a la vida anteponiendo otros intereses o situaciones, sin tomar en cuenta ni la ciencia ni la conciencia ética.
En relación a los fieles católicos que promueven y / o votan una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo en la Iglesia. Mientras no cambie su posición queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística (Código de Derecho Canónico, cánones 1341 y 1398).
“Los uruguayos necesitamos multiplicar señales de amparo a la vida humana en medio de la emigración y el invierno demográfico que comprometen el futuro. El bienestar de nuestro pueblo requiere hijos e hijas que alegren los hogares, colmen las aulas y espacios educativos o de esparcimiento. Estamos a favor del desarrollo integral de la vida humana, que como obispos católicos miramos desde la perspectiva de Jesucristo, que ha venido al mundo para traer vida digna y abundante”.
Florida, 7 de noviembre de 2008
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