jueves, 7 de agosto de 2008

CATÓLICOS DEVOLVIERON MEDALLAS DE LA ORDEN DE CANADÁ

En medio de una controversia nacional, una comunidad católica y un sacerdote devolvieron al Gobierno sus medallas de la Orden del Canadá, el más alto honor concedido en el país, en protesta por la decisión oficial de conceder este mismo galardón a Henry Morgentaler, un médico judío de origen polaco, conocido como el "padre del aborto" en el país. Morgentaler, que hace unos días recibió el premio, abrió en 1969 una clínica de abortos clandestinos y se convirtió en el líder del movimiento abortista hasta que en 1988 la Corte Suprema de Canadá legalizó el aborto.

Debido a esa distinción, la comunidad de laicos católicos "Madonna House", con sede en Combermere, Ontario, devolvió la medalla que le había sido otorgada a su fundadora Catherine Doherty. Asimismo, el sacerdote Lucien Larre, de Columbia Británica, que hace 25 años recibió el galardón, envió su medalla por correo a las autoridades. Además, la religiosa Margaret Smith, que en 2007 recibió el mismo premio por su trabajo sanitario en Ontario del Norte, también resolvió devolver el premio.

Representantes de Madonna House explicaron que devolvieron la medalla porque no pueden estar en la misma lista de un médico abortista. Antes de morir en 1985, Catherine Doherty escribió una carta en la que cedía su premio a todo el equipo que trabajaba con ella. Gilbert Finn, ex teniente gobernador de New Brunswick, y el detective retirado de la Policía, Frank Chauvin, también devolvieron sus medallas en protesta por el caso Morgentaler. El padre del aborto Henry Morgentaler, judío sobreviviente del holocausto nazi, nació en 1923, en Lodz, Polonia.

Llegó a Canadá en 1950 con su esposa y practicó medicina en Montreal. En 1967 se presentó ante un comité del Gobierno de Canadá para exigir que se despenalizara el aborto. Como no consiguió su propósito, dos años después comenzó a practicar abortos ilegales en la clínica que fundó con este fin y fue arrestado por este delito. En ese momento, el aborto solo era legal en Canadá bajo el supuesto de riesgo de vida para la madre. Salió en libertad e ingresó a la vida política. Para 1973, aseguraba haber practicado cinco mil abortos ilegales. Fue procesado judicialmente y apeló todos los fallos. Sólo purgó diez meses de prisión. Tras la legalización del aborto, Morgentaler abrió otras cinco clínicas y actualmente tiene previsto abrir filiales en la zona ártica canadiense. Se estima que su cadena de abortuarios le reportan ingresos por 11 millones de dólares al año.

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