miércoles, 21 de septiembre de 2011

MONSEÑOR FRANCISCO PÉREZ:LA NUEVA ERA ES CONTRARIA A LA FE CATÓLICA

Pregunta: En más de una ocasión he escuchado que uno de lo movimientos de mayor incidencia, hoy día, es la “New Age”. ¿Podría decirme qué piensa la Iglesia respecto a tal experiencia pseudo-mística y si está de acuerdo con su mensaje? Es un estilo de orientar la vida que está impregnando las mentes y hasta las formas de pensamiento moderno.

Respuesta: Comienzo por explicar que la palabra “New Age”, significa “Nueva Era” y procede de la lengua inglesa. Es una corriente ideológica que tiene como idea fundamental que llegará un momento en el que la humanidad será muy diversa y cualitativamente distinta a la actual. Este paso evolutivo traerá consigo una iluminación de la conciencia de los hombres, desvanecerá nuestra percepción fragmentada de la realidad y, supuestamente, veremos al universo entero como es: un todo y único del cual nosotros mismos no somos más que una parte.

No es una secta, ni una religión. No es una organización única, ni sigue líneas unánimes y universales. No es ni ciencia ni filosofía, aunque se encubre en ideas confusas que combinan lo filosófico con lo teológico pero sin consistencia. Es un sentimentalismo pretencioso y difuso. No se puede definir por sí misma porque se mueve en la indefinición y en la falta de organización. Defiende exageradamente el ecologismo.
Del ecologismo exagerado nace una especie de espiritualidad planetaria que quiere “animar” a toda la realidad cósmica o dotar, a la creación, de una fuerza mágica. Se pierde la noción de un Dios personal que es distinto a la creación y por tanto defiende, dicho modo de sentir y pensar, una especie de magma divino e impersonal que se mueve por todo el universo. Se podría profundizar más y observar que caen en el mismo error que los gnósticos (corriente filosófica que pretendían con el sólo conocimiento llegar a comprender de forma absoluta e intuitiva lo divino y por otra parte se basan en la pseudo-ciencia).

Es incompatible, la ‘Nueva Era’, con el evangelio y la doctrina de la Iglesia por varias razones que sintetizo. La primera característica es el relativismo ideológico, espiritual y moral que se mueve en torno a esta teoría. La segunda, que afirma tal modo de pensar, es que “todo es dios” y por eso recalcan que “no hay ningún dios fuera de ti mismo”. Tercera, admiten que han venido muchos “mesías” y rechazan que Jesucristo sea el único e irrepetible. Por tanto no lo consideran como el único que revela la vida de Dios-Trinidad, que es el Hijo de Dios y que se ha Encarnado, en el seno de la Virgen María, para salvarnos. La cuarta razón es que admiten la reencarnación o la transmigración del alma, es decir que el yo personal del ser humano viva varias existencias en forma cíclica, cambiando sólo de cuerpo a lo largo de centenares o miles de años hasta lograr su “iluminación definitiva” y esto es algo totalmente irreconciliable con la fe cristiana. Podríamos añadir muchas más de las teorías embaucadoras que, teniéndolas como base, desorientan a los ingenuos y faltos de formación. El beato Juan Pablo II advertía, a los fieles cristianos, que sean conscientes de la “incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia”. La “Nueva Era” es contraria a la fe católica y desorienta no sólo a los ingenuos sino incluso a los más inteligentes. Quien se asocie a esta forma de pensar y vivir no tenga la menor duda de que su fe cristiana y católica, al final, se perderá.

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