miércoles, 22 de noviembre de 2017

DIÁCONO JORGE NOVOA: PONERLOS DELANTE DE JESÚS


Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo:

-«Hombre, tus pecados están perdonados.»

Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar:

-«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?»
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.»
El, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor:
-«Hoy hemos visto cosas admirables.»

Jesús manifiesta una potestad que los jefes religiosos consideran escandalosa, y que califican de blasfemia. Él se presenta perdonando los pecados. Ha venido para destruir el pecado , pero no al pecador, para éste trae la  liberación. Su presencia hace exclamar a algunos " hoy hemos visto cosas admirables". Allí donde  está el Señor, siempre hay " cosas admirables".

Qué contraste! Sus palabras y obras llenan de admiración o escandalizan, suscitando la pregunta central a la que no podemos renunciar: quién es éste? Ésta  es  también hoy la interrogante central. La Iglesia manifiesta siempre la pretensión de Jesús de perdonar los pecados y ejerce en su nombre esta potestad.

San Cirilo comenta : "Oh fariseos, vosotros decís: ¿quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios? Os respondo: ¿Quién puede conocer los secretos del corazón, sino sólo Dios? El dice por medio de sus profetas ( Jer 17,10). "Yo soy el Señor, que escudriña los corazones y reconozco las entrañas".

Qué buscan? Quieren ponerlo "delante de Jesús". El texto narra la curación del paralítico, los hombres que lo cargan saben perfectamente lo que quieren, y aunque se presentan obstáculos, los irán sorteando. Al llegar al lugar encuentran que hay mucha gente, y se hace imposible acceder a la casa, donde se encuentra Jesús, con el enfermo en su lecho, entonces deciden subirlo por el techo y descolgarlo.

Orar por los enfermos siempre será: " ponerlos delante de  Jesús", los que llevan al enfermo tienen fe, del enfermo lo desconocemos, ellos intercederán con esta acción delante del Señor.  La Iglesia siempre llevará a la humanidad doliente delante del médico de los cuerpos y almas.

Nosotros somos invitados a llevar a los hombres a Jesús, hoy el hombre moderno sufre  diversas postraciones,   de las que necesita liberarse, y aunque lo intenta evadiéndose, en le silencio de la noche experimenta la imposibilidad de darse a sí mismo la salud que necesita. Y busca, sin mucho horizonte, en distintas realidades la liberación, y experimenta la mentira, el engaño, el fraude y la desconfianza. Y el Señor que lo atrae en su búsqueda, necesita de los creyentes para que lo " pongan delante de Él". Podría hacerlo sin nosotros, y seguramente lo hace, pero también quiere hacerlo con nosotros. Estás dispuesto, te animas ?

Dice  san Ambrosio:" Grande es el Señor que, por los méritos de unos, perdona a otros; y mientras prueba a unos, perdona a otros sus errores? Cómo  puede suceder, respecto de ti, que eres hombre, que tu compañero no tenga valimiento, cuando respecto de Dios, un simple esclavo tiene derecho de presentar sus méritos, y alcanzar el perdón? Si desconfías del perdón de tus graves pecados, encomiéndate a las oraciones de otros, acude a la Iglesia para que rueguen por ti, a fin de que el Señor te perdone por sus méritos lo que pudiera negarte a ti."

"Cosas admirables" obra el Señor en muchos enfermos restituyéndoles la salud física, pero mayor es el milagro de la fe, por el que sana las almas liberándolas de tantas formas de postración que produce el mal. "Cosas admirables ".veremos si nos comprometemos a llevar a los hombres "delante del Señor".

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