jueves, 18 de julio de 2013

HANS URS VON BALTHASAR: XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (C)



-->No pases de largo junto a tu siervo.La hospitalidad es una ley suprema de los pueblos sencillos, y Abrahán la practica de la manera más generosa y solemne con los tres caminantes extranjeros, como se narra en la primera lectura. Prepara un banquete para ellos como si barruntara que en estos extranjeros le visitaba un poder supraterrenal. Aunque son tres, Abrahán les habla en singular. Dios se le aparece paraél en una pluralidad incomprensible. El comportamiento de Abrahán con respecto a Dios es aquí el preludio de la promesa divina de que Sara tendrá un hijo antes de un año.

En el Evangelio la cosa cambia: Sólo una cosa es necesaria.Aquí no es la solícita hospitalidad de Marta lo que está en primer lugar, sino la palabra de Dios que sale de la boca de Jesús. Ninguna acción que pueda realizar el hombre para agradar a Dios merece el don de esta palabra; ésta es dada gratuitamente a María porque está abierto a ella y puede escucharla. Sería absurdo invertir este sentido evidente del relato y atribuir a la criticada Marta una perfección superior por que sabe estar"in actione contemplativa". El hombre no puede actuar correctamente, si antes no ha escuchado la Palabra de Dios; eso es precisamente lo que se puede reconocer en el episodio de Abrahán en el encinar de Mambré pues la historia había comenzado con la historia obediente d ela Palabra de Dios.Ya en la Antigua Alianza todo comienza con el Escucha Israél. La acción debe después corresponder a esa escucha; a ninguna ortopraxis le está permitido imaginar que puede suscitar a la ortodoxia o producirla a partir de sí misma. La práxis de María se demostrará como la correcta en el último convite de Betania, cuando unge a Jesús para su sepultura; su acción será defendida por el Señor contra todos los ataques y propuesta como modelo para toda la historia de la Iglesia.
Cristo es para nosotros la esperanza de la gloria. También en la Iglesia la palabra de la predicación debe preceder a la praxis, como muestra la segunda lectura ¿Cómo van a creer si no oyen hablar de Él?, y ¿cómo van a oir sin alguien que proclame? (Ro 10,14) La obra suprema de Dios, la entrega de su Hijo por nosotros, e sla quintaesencia de la palabra que nos dirige. Y percibir la Palabra de este Hijo como acción de Dios significa entrar en esa acción. Por eso el apóstol puede atrverse a escribir estas palabras: Así completo en mi carne lo que falta a los dolores de Cristo. En la medida en que Cristo como cabeza ha sufrido por todo su cuerpo, a este sufrimiento no le falta nada, pero en la medida en que Cristo es cabeza y cuerpo, el cuepo debe participar en la pasión de Cristo. La comunión en Cristo es la que el apóstol quiere introducir mediante su predicación a todos los hombres, incluidos los paganos, exige algo más que la distancia entre el que habla y el que escucha, exige la acción común.

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