En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús:
–Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.
Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron:
–¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
Contestó:
–Sí.
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
–¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?
Contestó:
–A los extraños.
Jesús le dijo:
–Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.
El texto de hoy, comienza con el anuncio de la pasión, Jesús les habla del sufrimiento que padecerá, esto sume los corazones de los discípulos en la tristeza. Aman a Jesús, y no quieren que sufra, es algo muy humano, de allí que se entristezcan. El anuncio abarca tres partes: ser entregado, morir y resucitar. Para ellos, el anuncio de la resurrección permanece bastante incomprensible, en tiempo de Cristo, los Fariseos enseñaban la existencia de la resurrección, como un acontecimiento al final de los tiempos . Reparan en el anuncio de su muerte, pero aún no pueden hacerlo en el de la resurrección
El segundo tema que aparece, hace referencia al reclamo en Cafarnaún del pago de impuestos. Jesús expresa una distinción interesante , habla de hijos y de extraños (esclavos), y reconoce que no tiene obligación alguna de pagar, El es el Hijo, que vive en perfecta libertad. El impuesto era una forma de sometimiento de los imperios, así el imperio romano recaudaba por impuestos directos ( en virtud de las propiedades) e indirectos ( por compras o ventas realizadas ).
Este de las dos dracmas, según san Hilario, es para el mantenimiento del Templo, "se pide al Señor que pague los didracmas; esto es, dos denarios Imponía la ley este impuesto a todo Israel, por la redención del cuerpo y el alma y a fin de atender a los ministros del templo".
Jesús manifiesta que no está sujeto al impuesto y luego lo paga, evita primero el escándalo de sus discípulos y luego el de los cobradores de impuesto. Él no quiere ser un lugar de tropiezo para nadie, igualmente enseñará a sus discípulos a no reconocer ninguna otra autoridad, por encima de Dios. Finalmente no rehusa pagar tributo, pero no lo hace de la manera ordinaria.
Hijos o extraños?Libres o desconocidos? Jesucristo en la cruz pagará toda deuda de la humanidad, nos alcanzará la libertad y condición de hijos, ya no por el imperio de la fuerza, sino por la fuerza del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario