DAR Y RECIBIR
Los magos venidos de Oriente, prefiguraban la llegada de los gentiles al reconocimiento del Mesías, portaban sus ofrendas para el Rey, tres eran sus dones con su significado específico. Oro, incienso y mirra.
Ellos anunciaban proféticamente que el niño nacido en el modesto establo de Belén es rey, Dios y hombre. Sorprendidos reconocieron que también Dios, había previsto para ellos un regalo. El Hijo es el don del Padre a los hombres. Dios hecho hombre comienza mostrándonos el camino del sublime intercambio.
La escena manifiesta la presencia del siguiente binomio: dar y recibir. Estamos destinados a dar y a recibir, hay una forma de vivir con la mano tendida y abierta, propia de los hombres de esperanza, que han experimentado a Dios como dador de todo bien. La Escritura nos recordará esta verdad, hay “más alegría en dar que en recibir”. Podemos reconocer a Dios, dando y recibiendo, si buscamos aprender a dar y recibir, como él.
Posibles combinaciones:
* ni dar, ni recibir
* dar sin recibir
* recibir sin dar
* dar y recibir
Para que lo pienses.Y te decidas...
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