martes, 14 de marzo de 2017

NOVENA A SAN JOSÉ ( QUINTO DÍA)

Hacer la señal de la cruz.

Acuérdate de nosotros, bienaventurado san José,
y ayúdanos con tus oraciones y por tú intercesión,
junto a aquel que quiso ser considerado tu hijo, y con tu esposa bienaventurada, María Santísima, la Madre del Redentor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Meditación del día correspondiente

 ¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como en los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.

¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio;  y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación. ( Papa Francisco)

Hacer Petición por la cual se ofrece la Novena

Querido San José quiero pedir tu intercesión, te encomiendo esta súplica ................................ la pongo en tus santas manos, para que la lleves a tu esposa y con Ella, a Jesús nuestro Señor.

Oración Final 

Oh Dios,  que en tu inefable providencia elegiste a san José como esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concé denos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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