Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado.
Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verle.
Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verle.
Qué mueve a Herodes, ¿lo quiere ver?La fama de Jesús se extendía por la región, y Herodes que ha perpetrado el asesinato del Bautista, intenta encontrarse con Jesús. Las cosas que se dicen de Jesús, no resultan agradables para los oídos de Herodes, las tres que se argumentan en el texto, son para el Tetrarca un problema. Comenta san Juan Crisóstomo:" los pecadores temen lo que conocen y lo que ignoran, se asustan de las sombras, sospechan de todo y se estremecen al menor ruido. Tal es, en efecto, el pecado. Sin que nadie reprenda o vitupere a un hombre, él mismo lo da a conocer; sin que nadie lo acuse, él mismo lo condena y hace tímido y cobarde al delincuente. La causa de este temor se pone a continuación cuando dice: "Porque decían algunos".
La posible resurrección del Bautista o el anuncio de la aparición de un nuevo profeta, son motivos de preocupación para este gobernante inescrupuloso que con el asesinato del hijo de Isabel y Zacarías pensó que lograría silenciar la verdad que no quería oír.
Dirá san Juan Crisóstomo, que está atemorizado , por ello declara que Él " había degollado a Juan"; lo cual no decía por ostentación -sino para calmar su temor y tranquilizar su perturbado espíritu- recordando que él mismo lo había matado."
Qué lo atre de Jesús? Seguramente los atrae lo portentoso, lo espectacular, incluso algunos "poderosos" a veces intentan poner a su servicio a estos hombres de Dios. Ya conoce, por lo ocurrido con Juan,que la Palabra de Dios golpea fuertemente las conciencias y no se amilana ante el poder despótico, que quiere silenciar la Verdad.
Tanto Herodes ayer, como otros hoy, buscan controlarlo todo, y viven sobresaltados al constatar que se habla de un profeta nuevamente, los poderosos de este mundo quieren erigirse en dioses, y viven en medio de arbitrariedades para silenciar la voz de Dios, pero es una historia sin fin, porque la voz de Dios no deja de resonar nuevamente en el mundo, en el lugar y a la hora menos pensada.
El secularismo es un modo de perseguir silenciosamente la fe cristiana, con la intención de silenciar la voz de Dios en la sociedad, pero Él, se las ingenia para sortear los obstáculos que presenta, inquietando a los hombres que sirven a tales fines..
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