miércoles, 29 de enero de 2020

DIÁCONO JORGE NOVOA: EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR

Jesús explica la parábola del sembrador. Los destinatarios son sus discípulos, a ellos el Señor les da a conocer el significado de sus parábolas, más tarde dirá, que les ha dado a conocer todo lo que el Padre le reveló. Él es el interprete de la revelación, porque ella remite a  Él, y por ello ante su ausencia visible, el Espíritu Santo será donado , entre otras cosas, para conducir a la Verdad completa.

La revelación de Dios se encuentra visiblemente ante ellos, en la persona de Jesús de Nazaret. Si se desecha su interpretación, se prescinde de la piedra angular, la que no deben rechazar los constructores, pues de hacerlo, todo permanece difuso, dirá san Pablo a los Corintios , que velo de incomprensión de la Antigua Alianza solamente lo levanta Cristo (2 Cor 3,14-15).

Las parábolas son enigmas. Intentan  suscitar preguntas, quién es el sembrador? Y los pájaros?Cómo debo entender el terreno pedregoso? Jesús pretende sacudir a su auditorio con estas historias en movimiento, tomadas de la vida cotidiana. Estas historias relacionan realidades temporales con eternas, materiales con espirituales, su comparación es posible, porque el que las utiliza, conoce lo eterno y lo temporal, lo material y lo espiritual, y las utiliza porque reconoce su posibilidad real de relación. Ahora Él,los introduce en la Verdad que ellas contienen, esta misión la realizará el Espíritu Santo en la Iglesia, por su acción, Él nos explicará las Escrituras y partirá para nosotros el pan. 

 La palabra es sembrada por el Señor de diversa manera, hay una serie de enemigos, que impedirán  que ella germine, que sea aquello que está destinado a ser. Veamos los tres enemigos que se nos presentan y sus efectos en nosotros: se habla de Diablo que " roba", del terreno pedregoso que es inconsistente, superficial y las zarzas que sofocan, ahogan. La tierra esta dispuesta de diversa manera para recibir la palabra del Señor, por ello muchas veces ,ella no alcanza a fecundar los corazones de los oyentes. También el Señor revela que mucha cae en tierra buena, apta para que pueda fecundar, y de hecho así lo hace dando frutos. 

El sembrador debe salir a sembrar la semilla buena de la Palabra de Dios, esa es su tarea, no debe desanimarse ni volverse perezoso por los resultados, la tarea de la siembra de Dios no se mide por resultados estadísticos, poco importa el marketing , reveló el Señor a San Jerónimo que por la salvación de uno volvería nuevamente a vivir su pasión.Hay que sembrar siempre, a tiempo y a destiempo. Todos hemos sido alcanzados por el sembrador, que ha realizado su obra en nosotros, que Él lleve en nosotros su obra hasta el fin. 

Encomendémonos a la Madre del sembrador que vela celosamente la semilla que está germinando, e intercede por aquellos que sufren los embates del Enemigo.

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