sábado, 8 de abril de 2017

HANS URS VON BALTHASAR: DOMINGO DE RAMOS


Si se pronuncia homilía, las dos lecturas pueden constituir el marco de la misma: Jesús no retrocede se somete a todos los ultrajes de los hombres. Es precisamente esto, su entrega y abnegación hasta la muerte en cruz en medio de la historia, lo que hace de él el Señor de la historia. Lo que sucedió una vez en la historia- porque la pasión no es mito sino que ocurrió realmente “bajo Poncio Pilato”, sobre el suelo firme de la historia, es la visibilización de lo que acontece de principio a fin de la tragedia de la humanidad: Dios es golpeado, cubierto de insultos y salivazos, mientras él, por nosotros y para tomar sobre sí nuestra inmundicia, se rebaja hasta el extremo, hasta someterse incluso a la muerte. De la gran pasión según san Mateo pueden extraerse algunos temas fundamentales:

La cena. La entrega eucarística de Jesús se produce después que ha revelado el nombre del traidor que le va a entregar (26,25) por tanto con la pasión ya sobre la mesa y con la certeza de que esta misma noche todos sus seguidores, incluido Pedro, y precisamente él (26,30-35),van a caer por su causa. Jesús sabe que debe sufrirlo todo en la soledad más completa; en el monte de los Olivos los discípulos se dormirán antes de la consumación de la pasión, nadie puede seguir realmente a Jesús (tú me seguirás más tarde, responde Jesús a Pedro: Jn 13,36).La carga del pecado del mundo comienza, en la más absoluta soledad, con el Padre que desaparece, a mostrar su peso insoportable. Jesús, ante el peso excesivo que se carga sobre sus espaldas, tiene que rezar: “Si es posible que pase y se aleje de mí este caliz” (en el AT el cáliz es la imagen de la ira de Dios por el pecado). Pero el que se ha entregado eucarísticamente tiene que tomar sobre sí lo aparentemente insoportable, según la voluntad del Padre: en nuestro lugar, por nosotros.

Traición y juicio. Jesús es traicionado por un cristiano y negado explícitamente por el discípulo en el que más confía, el representante de la futura Iglesia, nadie cree que este hombre que se deja condenar sin oponer resistencia pueda ser el Mesías combativo que esperan los judíos; hay miedo a ser reconocido como discípulo del condenado. Los judíos cometen la segunda traición: este hombre, que se tiene por Mesías y por Juez del mundo (26,63-64), no se corresponde en absoluto con la imagen política del Mesías que ellos habían imaginado (en el fondo se trata de una traición a la fe pura de Abrahán);al igual que Judas piensa como un judío cuando traiciona a Jesús, así también los judíos piensan como auténticos paganos cuando entregan a Jesús al gobernador romano. Ahora es el pueblo judío el que le traiciona. El interrogatorio ante Pilato, el pagano no puede conducir a nada, pues ahora falta toda mediación (de la revelación bíblica).Por eso Jesús, la Palabra de Dios, después de haber declarado que es “el rey de los judíos”, calla y no contesta a una sola pregunta. No puede ni quiere detener el destino que está en marcha, ni siquiera quiere dirigirlo a su manera. El destino termina en la cruz, donde ahora también el Padre le abandona para dejar que se consume la pasión: El escarnio del mundo le acompañan hasta el final, hasta que da su último grito y se abisma en las sombras de muerte.

El fin del mundo..Solo Mateo describe el episodio de la cruz con colores escatológico: tinieblas, temblor de tierra, apertura de las tumbas( pero los muertos no salen de ellas hasta después de la resurrección de Jesús), el velo del Templo que se rasga, todo ello como signo de que el culto de Israel ha pasado. La cruz, que se levanta en medio de la historia, es también su final: toda la historia corre a su encuentro. El juicio del mundo tiene lugar aquí “ahora comienza un juicio contra el orden presente. La puesta en escena apocalíptica no es simplemente un lenguaje figurado propio de la Biblia; con cada muerte se abre realmente al mundo de la muerte y del abismo para, en virtud de la resurrección de Cristo, dar a la humanidad posibilidad de resucitar con Cristo (Ef 2,6)

2 comentarios:

Graciela dijo...

Gracias! Como siempre sus palabras abren la mente.
Me gustaría leer más sobre el último párrafo.
Sería tema para otra predicación.

Pbro. M. Frank dijo...

Excelente. Preciso y puntual.