«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a
los que se las pidan!
Jesús invita a los hombres a pedir, buscar y llamar, estas son las tres acciones que debemos realizar, contra las que atenta la pasividad, un flagelo que se disfraza a veces de buenas razones, " Dios lo sabe todo, sabe lo que necesito".
Según el texto de Mateo 6,8, el Padre sabe lo que necesitamos, esta afirmación, en primera instancia parece contraponerse a la dada hoy, "pedid y se os dará ", pero ciertamente que es un enfrentamiento aparente, el que sabe lo que necesitamos es el que nos va a dar lo "bueno" para nosotros. Entran en relación la libertad y voluntad del hombre, y la del Padre celestial, e l tema sería, preservar el ejercicio verdadero en ambos.
La clave está entonces en el destinatario de nuestra petición, nuestro Padre, siguiendo la recomendación de Nuestro Señor debemos pedir, buscar y llamar, esto permite al hombre el ejercicio de su libertad y voluntad, es decir, que sea verdaderamente hombre, lo que no supone, que recibamos como respuesta lo que hemos pedido. Es el Padre el que conoce lo que necesitamos y que nos dará lo bueno.
Comenta san Agustín: "Suplicando fielmente al Señor por las necesidades de esta vida, con misericordia nos oye unas veces y con misericordia nos desoye en otras. El médico sabe mejor que el enfermo lo que a éste le conviene. Si pide lo que el Señor desea y promete, se hará enteramente lo que pide, y recibirá la caridad lo que la verdad prepara."
Al hombre toca pedir, buscar y llamar, y a Dios responder. La enseñanza de Jesús establece claramente , que Dios, que es Padre, está en mejor situación de saber lo que es mejor para el hombre, que es su hijo. Debe el hombre confiar en Dios, o mejor dicho, deben los hijos confiar en su Padre.
San Agustín, trata de explicar en lo que se distinguen las tres acciones propuestas, dice : "La petición, pues, tiene por objeto impetrar la salud del alma, a fin de que podamos cumplir lo que está mandado. Mas el acto de buscar se refiere a la adquisición de la verdad, pues una vez que se ha encontrado la verdadera vida se llega a su posesión, la cual sólo se abre al que llama. objeto impetrar la salud del alma, a fin de que podamos cumplir lo que está mandado. Mas el acto de buscar se refiere a la adquisición de la verdad, pues una vez que se ha encontrado la verdadera vida se llega a su posesión, la cual sólo se abre al que llama."
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