-¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso? Y desconfiaban de él.
Jesús les dijo:
-Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.
Jesús es maestro, muchos lo llamarán así, "rabí", incluso María al reconocerlo resucitado lo llamará "raboní",que significa ,mi maestro (Jn 20,16). Ustedes, les dirá en el lavatorio de los pies, me llaman maestro y Señor, y lo soy. Jesús una y otra vez les enseña, en forma de parábolas o sermones,como el del monte, la multitud recorría importantes distancias para escucharlo, sin preocuparse demasiado sobre que comer o donde descansar, una de esas veces, serán alimentados por Jesús con 5 panes y 2 pescados.
Su enseñanza les devolvía la esperanza, era Buena Nueva, evangelio. El Señor enseñaba con autoridad, y todos quedaban admirados de su doctrina. Nunca antes se escuchó nada igual, esta palabra comunicada por Jesús, descendía directamente desde el cielo, el "yo digo ", sustituía al "dice Dios" .Como palabra eterna que resonaba en el tiempo, alcanzaba los corazones en su diversas situaciones y los invitaba a vivir en la libertad de los hijos de Dios.
Muchos se preguntaban por la sabiduría que manifestaba, y no lograban encontrar el origen de tal esplendor de la verdad. No ha estudiado con ningún maestro, es de condición humilde, conocemos de donde procede y también quienes son los miembros de su familia. Para muchos esto era un obstáculo, conocer estas cosas les volvía incomprensible su sabiduría.Esta sabiduría divina que se ha manifestado, tiene el origen en su persona, es el Hijo eterno que se ha hecho hombre.
Se enumeran a los miembros de su familia, y se habla de hermanos, expresión que designa de modo habitual a cualquier pariente, nunca aparecen textos que hablen de ellos, como los hijos de José o María, como por ejemplo los hijos del Zebedeo (Santiago y Juan). Sería un tanto confuso, en caso de existir otros hijos, que el Señor desde la cruz, la encomiende a Juan, sin mención alguna a los otros supuestos hijos suyos.
La palabra griega "adelphos", tanto como la hebrea "ah", es utilizada en la Sagradas Escrituras, para referirse a un parentesco que abarca lo que hoy llamamos primos, sobrinos y hermanos. Incluso en la versión griega de la Antigua Alianza, se utiliza "adelphos" en Cró. 23,22 para designar a los primos, cuando existe la palabra "anepsios" (sobrinos).
La afirmación final es contundente, la historia tristemente ha visto su cumplimiento en un sinnúmero de oportunidades. Nadie es profeta en su tierra, diríamos en su casa, trabajo, barrio, sociedad y país.
Jesús es tu Señor y Maestro, y como María la hermana de Lázaro y Marta, hay que sentarse a sus pies para escucharlo atentamente. Nosotros no nos escandalizamos de Él, ni de sus enseñanzas, ni andamos buscando donde ir, hemos reconocido que solamente Él , tiene palabras de vida eterna.
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