jueves, 17 de febrero de 2011

HANS URS VON BALTHASAR: VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)

Lo católico en Dios. Si Dios es el amor, no puede odiar nada de lo que él ha creado; eso es lo que dice el libro de la Sabiduría (Sb 1,6.13-15). Su amor no se deja desconcertar por le odio, la aversión y la indiferencia del hombre; Dios derrama su gracia sobre buenos y malos, ya aparezca esta gracia ante los hombres como sol o como lluvia.. Tolera que se le acuse, que se le insulte o que se le niegue sin más. Pero no lo tolera en virtud de una indiferencia sublime, pues la adhesión o la aversión humanas le afectan hasta lo más profundo. Cuando un hombre rechaza seriamente el amor de Dios, no es Dios el que le condena sino que es el propio hombre el que se condena a sí mismo, porque no quiere conocer y practicar lo que Dios es: amor. La justicia de Dios no es la del ojo por ojo y diente por diente; más bien hay que decir que cuando el hombre no supera la justicia penal de este mundo (que es necesaria), ni comprende a Dios ni quiere estar a su lado. Dios nunca ama parcialmente sino totalmente. Esto es lo que significa la palabra católico.

Lo católico en Jesucristo. Jesús es el Hijo único de Dios que nos revela lo que ha visto y oído junto al Padre (Jn 3,32): que Dios no ama parcialmente, ni es justo sólo a medias, ni responde a la agresión de los pecadores privándoles de su amor.El manifiesta esto humanamente no respondiendo a la violencia, sino ofreciendo, en la pasión, la otra mejilla, caminando dos millas con los pecadores e incluso todo el camino.Se deja quitar por los soldados no solo el manto, sino también la túnica.Contra él se desencadena toda la violencia del pecado precisamente porque pretendía ser Hijo de Dios (Jn 19,7).pero su no-violencia tiene mayor proyección que toda la violencia del mundo. Sería un error querer convertir la actitud de Jesús en un programa político, porque está claro (incluso para él) que el órden público no puede renunciar al poder penal (Jesús habla incluso de este poder en sus parábolas, por ejemplo: Mt 12,29;Lc 14,31; Mt 22,7.13) cristo representa, en este mundo de violencia, una forma divina de no-violencia que él ha declarado bienaventurada para sus seguidores (Mt 5,5) y a la práctica de la cual les invita encarecidamente aquí.

Lo católico de la alianza. El AT conocía el amor primariamente para los miembros de la propia tribu, ellos eran entonces el prójimo.Pero para Cristo todo hombre por el que él ha vivido y sufrido se convierte en prójimo. Por eso los cristianos, a ejemplo de Cristo, tienen que superar también la solidaridad humana limitada y amar a los publicanos y a los paganos. Pablo muestra la forma de la catolicidad de la alianza. La sabiduría cristiana comprende que no debe ser parcial ni partidista, porque , en virtud de la catolicidad de la redención, toda la humanidad, incluso el mundo entero, pertenece al cristiano, pero en la media en que éste ha hecho suya la catolicidad de Cristo, que revela a la vez al Padre."Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios". la verdadera forma de la catolicidad del cristiano no consiste tanto en un dejar -hacer exterior cuanto en una actitud interior: "Amad a vuestros enemigos, rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el celo".


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