Por Juan C. Sanahuja
Mons. Raymond Burke, Presidente del Tribunal de la Signatura Apostólica, afirmó que las religiosas católicas que contradicen abiertamente la autoridad de la Santa Sede y la doctrina de la Iglesia son “un absurdo de primera categoría”, y deberían dejar de llamarse a sí mismas “católicas”. Mons. Burke censuró directamente a la presidente de la Catholic Health Association, Hna. Carol Keehan, y a Network, la red de monjas pro aborto, cuyo apoyo a la reforma sanitaria de Obama fue decisivo para la aprobación de la misma en el mes marzo.
Mons. Burke hizo estas afirmaciones el 12 de abril, en el encuentro anual del Instituto para la Vida Religiosa (Mundelein Seminary, Illinois). El presidente de la Signatura expresó su indignación por el desafío a la Iglesia por parte de ese grupo de monjas que apoyaron la nueva legislación sanitaria de Obama, que representa la norma abortista más importante y dañina desde la sentencia Roe vs Wade, debido a que aumentará la cobertura del aborto con fondos gubernamentales.
"¿Quién podría imaginarse -dijo Burke- que las religiosas consagradas se opondrían abiertamente y, en contra de los obispos, sucesores de los Apóstoles, apoyarían públicamente una legislación que incluye normas que violan la ley moral natural en sus principios fundamentales -la defensa y promoción de la vida más inocente y desprotegida- y no incluye la protección del derecho a la objeción de conciencia de los trabajadores de la salud?".
Resistencia a la Visita Apostólica
Siguiendo con sus críticas a la disidencia católica, Mons. Burke se expresó duramente sobre "la traición pública y obstinada de ciertas monjas” a la identidad de la vida religiosa. Esas comunidades -relacionadas con la Catholic Health Association (CHA) y con Network- resisten la Visita apostólica ordenada por la Santa Sede.
"¿Quién podría haberse imaginado nunca que las congregaciones religiosas de derecho pontificio se organizarían abiertamente para resistir e intentar que fracasara una visita apostólica, o sea, una visita a sus congregaciones llevada a cabo bajo la autoridad del Vicario de Cristo en la tierra, a quien todas las religiosas deben estar unidas por los más fuertes vínculos de lealtad y obediencia?", agregó Mons. Burke.
Mons. Raymond Burke agregó además, que la actitud de las religiosas hacia la visita apostólica representa "a una tendencia creciente entre ciertas religiosas consagradas que se consideran a sí mismas por encima y más allá del cuerpo de Cristo, como una institución paralela que supervisa a la Iglesia, con una autonomía que va contra su propia naturaleza".
"La vida religiosa está en el corazón de la Iglesia, y por ello las congregaciones religiosas, por su propia naturaleza, están unidas por la más estricta fidelidad al Romano Pontífice. Desde luego que es un absurdo de dimensiones gigantescas tener religiosas consagradas que actúan contra la ley natural consciente y obstinadamente. El daño espiritual que se hace a las religiosas que obedecen, así como el grave escándalo que se da a los fieles y a la sociedad en general, es de proporciones incalculables", dijo.
Obama, el arquitecto de la traición
La rebelión de las religiosas es anterior al problema de la reforma del sistema de salud de Obama, y se extiende a temas mucho más amplios relacionados con la disciplina y el magisterio de la Iglesia. La postura contra la ley natural en el caso de la reforma sanitaria de muchas de ellas, visibilizó el cisma de hecho que existe en la Iglesia en Estados Unidos.
Obama fomentó ese "disenso" en vísperas del tratamiento de la ley, para confundir a los católicos y evitar que en la opinión pública y entre los legisladores prevaleciera la imagen de una postura unánime de la Iglesia en contra de la reforma.
La reforma fue sancionada el 21 de marzo pasado. El 18 de marzo el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reveló que el presidente Barack Obama promovió activamente la ruptura pública de laCatholic Health Association (CHA) con los obispos norteamericanos.
Gibbs también sugirió que esa división de la CHA y de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) por un lado, y los obispos por otro, "legitimó" la cobertura política para que los demócratas pro-vida cambiaran su voto contrario a la reforma de salud.
“El Presidente -declaró Gibbs- se reunió esta semana con la Hna. Keehan de la CHA, en el salón Roosevelt de la Casa Blanca, sin que trascendieran los temas de conversación”, pero el sólo hecho del encuentro es muy significativo.
Según Life Site, los incentivos económicos no fueron ajenos a la abierta rebelión de la Catholic Health Association. FIN, 02-05-10
Fuentes: Propias; Life Site 18-03-10; 12-04-10; www.catholicvoteaction.org; www.itvr.org.
Para más información:
-Sobre la resistencia de las monjas a la Visita Apostólica ordenada por la Santa Sede, vid. artículo de la Hna. Sandra Schneiders, publicado por el National Catholic Reporter, traducido en http://www.itvr.org
-Planned Parenthood Cheers 'Brave' Nuns for Supporting Pro-Abortion Health Bill.
-USCCB Hits Back: Pro-ObamaCare Nuns 'Grossly Overstated' Significance
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