EL JUEGO DE LA COPA |
LA CURIOSIDAD ES LA PUERTA QUE ABRE EL ENEMIGO!
Hola me llamo Carolina, no vivo en la Capital. Me pides te cuente, cómo
entré en el juego de la “copa”. Mi padre cuando yo tenía 6 años se fue
por un mes a Montevideo, y mi madre trabajaba de maestra desde el
mediodía hasta la tardecita. Yo me quedaba sola, con 3 primas
adolescentes, entre 15 y 17 años, unas amigas de ellas, y dos primos de
18 años. Todos andaban por esas edades, cuando quedábamos solos,
cerraban todas las ventanas, eran muy curiosos y las cosas del “otro
mundo” les fascinaban. Mis primos tenían problemas con sus padres porque
eran alcohólicos. Creo que el juego de la copa fue como un escape de
lo que vivían en sus casas.
Se sentaban en la mesa que estaba en
mi dormitorio, y sobre ella ponían todas las letras del abecedario y los
números del 0 al 9. Luego ponían la copa boca arriba y cada uno ponía
la punta de un dedo sobre ella, Y comenzaban a llamar al espíritu de la
abuela. Abuela Rita, estás ahí? Y así con otros espíritus…
Cuando
se sentía que la copa tenía energía, se la daba vuelta y todos ponían
el dedo nuevamente sobre ella. Y comenzaba a correr muy fuerte,
señalaba las letras o numeros, uno estaba para escribir, porque iba muy
rápido.Yo vi como la copa se mueve con una fuerza propia, yo lo vi, la
fuerza es impresionante por momentos iba tan rápido que no tocaba la
mes, como si levitara sobre la mesa, siempre tenes un dedo sobre ella
pero no haces fuerza.La copa te lleva.Comenzaban los mensajes de
adivinación. A Manuela le dio la fecha del casamiento con Pedro, a
quien no conocía.
Jugamos por curiosidad, no por maldad. Cuando
volvió mi padre, fueron a la casa de uno de mis primos, el tiene un
perro y al comenzar a jugar, comenzó a aullar y no paraba, la caja con
las llaves térmicas, que estaba en la pared, explotó. Se asustaron y no
jugaron más. Pasaron muchas cosas malas. Nunca más jugaron.
Cuando fui adolescente, volví a jugar, para mí era normal, pensaba que
eran mis familiares fallecidos que venían con” buena onda”. La verdad
hubiera sido lindo que todo fuera bueno y sin peligros.
Nunca más
pude dormir en ese dormitorio. Allí no duerme nadie, ni las posibles
visitas. Si estás allí sientes” presencias”. Cuando todavía dormía, al
acostarme sentía que me miraban. Tuve dos parálisis de sueño. (La
parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar
cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el
periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia.) Es
horrible. Sentís que no te podes mover y sentís al “demonio”. Sentís una
presencia horrible, y lo único que podes es rezar. Luego vino mi
enfermad. El cuarto está siempre cerrado, allí solamente guardamos ropa.
Nunca más voy a dormir allí..
Carolina cuál sería tu mensaje?
“No jueguen, no vale la pena, porque no son almas buenas (es el
demonio) las que van a la copa y les pueden hacer mucho daño, yo lamento
de alma haber tocado ese mundo oscuro, sin colores y que terminó
enfermándome. La depresión es horrible es un infierno, no se arriesguen
por nada, no vale la pena. Hoy aprendí a rezar el Rosario, y en mis
problemas me ayudan la Virgen y Jesús y los santos de Dios. Acudan con
ellos.
No con espíritus inmundos que no dejan nada bueno en el
alma ni en las casas. Hoy vivo en mi casa, pero no puedo dormir en mi
dormitorio, porque sentí cosas horribles ahí”
Gracias Carolina!
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