miércoles, 11 de noviembre de 2015

DIÁCONO JORGE NOVOA: SEÑOR, DESTRUYAMOS A LOS QUE NOS RECHAZAN...

Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén.
Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?»Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.


Jesús se afirma en su decisión de subir a Jerusalén,  la expresión bíblica de este pasaje, en su original griego, habla de que " endureció su rostro",  es la reafirmación  de la orientación de toda su existencia, va hacia Jerusalén a morir, allí será entregado y ajusticiado. En otros textos, vemos a Pedro que intenta  disuadirlo de "subir a Jerusalén", preocupado por el riesgo que corre su Maestro, pero Él que ha venido para cumplir la voluntad del Padre, va a la ciudad que "matan a los profetas", centro neurálgico hacia el que tiende su existencia.

En el evangelio según san Lucas, los acontecimientos  centrales de la vida de Cristo se  concentran en Jerusalén, todo comienza en Jerusalén y en el Templo, allí Zacarías recibirá el anuncio del arcángel Gabriel, allí acontecerá la Pascua del Señor, desde allí la Iglesia impulsada por el Espíritu Santo será enviada a las naciones.

Los discípulos en el camino deben enfrentar la hostilidad de los samaritanos, rivalidad originada con la división de los reinos, y la construcción en el norte del Templo en Garizim. Los samaritanos  que intentaron reconstruir el Templo de Jerusalén, luego de la deportación, fueron  rechazados, con lo cual la tensión se incrementó.Los samaritanos adoraban a distintas deidades, entre las que se encontraba el Señor.

Juan y Santiago han entendido equivocadamente las enseñanzas del Señor, ellos han experimentado el "poder" de su Maestro, han sido testigos de tantísimos signos extraordinarios, la multiplicación de los panes, la tempestad calmada, la curación de sordos, ciegos, mudos y paralíticos. Ahora que padecen el rechazo, en este caso de los Samaritanos, quieren hacer justicia por mano propia, quieren que Jesús utilice su " poder" para destruirlos.

Jesús no ha venido a imponer su poder a los poderes de este mundo, con la lógica y reglas con que los poderes de este mundo resuelven los conflictos, unos con  otros, para  alcanzar la primacía. Dice Santiago en su carta que " la ira del hombre no realiza la justicia de Dios", la caridad esta ausente allí donde el vicio de la ira se impone. Comenta Beda,  que " reprendió el Señor en ellos, no el ejemplo de un profeta santo, sino la ignorancia de vengarse que había en ellos, rudos aún, haciéndoles ver que no deseaban la enmienda por amor, sino la venganza por odio".

El Señor los reprendió, según su testimonio en el Apocalipsis, a los que ama los corrige, para que ordenen y gobiernen sus pasiones, para que el amor al prójimo y la salvación sean la meta de toda acción de sus discípulos.

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