miércoles, 3 de diciembre de 2014

CARDENAL G.DANNELS: ESPERANZA Y CARIDAD


El que confía y espera en Dios debe entregarse enteramente a los hombres como Él. La esperanza se vuelca en la caridad. Esto supone un delicado equilibrio entre dos actitudes: esperar en la confianza y remangarse para entrar en acción. El cristiano se parece al que está sentado en el borde de una silla. Está sentado sobre aquello que dispone de un apoyo seguro: la esperanza. Y en el borde de la silla, porque está dispuesto a levantarse y pagar personalmente. La "poltrona del holgazán" no forma parte del mobiliario.

No se otorga una confianza plena a Dios si no se le ama. Y no se puede amar a Dios si no se ama al prójimo. Así la fe conduce a la esperanza y la esperanza conduce al amor.

Por otra parte nunca esperamos para nosotros mismos. La esperanza no alcanza su término mientras no se extiende a todos los hombres dentro del universo ¿Cómo puedo esperar el cielo con alegría si sé que allí me encontraré completamente solo?

Fe, esperanza y caridad son las tres grandes virtudes que no pueden prescindir una de otra. La fe ve lo que ya existe, la esperanza nos propone lo que vendrá; la caridad ama lo que existe, la esperanza se ocupa ya de lo que será. En nuestro tiempo,¿la esperanza seguirá siendo la virtud más grande?Como quiera que sea, las tres se mantienen recíprocamente en equilibrio y las tres son necesarias.

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