Coronación pontificia de la imagen de la Virgen de Sumampa
Los fieles se acercan la imagen de la Virgen Nuestra Señora de Sumampa recientemente coronada
El nuncio, mons. Adriano Bernardini, bendice la corona de la Virgen de Sumampa
Una multitud, estimada en 40.000 peregrinos, participó el pasado sábado de la celebración eucarística de coronación pontificia de la imagen de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, presidida por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, y concelebrada por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, y el obispo auxiliar, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
La Eucaristía se realizó en al Santuario Histórico Nacional, de Sumampa Viejo, ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Sumampa, en el sur provincial.
Asistieron el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien declaró de interés provincial a las fiestas patronales y huésped de honor al nuncio apostólico, y el intendente local, Luis Antonio Galván, entre otras autoridades.
Tras la bendición de las dos coronas,que fueron confeccionadas con material donado por la comunidad sumampeña, por parte de monseñor Bernardini y los prelados santiagueños, se coronó primero al Niño y después a la Virgen bajo esa advocación, en medio de la algarabía de la feligresía que saludó con pañuelos y banderas en alto ese momento histórico.
Una vez coronadas las dos imágenes, los devotos cantaron una serenata en honor a la Virgen y marcharon por el valle, iluminando elcamino con antorchas y tirándole pétalos de rosas, hasta llegar a un altar donde fue depositada hasta el lunes, fecha de las fiestas patronales y la procesión.
Dios no es superfluo En la homilía, monseñor Bernardini destacó la humildad de María, quien “no toma la actitud de personaje, es simplemente una mujer que se confunde con todas las otras mujeres, una madre que no se distingue entre las otras madres. Jamás se pone en primer plano, no tiene ninguna pretensión de atraer sobre sí la atención. Ella desaparece totalmente y felizmente en el Hijo”.
El representante vaticano lamentó que hoy Dios se vuelva “superfluo”, actitud que, advirtió, “pueda ayudar a amontonar dinero, combinar negocios ventajosos, hacer carrera, tener éxito, pero resulta de estorbo con sus mandamientos y sus prohibidas antigüedades diseminadas sobre las calles de nuestros intereses y placeres egoístas”.
“Así, Dios se pone fuera de moda. Y como está fuera de moda -y de hecho, no se lo usa más-, nos olvidamos normalmente de interpelar a su fastidiosísima aliada y espía, que es la conciencia”, aseguró.
Ante esta indiferencia del hombre, que deja de buscar a Dios, monseñor Bernardini llamó a invocar a la Madre de Dios, que en Santiago lleva el nombre de Virgen de Sumampa, porque aseguró Ella “ayudará a precisar nuestro compromiso: Hacer renacer en el hombre, pobre y miserable, no obstante la abundancia de bienes, las ganas, la nostalgia de Dios”.
“María nos hará comprender que tenemos necesidad de convencernos de que Dios es gratuito, pero no superfluo: que el hombre, aún cuando tenga todo, en realidad no tiene nada si le falta Dios; que sin Aquel a quien María llevó en su seno, la sonrisa se marchita fácilmente en nuestros rostros; que la noche desciende escalofriante; que sin El María, como madre, no puede desinteresarse de la necesidad de los hijos. De su pobreza, de sus desilusiones, de sus descorazonamientos; que tenemos necesidad de otra cosa que no es el solo pan de cada día”, dijo, antes de concluir con una oración a la Virgen.
La importancia del acontecimiento La corona que se colocó a la Virgen fue bendecida por el papa Benedicto XVI, en el marco de la visita "ad límina" que en mayo pasado hicieron el obispo de Santiago del Estero, Francisco Polti, y el auxiliar, Ariel Torrado Mosconi.
La ceremonia religiosa tuvo carácter de "hito histórico" para la feligresía santiagueña, que por motu proprio juntó firmas durante dos años para pedir al Vaticano este reconocimiento para la Virgen.
Al conocerse la decisión del Papa de conceder la coronación pontificia para la imagen mariana, el obispo Polti había dicho que "con este regalo se cumple un querido y añorado deseo de tantas generaciones de comprovincianos de ver coronada a la Virgen de la Consolación de Sumampa, que desde 1630 fijó su morada en nuestras queridas tierras santiagueñas".
La imagen de Nuestra Señora de la Consolación es una de las dos enviadas desde Brasil en el siglo XVII para el hacendado Farías de Saa, quien residía en la zona de Sumampa, unos 240 kilómetros al sur de esta capital. La otra imagen es la que quedó en Luján, donde según la tradición religiosa la Virgen "quiso quedarse" al quedar varada la carreta que la transportada.
Por esta coincidencia religiosa, el arzobispo emérito de Mercedes-Luján, Rubén Di Monte, trajo hasta el santuario "una réplica exacta de la Virgen de Luján, para que comparta con la Virgen de Sumampa, dado que la historia las une con muchas características en común".
Historia
En circunstancias interpretadas como "milagrosas", la imagen brasileña llegó en 1630 a Sumampa en una mula que se había extraviado de la caravana que la traía desde Córdoba.
Desde 1984 la Virgen de Sumampa es patrona de la provincia de Santiago del Estero.
A partir de ese año, el collar y su imagen fueron instituidos como distinción honorífica para ser utilizada por los gobernadores constitucionales, otorgada por el obispo diocesano en la ceremonia de asunción.
Es también protectora de los transportistas, de los estancieros, de las escuelas y los cadetes de policía.+
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