jueves, 10 de agosto de 2017

DIÁCONO JORGE NOVOA: ESO NO PUEDE PASARTE....

" Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y
padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo.
-¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
-Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios."

 El  pasaje que meditamos es conocido como la confesión de fe de Pedro, el Señor revela que su respuesta es fruto de una gracia de revelación del Padre. La verdad contenida en la respuesta de Pedro no se origina en su capacidad intelectual, es iluminación divina, que se plasma en lenguaje humano, para que los hombres conozcan la verdad sobre Jesús.

El Padre que está en el cielo, se hace presente en la tierra en su Hijo muy amado, y por la comunicación de la verdad contenida en la expresión de Pedro: "tu eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo". Jesús como en otras oportunidades se goza de los designios del Padre,  reconoce en Pedro a uno de los sencillos que reciben la revelación celestial :" Bienaventurado tú"...

Esta  expresión gozosa de Jesús cambiará ante la decisión que Pedro manifiesta de impedir que el Señor vaya a Jerusalén. Enérgicamente Jesús le responderá: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios". La escena es la misma, y en ella se manifiesta claramente estos dos comportamientos  contrapuestos. 

Dejemos a Pedro, y veamos que resonancias trae el texto  para nosotros. Dóciles instrumentos al servicio del Señor y su designio o gobernados por los pensamientos de los hombres sin Dios, que son causa de tropiezo para muchos. Un binomio que está presente en nosotros y en nuestras decisiones.

La docilidad es un gracia que hay que implorar. Es necesario habituarse a sintonizar con las mociones del Espíritu Santo, su presencia silenciosa y amable nos impulsa descubriéndonos los caminos de Dios. El modelo de disponibilidad es la Madre del Señor, ella, en las escenas evangélicas nos muestra la escucha atenta y  su pronta respuesta ante los proyectos de Dios.

También vive en nosotros "el hombre viejo", con sus sueños egoístas , soberbio y demasiado centrado sobre sí mismo. Cuando la escena queda dominada por él, as cosas de Dios las vive con su lógica humana, y trata de dominarlo todo siguiendo su propia voluntad. 

La Iglesia nos enseña  el valor de la fe, y ha dicho que es para la vida del hombre como un "giro coopernicano", pues  del mismo modo que la teoría de Coopernico reconoció que en el centro estaba el sol, desplazando  a la tierra a su órbita, la fe pone en el centro a Dios y nos ubica en el lugar justo. No gira Dios alrededor nuestro, somos nosotros los que giramos alrededor de Dios.

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