"No estás lejos de Reino de Dios", fue la respuesta de Jesús en el diálogo que mantuvo con el escriba que le había preguntado:¿qué mandamiento es el primero? Esta es la percepción que muchas veces tenemos, con relación a tantos hombre y mujeres que no creyendo en Cristo, en sus comportamientos están cerca de Él.
En la bondad de tantos hombres reconocemos la cercanía de la que habla Jesús, en sus búsqueda de la verdad, los heroísmo de la vida laboral, la abnegación familiar, y en tantos y tantos comportamientos presentes hoy entre nosotros.
Debemos conformarnos con esto? No. Resulta claro que el Señor busca a los pecadores, y sabemos que la oveja perdida y el hijo pródigo "dilapidaron la parte de la herencia" que reclamaron. En este caso, no se trata de una lejanía de tal magnitud, son los que habitualmente llamamos " buena gente". Qué debemos hacer?
Estamos llamados a una relación amistosa con el Señor, a " ser santos como nuestro Padre es santo". El gozo que provoca percibir la cercanía del Señor, no debe invalidar el anuncio de la fe católica, por el contrario, debe impulsaron a presentarles a Aquel que los busca y quiere comunicarles su vida en abundancia.
Él ha venido para que "tengamos vida y vida en abundancia". No existe una recomendación del Señor, en los relatos evangélicos, que diga a sus discípulos," no vayan a los que ustedes consideren que son "buena gente". El Señor ha expresado con sus palabras, y especialmente con sus gestos, que siempre debemos respetar al "otro". El envío misionero es a "todos". Es claro,que nuestra valoración, es una percepción que puede guardar algunos errores, solamente Dios conoce el corazón del hombre. No estamos hablando de una prescindencia voluntaria, sino, de la mirada creyente que evita anunciar a Cristo porque considera que el otro es "bueno".El cristianismo se trata solamente de una moral? Siendo que en sus comportamientos viven como cristianos, no necesitan recibir el anuncio de la salvación?
Benedicto XVI en el discurso inaugural de Aparecida afirmaba:
"Sólo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. La verdad de esta tesis resulta evidente ante el fracaso de todos los sistemas que ponen a Dios entre paréntesis."
Anunciemos a Cristo a "todos", y recemos para que sean muchos los que acepten su llamada. No hubo,ni hay, ni habrá personas que no necesiten del Señor, y de su gracia. Él es el Salvador de género humano, y todo lo humano encuentra en Él , el sentido de la existencia.
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