viernes, 27 de mayo de 2022

ROMANO GUARDINI : MANDA TU LUZ DESDE EL CIELO

Después del salmo responsorial de la misa de Pentecostés hallamos la secuencia al Espíritu Santo, antiguo himno litúrgico, cántico sereno e inspirado. No contiene ideas extraordinarias pero en él los pensamientos fluyen con sosegada profundidad. No hay sentimientos tumultuosos sino un tranquilo vaivén de olas, una plácida corriente. Todo se mueve en un espacio íntimo y, a la vez, inmensamente amplio: el corazón del hombre en el que se vive la gracia de Dios.

“Ven, Espíritu divino

Manda tu luz desde el cielo”.

La vida del hombre está llena de misterios y la agitan muchas fuerzas. Una de ellas es la luz, por la que hay que bendecir a Dios. Hay diversas clases de luz. La luz de los cuerpos que viene del o de alguna cosa que arde. Nuestros ojos la perciben y ella nos alumbra el camino y nos posibilita el trabajo.

Existe la luz de la inteligencia que ve el sentido de las cosas y las clarifica. Cuando entendemos algo que al comienzo no entendíamos ni en su naturaleza ni en sus causas nos decimos: “esto ya está claro”.Esta luz nos muestra la verdad y nos da fuerza para que enfrentemos la realidad”.

Existe también la luz de la belleza. Cuando estamos ante un árbol majestuoso o ante un panorama amplio y despejado, o ante una excelente obra de arte, tal vez comprobemos en nuestro interior la claridad de la belleza que se nos está revelando. Esto que no cautiva y esplende es bello. ES un milagro impresionante y una promesa de la eterna perfección.

Aquí se nos dice que existe aún otra clase de luz, la que penetra en el espíritu del hombre, que proviene de Dios. Es luz divina, sagrada. Sagrado dice más que bueno o puro. Es el alimento de la vida de Dios, terrible y amable al mismo tiempo, indeciblemente extraño, pero íntimamente confidencial. Desde allí nos llega esta luz que penetra en nuestro interior.

Romano Guardini (1885-1968)

viernes, 20 de mayo de 2022

DIÁCONO JORGE NOVOA: HOY ES POSIBLE EDIFICAR EL HOGAR?

El hogar ha sido siempre para los cristianos algo sagrado, por un lado es don, realidad recibida que debe ser acogida con gratitud, y por el otro tarea. Ser conscientes de que ambas realidades resulta necesario para reconocer nuestro protagonismo en su construcción. La expresión hogar no se detiene en la realidad edilicia, sino en las relaciones humanas; esto permite reconocer que las expresiones que lo describen adecuadamente son: encuentro, reunión, compartir, dialogar, trabajar,familia, etc...

El hogar es una realidad a edificar. Aunque la casa (materialmente) está construida, el hogar siempre es una tarea por realizar, que necesita del compromiso permanente de todos sus miembros; las distintas edades, capacidades intelectuales o fuerzas físicas permiten descubrir la complementariedad existente para la edificación del bien común que es el hogar.

Con la palabra hogar, no se designa el espacio físico, necesario para moverse, se trata del espacio que se establece cuando sus habitantes hacen en sus vidas lugar a los demás, entregándoles su tiempo para interesarse por lo que les ocurre. Yo me vuelvo protagonista cuando asumo mi responsabilidad, buscando aportar mis cualidades, ocupando mi lugar y dando el lugar que a otros corresponde.

El hogar es el lugar propio del crecimiento humano, pero también de su envejecimiento, el aprendizaje se cimienta en expresiones tales como; sacrificio, abnegación, diversión, amor, perdón, respeto, solidaridad y responsabilidad.

El mundo y su vértigo proponen algunos comportamientos que distorsionan la finalidad del hogar. Enumero tres, hoy existen muchas más: el "hogar cibercafé","hogar cine" y el "hogar hotel".

El hogar, para algunos, queda descrito con la expresión “cibercafé”, sabemos que hay lugares que ofrecen el servicio de utilizar una computadora para realizar la tarea, jugar o conectarse por internet para enviar mensajes o recabar información. Este comportamiento se ha instalado en los hogares, y hay algunos que viven en el hogar a modo de un “cibercafé”, encienden la computadora y consumen sus días y horas delante de las pantallas (chica, plana, etc). Resulta complejo atraerlos a otro lugar de la casa, que no sea el que tienen en la computadora, y cada día es más complejo vincularlos a los diálogos familiares gratuitos. Esos que cuentan historias de paseos, los primeros días en la escuela, la primera salida en el auto de la familia, las vacaciones, los contratiempos...

Vivir en el hogar como en el “cine”, tiene como protagonista a la televisión (cable o por internet), se ha multiplicado su presencia nociva en las casas, antes había una y la familia se reunía para ver un programa, compartiendo incluso sus impresiones, hoy cada uno quiere tener la suya. Al llegar de la jornada laboral, muchos que no han saludado a los distintos miembros de la familia, se han acercado a encender el televisor, aunque todavía no se pusieron cómodos, incluso dejando el televisor encendido cuando todavía no se pondrán frente a él. Y que decir, si es necesario compartirlo cuando no hay acuerdos en lo que queremos ver. Vivir de esta manera, va cada día impidiendo que uno se ponga frente al otro, porque todos se ponen frente al televisor que ejerce su cátedra, imponiendo a todos silencio. Y no hablemos de los contenidos...

También se ha instalado pensar que el hogar es un “hotel”, allí me ducho, como y duermo. Entro y salgo, incluso a veces creo que los otros son los que se ocupan de mis cosas, tales como, limpiarme el dormitorio, lavarme la ropa, levantar del piso lo que dejé tirado.

Las tres imágenes que presentamos describen comportamientos que producen serias alteraciones familiares, sus disfunciones afectan a todos. Es posible cambiar estos comportamientos y comprometernos en edificar el hogar, como un espacio de relaciones habitables , en realidad un amor responsable que permite convivir, en salud o enfermedad, pobreza o riqueza, acuerdos o desacuerdos. La construcción del hogar es tarea de todos. El clima del hogar es un bien arduo que es necesario conquistar.

domingo, 8 de mayo de 2022

LUCÍA DE FATIMA: DEVOCIÓN DE LOS CINCO PRIMEROS SÁBADOS


La Hermana Lucía, explica a Doña María de Miranda, su madrina, esta devoción de los CINCO primeros sábados de mes, con una carta, fechada el 1 Noviembre, 1927.

"Yo no se si tú ya sabes acerca de la devoción reparatoria de los CINCO PRIMEROS SÁBADOS al Corazón Inmaculado de María. Como todavía está reciente, me gustaría inspirarte a practicarla, porque es pedida por Nuestra querida Madre Celestial, y Jesús ha manifestado un deseo de que sea practicada.

También me parece que serías muy afortunada querida madrina, no solo de saberla y de darle a Jesús la consolación de practicarla; sino también de darla a conoce, y hacerla abrazar por muchas otras personas. 

Consiste en esto:
Durante cinco meses, en los PRIMEROS SÁBADOS, recibir a Jesús en la Sagrada Comunión, recitar un Rosario, tener quince minutos de compañia a la Virgen, mientras se meditan los misterios del Rosario, y hacer una confesión.
 

La confesión puede hacerse unos pocos días antes, y si en esta confesión previa, has olvidado la intención (requerida), la siguiente intención se puede ofrecer, siempre y cuando en el PRIMER SÁBADO uno reciba la Sagrada Comunión en estado de Gracia, con la intención de hacer reparación por las ofensas en contra de la Santísima Virgen, y que afligen Su Inmaculado Corazón.

Me parece, querida Madrina, que somos afortunados de poder darle a nuestra querida Madre Celestial esta prueba de amor, porque nosotros sabemos que Ella desea que se le ofrezca esto. En cuanto a mí, yo reconozco que nunca estoy tan contenta como cuando llega el PRIMER SÁBADO.

¿No es verdad que nuestra felicidad más grande es pertenecerle completamente a Jesús y a María, y amarles a ellos, y a ellos solamente, sin reserva?

Esto lo vemos claramente en las vidas de los santos... Ellos estaban contentos porque amaban, y nosotros, mi querida madrina, nosotros tenemos que buscar de amar como ellos lo hicieron; no solamente para disfrutar a Jesús, lo cual es lo menos importante "porque si no lo disfrutamos aquí abajo, nosotros lo disfrutaremos al arriba", sino para darles a Jesús y María la consolación de ser amados... y que a cambio de este amor ellos podrían salvar muchas almas."