sábado, 26 de febrero de 2011

La Santa Sede Combate la Agenda Radical Durante la Comisión sobre Desarrollo Social

By Samantha Singson Lauren Funk

NUEVA YORK, 25 de febrero (C-FAM) La delegación de la Santa Sede en las Naciones Unidas, esta semana, condenó el “intento de la ingeniería sistemática y social impuesta en África por las políticas de control de población de Naciones Unidas En una serie de declaraciones poderosas, la delegación del Vaticano también exigió la defensa y salvaguardia de la familia.

La Comisión de Naciones Unidas sobre Desarrollo Social (CSD por sus siglas en ingles.- Commission on Social Development) normalmente no atrae mucho la atención como lo hacen los temas más controversiales cubiertos por otras comisiones. Sin embargo, teniendo en cuenta la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre la Juventud, los observadores pusieron mucha atención a esta comisión anual y a sus resoluciones sobre la juventud, la familia y el desarrollo.

La Santa Sede primero expresó las fuertes reservas que tiene sobre las referencias al Programa Mundial sobre Juventud (WPAY.- por sus siglas en ingles.- World Program of Action on Youth) en la resolución sobre los programas de la juventud y habló claro en contra de “la imposición de las órdenes del día que se intentaron” durante las negociaciones de las resoluciones.

Cuando en la Asamblea General de Naciones Unidas primero desfiló WPAY en 1995, un número de delegaciones incluyendo Malta, Argentina y Libia se opuso al lenguaje sobre “los servicios de salud reproductiva” para los adolescentes y jóvenes” y a haber hecho caso omiso de los documentos para la primacía de los padres en la educación de los hijos. Sin embargo, durante las negociaciones de la semana pasada en cuanto a la resolución sobre la adolescencia y juventud, La Santa Sede intenta tener esas reservas previas reflejadas dentr o del texto reprobado.

En su declaración para la Asamblea General, La Santa Sede reprobó la imposición que intentó en las "órdenes del día" en cuanto a que “NO hace progresar el bienestar de las personas.” La Santa Sede exigió un “acercamiento que respetara los valores permanentes enraizados en la naturaleza humana; valores que son esenciales para el desarrollo social auténtico.”

La Santa Sede fuertemente objetó la inclusión de un documento africano llamado Protocolo Maputo que exige el derecho al aborto. El delegado de la Santa Sede retó “la falsa suposición de que los países Africanos están superpoblados y que las naciones ricas deberían trabajar para reducir sus números” como un “intento en la ingeniería sistemática social en África” ya que viola sus derechos humanos, muy especialmente su derecho a la vida.

La Santa Sede también dijo que “la cultura tradicional de respetar la vida la cual es característica de la región de África es algo de lo que todos los países pueden aprender. Entre más afirmamos el derecho a la vida, a lo largo del ciclo de la vida, más progresaremos verdaderamente en el desarrollo social alrededor del mundo.”

La Santa Sede otra vez habló de la resolución de la comisión sobre la familia, que tampoco mencionó a las madres y a los padres. El delegado de La Santa Sede dijo: “la institución de la familia, la cual es sine qua non, es decir, es indispensable para preparar a la futura generación, está siendo cuestionada por muchos factores en el mundo moderno y la familia necesita ser defendida y salvaguardada.”

Muchas delegaciones han comentado sobre lo que ellos ven como un nuevo tenor o tono de la delegación de La Santa Sede. Las delegaciones también están hablando acerca de qué tanto han estado activos los delegados de La Santa Sede en verdaderas negociaciones. Algunas delegaciones han acogido esta franqueza sin desilusión e incluso hostilidad.

Traducido por Lic. María Elena García Jiménez

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