El prólogo al
Evangelio de Lucas (Lc 1,1-4) es un elegante parágrafo con el que Lucas
introduce y presenta su obra, escrito al estilo de los grandes historiadores
greco-romanos y en el que expone su método y su objetivo al escribir el libro.
Él es el único de los cuatro evangelistas que comienza el libro con un prólogo
en el que explica sus pretensiones y el modo de realizarlas. El Ev. según San
Mc, comienza en realidad en plena acción; la introducción propiamente dicha no
ocupa ni una línea. Mt da inicio a su narración, con una genealogía, según modelos
veterotestamentarios; ya esta mera forma sitúa al Ev. según Mt en relación con
la literatura palestinense. El Ev. según San Jn abre con una composición de
estilo hímnico. Al principio del libro de los Hechos de los Apóstoles, la
segunda parte de la obra de Lucas, otro prólogo, más breve, nos remite al
primero (Hch 1,1-2).
El prólogo desde el
punto de vista gramatical y literario consta de un solo período, algunas
traducciones modernas rompen la longitud del párrafo, para facilitare su
lectura; pero esto desvirtúa el carácter literario de la composición. Aunque
presenta elementos parecidos, en Lc 3,1-2 y en Hch 1,1-2, aunque con una
calidad literaria inferior, es evidente que la impronta lucana, despliega en
ellos su propia capacidad literaria dentro de los moldes de la época.
Esta comparación con
un escrito de Flavio Josefo, historiador
de la época, iluminará el entorno cultural. Al estudiar el prólogo de Lc no se
debe pasar por alto su equilibrada composición, tanto en la prótasis (vv.1-2)
como en la apódosis (vv 3,4) (apódosis= retribución; es la proposición en que
se completa el sentido de otra proposición condicional llamada prótasis). Este
paralelismo aparece mejor en el texto griego, las traducciones no logran
siempre plasmar el equilibrio. También aparecen una serie de contrastes de tipo
formal entre "muchos" y "yo", entre "componer un
relato ordenado" y "escribírtelo por su orden"
Ante todo Lucas
anuncia que va a hablar de “los acontecimientos que han tenido lugar entre
nosotros” (v. 1). Con estas palabras alude fundamentalmente a los hechos de la
vida de Jesús, aunque también se incluyen obviamente los acontecimientos de la
historia de la Iglesia, tal como son narrados en los Hechos de los Apóstoles.
No es Lucas el primero que se ocupa en narrar estos sucesos (v. 3a). Existen
otros que lo han hecho antes que él (es lógico pensar en el evangelio de
Marcos). Lucas, un cristiano de la tercera generación, ha elaborado “lo que
transmitieron quienes desde el principio fueron testigos oculares y ministros
de la palabra” (v. 2); es decir, ha recogido en parte las tradiciones presentes
en los evangelios de Marcos y Mateo, reflexionando sobre lo que se decía de
Jesús y de su obra en la antigua comunidad cristiana. Sobre esta base de
historia (“los acontecimientos que han tenido lugar entre nosotros”) y de
tradición (“lo que transmitieron quienes desde el principio fueron testigos
oculares y ministros de la palabra”) Lucas ha compuesto su evangelio en una
forma original y cuidadosa, con un fondo religioso innegable y una expresión
literaria de gran belleza.
A continuación define su método: se ha informado “con todo cuidado” y ha pretendido escribir “con orden”. El no es testigo ocular de lo que narra, pero se ha informado cuidadosamente para contarlo todo con exactitud. La lectura de su obra nos hará comprender que se trata más bien de un orden didáctico que cronológico, de la exposición pensada y reflexionada de los acontecimientos y de la enseñanza de Jesús. Lucas dedica su libro a Teófilo (cf. Hch 1,2), según la costumbre de los escritos helenísticos. Naturalmente que Lucas tiene en mente un público más amplio y lo que pretende es confirmar las enseñanzas que han recibido sus destinatarios, representados en Teófilo (v. 4).
A continuación define su método: se ha informado “con todo cuidado” y ha pretendido escribir “con orden”. El no es testigo ocular de lo que narra, pero se ha informado cuidadosamente para contarlo todo con exactitud. La lectura de su obra nos hará comprender que se trata más bien de un orden didáctico que cronológico, de la exposición pensada y reflexionada de los acontecimientos y de la enseñanza de Jesús. Lucas dedica su libro a Teófilo (cf. Hch 1,2), según la costumbre de los escritos helenísticos. Naturalmente que Lucas tiene en mente un público más amplio y lo que pretende es confirmar las enseñanzas que han recibido sus destinatarios, representados en Teófilo (v. 4).
Lc escribe como
miembro de la tercera generación, de ahí que subraya cuidadosamente la
distancia con respecto a "los acontecimientos" y "los testigos
oculares y servidores de la Palabra". Lc enuncia claramente su propia
contribución, ha realizado su trabajo a base de una investigación personal
sobre la actividad de Jesús y su continuación. Lc reivindica tres cualidades para su investigación :
integridad ("todo"), exactitud ("cuidadosamente") y
exhaustividad (" desde los orígenes").
Cuando dice “me
pareció” no excluye la acción de Dios; porque Dios es quien prepara la voluntad
de los hombres. No es una imitación servil, está en relación con los moldes
estilísticos de la época, pero su lenguaje tiene una serie de matices
peculiares, que no se pueden entender sino en términos de un relato del acontecimiento
Cristo. No se limita exclusivamente a contar los hechos, como si fuera un
historiador profano, ni a dar una interpretación de los acontecimientos desde una neutralidad
distante. Los hechos que narra, son los de la historia de la salvación, tienen
un pasado que cae de lleno dentro de las promesas anunciadas por Dios en la AA.
Su propósito es escribir, no repetir, un relato
de la actividad de Jesús y de su continuación.
En el prólogo
encontramos, por tanto, los diversos elementos que componen el evangelio de
Lucas y que tienen que ser tenidos en cuenta al momento de leerlo e
interpretarlo. Como punto de partida están los hechos de la historia de Jesús,
a través de los cuales Dios nos ha ofrecido su rostro y su palabra. Como
interpretación de estos hechos aceptamos la experiencia de la iglesia primitiva
que los ha reflexionado y los ha trasmitido. El punto final es el trabajo
literario de Lucas que ha dado orden a todo el relato. La Dei Verbum en el n.
19 menciona estos tres momentos en la historia de la formación de los
evangelios: (1) hechos y dichos de Jesús, (2) nueva inteligencia de la iglesia
apostólica que medita, celebra y anuncia el misterio de Cristo y (3) la obra de
síntesis, selección y redacción de los evangelistas al momento de escribir.
v.1. Puesto que (epeideper)
La primera palabra es
una conjunción causal, expresa el motivo de un hecho o una situación ya
conocida. Esta es la única vez que sale en toda la Biblia de los LXX.
Muchos
(polloi)
No es fácil
determinar con precisión quienes y cuántos son esos muchos a los que se refiere
Lucas. Al mencionar a sus predecesores, Lc admite su dependencia y el intento
de realizarlo, evidentemente, que esto
le viene por el don del Espíritu Santo, de ser uno de los evangelistas ¿Sería
posible identificar a algunos de los precursores de Lucas?.
Han emprendido la tarea (epicheirein)
Se puede traducir
también: "han intentado", "se propusieron", epicherein=
poner manos a la obra. En general es utilizado para describir los esfuerzos que
exige.
Componer un relato ordenado
Anatassesthai, significa poner en orden, poner en formación, recopilar
y, sobre todo, componer. Este sentido es el que mejor cuadra, Lucas tiene la
intención de emprender esa tarea. Etimológicamente "diegesis"(relato)
tiene el sentido de una composición que se desarrolla progresivamente hasta su
desenlace.
Acontecimientos(Pragmata)
Son los hechos, los
sucesos, que constituyen el centro de interés primario de todo historiador,
pero, esos acontecimientos no tienen el sentido trivial de puros hechos
fácticos, se trata de acontecimientos de la historia de la salvación.
Que
se han cumplido
La expresión griega,
según el significado del perfecto griego, designa los hechos ocurridos en el
pasado que siguen actuando en el presente por medio de sus efectos. Los
acontecimientos tienen una dimensión actual en la vida de la comunidad
cristiana. El verbo pleroporein significa, "colmar la medida"
"llevar a su plenitud"
Entre
nosotros
Este plural es todo
el pueblo de la nueva historia de la salvación. El nosotros del v.1 incluye no
sólo a los muchos predecesores de Lc y a
los que "desde el principio, fueron testigos oculares y servidores de la
Palabra" sino incluso al propio Lc y a los demás cristianos de la tercera
generación.
v.2 Como
nos
Con este plural
Lc se refiere a sus propia generación,
distinguiéndola de "los testigos oculares....
han
trasmitido
El aoristo paredosan,
que Lc emplea precisamente aquí, y que aparece en ningún otro texto del NT, es
la forma literaria clásica del verbo paradidonai, este verbo es una palabra
técnica que se utiliza en el NT para describir el proceso de transmisión en la
comunidad primitiva, parece que se refiere a la tradición oral, por contraste
con los relatos de los predecesores que acaba de indicar.
Los
que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra
Describe al grupo de
los discípulos de Cristo, recordemos los requisitos para pertenecer al grupo de
los doce.
v3.Yo también...he decidido
La traducción literal
sería "a mi también me ha parecido".
Después
de investigarlo todo cuidadosamente
¿En qué sentido se
emplea aquí, concretamente parekolouthekoti?
Se entiende que la
expresión designa el "seguir el desarrollo de los acontecimientos, o investigarlos ", evidentemente,
significa "seguir de cerca" o estar "íntimamente vinculado"
a los sucesos.
Todo
cuidadosamente
La expresión incluye
todos los acontecimientos y los relatos de los muchos predecesores de Lc. En
este todo toma cuerpo la primera de las tres características que Lc reclama
para su obra, es decir, la integridad. Su investigación ha sido completa.
Con akribos, a cuenta
de la segunda característica de su investigación: la exactitud.
Desde
el principio
Tercera característica
lucana, la exhaustividad. El verbo anothen literalmente, significa desde arriba; usado en sentido temporal, puede ser equivalente de ap'arches (Lc
1,2). El comienzo al que se hace alusión aquí parece ser a la tradición
apostólica.
Excelentísimo
Teófilo
A partir del siglo
III a.C, el nombre de Teófilo es relativamente frecuente en la onomástica de
papiros encontrados en Egipto y Grecia, no era exclusivamente un nombre pagano,
había judíos que también lo levaban. El personaje del prólogo, vuelve a
aparecer en Hch, luego desaparece totalmente. No hay razón para poner en duda
la existencia histórica de ese
personaje, tampoco hay razones convincentes para atribuir una
interpretación simbólica del nombre. Dado el calificativo que utiliza Lc, kratistos,
se puede decir que Teófilo pertenecía probablemente a una clase acomodada.
Según la Tradición probablemente
Teófilo, fuera un catecúmeno.
v.4 Para que comprendas
Significa,
"reconocer", "caer en la cuenta" de un hecho, o también
"averiguar" "comprobar", como verbo compuesto que lleva la
preposición "epi", tiene un matiz intensivo : "conocer
profundamente".
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