miércoles, 4 de mayo de 2011

TESTAMENTO DE SHAHBAZ BHATTI (MÁRTIR DE LA FE)

«El asesinato del ministro paquistaní de Minorías, Shahbaz Bhatti, es un nuevo acto de violencia de terrible gravedad. Demuestra cuán justas son las reiteradas intervenciones del Papa sobre la violencia contra los cristianos y contra la libertad religiosa en general. Bhatti era el primer católico en desempeñar este cargo. Recordamos que había sido recibido por el Santo Padre el pasado mes de septiembre y había dado testimonio de su compromiso en favor de la pacífica convivencia entre las comunidades religiosas de su país».Shahbaz Bhatti, - que promovía el diálogo entre las etnias y las religiones e impulsaba la revisión de las leyes antiblasfemia - había explicado en varias oportunidades, que la mayoría musulmana es víctima del abuso de esta misma ley. Recientemente, no sólo defendió a la cristiana paquistaní condenada a muerte, Asia Bibi, sino que recibió a su esposo y sus hijas en Islamabad para garantizarles su apoyo.El atentado en el que murió el ministro paquistaní de Minorías, fue perpetrado por hombres armados que le dispararon numerosos balazos y se produce casi dos meses después de que el gobernador de la provincia oriental de Punyab, el liberal Salman Tasir, fuera asesinado también en Islamabad.

TESTAMENTO ESPIRITUAL


"Me han propuesto altos cargos de gobierno y se me ha pedido que abandone mi batalla, pero yo siempre lo he rechazado, incluso poniendo en peligro mi vida. Mi respuesta siempre ha sido la misma: "No, yo quiero servir a Jesús como un hombre normal".

Este amor me hace feliz. No quiero popularidad, no quiero posiciones de poder. Sólo quiero un lugar a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy siguiendo a Jesucristo.

Este deseo es tan fuerte en mí que me consideraría un privilegio el que, en este esfuerzo y en esta batalla por ayudar a los necesitados, a los pobres, a los cristianos perseguidos de Pakistán, Jesús quisiera aceptar el sacrificio de mi vida. Quiero vivir por Cristo y quiero morir por él. No siento miedo alguno en este país.

Muchas veces los extremistas han tratado de asesinarme o de encarcelarme; me han amenazado, perseguido y han aterrorizado a mi familia. Los extremistas, hace unos años, pidieron incluso a mis padres, a mi madre y a mi padre, que me convencieran para que no continúe con mi misión de ayuda a los cristianos y los necesitados, pues de lo contrario me perderían. Pero mi padre siempre me ha alentado. Yo digo que, mientras viva, hasta el último aliento, seguiré sirviendo a Jesús y a esta humanidad pobre, que sufre, a los cristianos, a los necesitados,a los pobres.

Quiero deciros que me inspira mucho la Sagrada Biblia y la vida de Jesucristo. Cuanto más leo el Nuevo Testamento, los versículos de la Biblia y la palabra del Señor, más se reafirman mi fuerza y mi determinación.

Cuando reflexiono en el hecho de que Jesucristo lo sacrificó todo, que Dios envió a su mismo Hijo para redimirnos y salvarnos, me pregunto cómo puedo seguir el camino del Calvario. Nuestro Señor dijo: "Ven conmigo, carga tu cruz, y sígueme". Los pasajes que más me gustan de la Biblia dicen: "Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". De este modo, cuando veo a personas pobres y necesitadas, pienso que detrás de sus rasgos se encuentra Jesús, que me sale al paso.

Por este motivo, siempre trato de ayudar, junto con mis colegas, para llevar asistencia a los necesitados, a los que tienen hambre y sed".

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