lunes, 6 de septiembre de 2021

CARD. ROBERT SARAH:IDEOLOGÍA DE GÉNERO ATAQUE FROTAL A LA FAMILIA

Excelencias, queridos amigos, me gustaría agradecer a Dios el honor y el privilegio que me ha dado por estar aquí con todos Uds. aquí esta tarde, para hablarles de la familia y de la ideología de género. El cardenal Carlo Caffarra, arzobispo emérito de Bolonia, y primer presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia declaró esto durante una entrevista concedida el 16 de febrero de 2008:

sarah“Cuando fui nombrado por el Santo Padre primer presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, recibí una carta de sor Lucía de Fátima que se puede encontrar en los archivos de dicho instituto. Esta me decía sin ambigüedades: “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás pasará por el matrimonio y la familia”. Sin embargo – añadía- “no tengáis miedo porque todos aquellos que actúan en favor de la santidad del matrimonio y de la familia siempre encontrarán oposición; serán combatidos por todos los medios posibles, porque lo que está en juego es decisivo. No obstante, Nuestra Señora ya ha aplastado la cabeza de Satanás”[1].

Por su parte, tras su viaje apostólico realizado a Fátima, el Papa Benedicto XVI, en una entrevista el 11 de mayo de 2010 y no tuvo miedo en afirmar que

“siempre hemos sabido esto aunque, en nuestros días, esto se manifieste ante nuestros ojos de una manera terrorífica: las mayores persecuciones contra la Iglesia no proceden de sus enemigos exteriores, sino de los pecados cometidos dentro de la Iglesia, para los cuales la Iglesia necesita urgentemente hacer penitencia para purificarse”[2].

Las familias cristianas sufren todos los días ataques en el mundo entero. Como vamos a ver, la ideología de género está sostenida, promovida y practicada por la Organización Mundial de la Salud, que depende de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), y por numerosas instituciones educativas y sanitarias que tienen su sede en los estados occidentales (Norte América, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda).

El Papa Francisco, durante su viaje apostólico a Manila, no dudó en denunciar con vigor una “colonización ideológica contra la familia”[3], que busca destruirla introduciéndose y difundiéndose en las sociedades y las culturas de los países que están en vías de desarrollo. En el nº56 de su Exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia, critica con contundencia la ideología mortífera de gender “que niega la diferencia y reciprocidad natural entre un hombre y una mujer. Deja entrever una sociedad sin diferencia de sexo y socaba la base antropológica de la familia. Esta ideología induce proyectos educativos y orientaciones legislativas que alientan una identidad personal y una identidad afectiva cortadas radicalmente de la diversidad biológica que existe entre lo masculino y lo femenino”[4]. El Cardenal Francis Arinze comentando estas palabras del Papa Francisco dijo que “los medios de comunicación han tomado la costumbre de desfigurar, secularizar e incluso comercializar el matrimonio y la familia”[5]. Esto resulta muy evidente en aquellos programas llenos de erotismo y pornografía, que además están destinados también a los niños: en muchos países occidentales, desde la educación infantil, los niños reciben una reeducación, es decir, se manipula y contamina sus conciencias con la ideología del género. En algunos países las familias ni siquiera tienen la opción de elegir. Por ejemplo, en 2006 en Alemania, se quiso obligar a una familia cristiana protestante con 8 hijos, a participar en experimentos chocantes bajo la égida de la educación sexual. Los padres decidieron no mandar a sus hijos a esas clases, y fueron condenados a una pena de cárcel...

Yo mismo, en mi libro titulado Dios o nada[6], he denunciado con contundencia la teoría del género como un ataque frontal contra la familia, y su voluntad de destruirla, insistiendo en su aspecto especialmente deletéreo para los países africanos que están sometidos a un nuevo colonialismo por parte de los países occidentales o directamente, o bien a través de organizaciones internacionales que estos países dominan de modo indiviso, y sin vergüenza ninguna.

No hay comentarios: