Han pasado veinticinco años desde que nuestro inolvidable Juan Pablo II, confiase a los jóvenes del mundo entero, una austera y sencilla cruz de madera, de
En la celebración de las bodas de plata de dicho acontecimiento, un grupo de unos seis mil jóvenes españoles peregrinaba a Roma, encabezados por el Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de
Preparados para el relevo: ¡recibimos el testigo!
En estos veinticinco años,
Ante todo y, sobre todo, es la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, en las cuales ha estado presente desde su inicio. Su llegada a nosotros, nos trae el impulso de revitalización que la JMJ de Madrid 2011 puede y debe dar a toda
Hasta ahora, el “testigo” de la fe lo habíamos recibido principalmente, en el seno de nuestras familias, en el contexto de una tradición católica; pero, en el momento presente, es necesario que sean los propios jóvenes quienes también se entreguen ese “testigo” de la fe, unos a otros. Por ello,
Junto a la Cruz, estaba su Madre
Dos años antes de su fallecimiento, Juan Pablo II entendió que el signo que había legado a los jóvenes en
Lo propio de la Madre no sólo es aliviar el peso de los sufrimientos de sus hijos, sino también enseñarnos a descubrir la presencia del Resucitado en medio de las cruces diarias. El Crucificado y el Resucitado, no sólo son la misma persona, sino que son dos condiciones inseparables de nuestra propia existencia. María se encarga de mostrarnos que ¡no hay rosa sin espina, como tampoco hay espina sin rosa!
El reto que nos encomienda el Papa
Al día siguiente de esta entrega de la Cruz, el Papa recibía en el Aula Pablo VI a los jóvenes presentes en Roma. ¡¡El encuentro fue una fiesta inolvidable!! Benedicto XVI transmitió un mensaje de calado a los jóvenes, a la par que les trasmitía un ambicioso reto: “Este tiempo de preparación a la Jornada de Madrid es una ocasión extraordinaria para experimentar la gracia de pertenecer a la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Las Jornadas de la Juventud manifiestan el dinamismo de la Iglesia y su eterna juventud” (…) “Os invito a formaros en la fe … y a que, en el camino hacia Cristo, sepáis atraer a vuestros amigos, compañeros de estudio y de trabajo, para que también ellos conozcan y confiesen al Señor en sus vidas”. Como popularmente se dice, el Papa “no se anduvo por las ramas”, sino que aprovechó la ocasión para hacernos caer en la cuenta del reto que se nos presenta, de cara a la transmisión de la fe a las nuevas generaciones.
Os deseo a todos una feliz Pascua de Resurrección. ¡Que la peregrinación de la Cruz de los Jóvenes por toda nuestra geografía, siembre entre nosotros la esperanza y la alegría, preludio del gozo eterno al que estamos llamados con Cristo Resucitado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario