viernes, 15 de octubre de 2010

CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

1. Con inmensa alegría alabamos y bendecimos al Señor por el exitoso rescate de los 33 hermanos mineros que permanecieron durante 68 días atrapados en la mina San José, en la región de Atacama.


2. Durante todo este tiempo de fe y esperanza, nos hemos unido en una plegaria permanente junto a millones de personas en todo Chile y el mundo. Agradecemos de un modo particular al Santo Padre Benedicto XVI su especial cercanía y preocupación.

3. Al concluir esta Operación San Lorenzo, nos alegra ver y oír a estos hermanos mineros, a sus seres queridos, a las autoridades y a tantas personas en todo Chile, agradeciendo al Padre Dios por este regalo, por este milagro con que nos bendice. Valoramos, en este sentido, el admirable esfuerzo de técnicos, profesionales y demás trabajadores, compatriotas y extranjeros, que han contribuido a la preparación y ejecución del rescate.

4. Sigamos orando por los 33 mineros de Atacama y sus familias. Que este reencuentro con la vida sea una oportunidad para que ellos y todos nosotros valoremos lo más preciado que tenemos: la vida, la dignidad de hijos de Dios, la fe, el tesoro de la familia, el valor de un trabajo justamente recompensado y en condiciones seguras y siempre dignas.

5. Estos 33 hermanos, con su testimonio de unidad y solidaridad, también nos han unido a todos los chilenos. Su fortaleza y esperanza nos invitan a trabajar juntos, como sociedad, para ir al “rescate” de tantos hermanos que sufren la pobreza y marginación, buscando hacer de Chile “una mesa para todos”.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE† Alejandro Goic Karmelic Obispo de Rancagua

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