I.PRESENTACIÓN
Del mismo modo que la semana tiene su punto de partida y su momento culminante en el domingo, día del Señor, celebración semanal de la pascua, así el Santo Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección del Señor Jesús, es el punto culminante de todo el Año Litúrgico. El Santo Triduo Pascual se prepara en el tiempo de Cuaresma y se prolonga en la alegría de los cincuenta días del Tiempo Pascual.
Dada la importancia que él reviste, el Triduo Pascual ha de prepararse y celebrarse con esmero y reverencia. El presente trabajo, busca ser una guía práctica que oriente su celebración. De ahí que las normas, reflexiones y orientaciones que a continuación se presentan se ordenan a mejorar la celebración de los misterios de la Redención, y a favorecer la participación más consciente y fructuosa de los fieles cristianos en dichos misterios de vida.
Este trabajo ha sido elaborado con el anhelo que la celebración de la próxima Semana Santa, sea vivida intensamente en nuestra Arquidiócesis Metropolitana de Piura, y así ella suscite en nosotros un deseo más vivo de adherirnos al Señor Jesús y de seguirlo generosamente, conscientes de que Él nos ha amado hasta dar su vida por nosotros.
II. LA SEMANA SANTA
Sabemos bien que durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la reconciliación, realizados por el Señor Jesús en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén.
El tiempo de Cuaresma continúa hasta el día jueves de la Semana Santa. La Misa Vespertina de la Cena del Señor es la gran introducción al Santo Triduo Pascual. El Triduo Pascual comienza con el Viernes de la Pasión, prosigue con el Sábado Santo, tiene su culmen en la Vigilia Pascual y acaba con las Vísperas del domingo de la Resurrección.
Es importante recordar que «las ferias de Semana Santa, desde el lunes hasta el jueves inclusive, tienen preferencia sobre cualquier otra celebración» 1 y por tanto en estos días no deben administrarse los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación. Más bien sí es importante que en estos días se ofrezcan en todas las parroquias, capellanías, colegios, hospitales y centros de evangelización, horarios amplios para facilitar a los fieles cristianos el acceso al Sacramento de la Reconciliación como preparación espiritual para acompañar al Señor Jesús en la entrega de Sí mismo por nosotros. Es muy conveniente que el tiempo de la Cuaresma termine con alguna celebración penitencial que prepare a una más plena participación en el misterio pascual.
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
Con el domingo de Ramos comienza la Semana Santa, que comprende la profecía del triunfo pascual de Cristo y el anuncio de su Pasión. Estos dos aspectos del misterio pascual se han de poner de relieve tanto en la predicación como en la celebración de este día 2 .
Para una reverente y fructuosa celebración del Domingo de Ramos se debe tener presente:
1. La entrada del Señor Jesús en Jerusalén, se debe conmemorar con una procesión , en la cual los cristianos celebran dicho acontecimiento, imitando tanto las aclamaciones como los gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor. Esta procesión ha de ser única y debe tener lugar antes de la Misa en la que haya más presencia de fieles. Para ello se puede hacer la reunión de la Asamblea en otra iglesia menor, o en un lugar apto fuera de la iglesia hacia la cual se dirigirá la procesión. Los fieles que participan en esta procesión, deben llevar en las manos ramos de palma, de olivos o de otros árboles, y durante la procesión entonar cantos apropiados a Cristo Rey. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben preceder en el orden de la procesión al pueblo 3 .
No hay que olvidar que la bendición de los ramos y palmas tiene lugar antes de la procesión y que se debe instruir a los fieles cristianos a que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos que hay en los hogares, los ramos bendecidos como recuerdo de la victoria pascual del Señor Jesús. Asimismo es una noble tradición que para el año siguiente se usen estos ramos y palmas para confeccionar la ceniza que nos será impuesta en la frente el día miércoles con que se da inicio al ejercicio de la Santa Cuaresma.
De no poder hacerse la procesión, el Misal Romano ofrece una segunda forma para conmemorar la entrada del Señor en Jerusalén que es la entrada solemne . Esta forma sólo se habrá de usar cuando se encuentren dificultades reales que impidan la organización de la procesión y nunca por comodidad o facilísimo.
Para las demás Misas del domingo de Ramos, el Misal prevé una tercera forma que es la entrada sencilla .
2. Otro elemento muy importante del Domingo de Ramos es la proclamación de la Pasión. «Es aconsejable que se mantenga la tradición en el modo de cantarla o leerla, es decir, que sean tres las personas que hagan las veces de Cristo, del cronista y del sanedrín. La Pasión ha de ser proclamada por diáconos o presbíteros, o, en su defecto, por lectores, en cuyo caso la parte correspondiente a Cristo se reserva al sacerdote. Para la proclamación de la Pasión no se llevan ni luces, ni incienso, ni se hace al principio saludo al pueblo como de ordinario para el Evangelio, ni se signa el libro. Tan sólo los diáconos piden la bendición al sacerdote.
Para el bien espiritual de los fieles, conviene que se lea por entero la narración de la Pasión y que no se omitan las lecturas que la preceden. Terminada la lectura de la Pasión, no se omita la homilía» 4 .
Ver Normas universales sobre el Año Litúrgico y sobre el Calendario, N. 16 a .
Ver Ceremonial de los Obispos, N. 263.
Ver Ibid. N. 270.
Congregación para el Culto Divino. Preparación y Celebración de las Fiestas Pascuales, N. 33-34.
FUENTE : VE MULTIMEDIOS http://multimedios.org/docs/d001659/
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